Curso del Centro Metodista de Estudios Wesleyanos Recorre rudimentos exegéticos, la exégesis de “los cuatro lados”, la importancia de los contextos y en especial conocimientos del mundo del Segundo Testamento. Una
SALMO 77: 1-2, 11-20 RVC Con mi voz clamé a Dios, A Dios clamé, y él me escuchó. Busqué al Señor cuando me vi angustiado; por las noches, sin cesar,
En todo quiero yo seguir las huellas de mi Señor, y por doquier hacer sentir que hizo en mí su amor. J. M. Stillman, Himnario Cántico Nuevo (312) Este material
Declaraciones públicas- Episcopado
“Todo está clavado en la memoria. Espina de la vida y de la historia”
Cada 24 de marzo recordamos que se implantó en el año 1976 un gobierno genocida, que llevaría adelante un modelo económico neoliberal a fuerza de represión, tortura, muerte y desapariciones forzadas.
Adolescentes- Hombres- Jóvenes- Mujeres- Niños- Vínculo con otras Iglesias
24 de marzo – Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia
Actividad en CABA Nos encontraremos directamente en Plaza de Mayo a las 15hs. La actividad continúa con una merienda a las 18hs en Primera Iglesia: Avenida Corrientes 718 y luego el
Tanto en las primitivas sociedades y clases metodistas, como en la inserción de la misión metodista en Buenos Aires, las mujeres tuvieron lugar para jugar un rol muy destacado. Esta apertura
SALMO 105: 1-5, 7-8, 42-45 RVC ¡Alaben al Señor, invoquen su nombre! ¡Que los pueblos reconozcan sus obras! ¡Canten, sí, cántenle salmos! ¡Proclamen todas sus maravillas! ¡Regocíjense en su santo
SALMO 17: 1-3, 6-8 RVC Señor, ¡escúchame! ¡Atiende mi clamor de justicia! ¡Presta oído a mi oración, pues no brota de labios mentirosos! ¡Sé tú quien me reivindique! ¡Posa tus
“Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.” Jesús, en el Evangelio de Juan, 10:10 De una canción de Silvio Rodríguez. El Día Internacional de la Mujer
Espiritualidad y devoción
Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 6 de marzo – Miércoles de Ceniza
SALMO 51: 1-7 RVC Dios mío, por tu gran misericordia, ¡ten piedad de mí!; por tu infinita bondad, ¡borra mis rebeliones! Lávame más y más de mi maldad; ¡límpiame de