Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 28 de agosto
Encuentro con Dios
Salmo 10: 3-5, 12-14 RVC
El injusto se jacta de sus malos deseos;
alaba al ambicioso y desprecia al Señor.
Tan soberbio es el impío que no busca a Dios,
ni le da lugar en sus pensamientos.
Todo el tiempo sus caminos son torcidos,
desprecia a todos sus adversarios,
y tus leyes están muy lejos de su vista.
¡Vamos, Señor y Dios, levanta la mano!
¡No te olvides de los pobres!
¿Por qué tendría que menospreciarte el malvado?
¿Por qué habría de pensar que no intervendrás?
Pero tú sí ves los trabajos y la humillación,
y a cada uno le das su recompensa.
En ti busca amparo el desvalido;
¡eres el refugio de los huérfanos.
Alabad al Señor
Queremos ser, Señor,
Servidores de verdad,
Testigos de tu amor,
Instrumentos de tu paz.
Convéncenos que por tener
Un Padre Dios somos hermanos.
Su voluntad es que haya paz,
Justicia y paz van de la mano.
Enséñanos a perdonar
Para poder ser perdonados.
Recuérdanos por qué tu amor
Quiso morir crucificado.
Ayúdanos a comprender
Que la misión de tus amados
Es compartir con los demás
Su fe en Jesús resucitado.
Lectura del Día
Lucas 6: 6-11 RVC
Otro día de reposo, Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha atrofiada, y los escribas y los fariseos, que buscaban un motivo para acusar a Jesús, lo observaban para ver si en el día de reposo sanaba a aquel hombre. Pero Jesús, que sabía lo que pensaban, dijo al hombre que tenía la mano atrofiada: «Levántate, y ponte en medio.» El hombre se puso de pie, y Jesús dijo: «Voy a preguntarles algo. ¿Qué está permitido hacer en los días de reposo? ¿El bien, o el mal? ¿Salvar una vida, o quitar la vida?» Miró entonces a todos los que estaban alrededor, y dijo al hombre: «Extiende tu mano.» Aquel hombre lo hizo así, y su mano quedó sana. Los escribas y los fariseos se pusieron furiosos y comenzaron a discutir qué podrían hacer contra Jesús..
De nuevo “el conflicto” en torno al cumplimiento del sábado. Esta vez no por las espigas que comían por el campo, sino por una curación hecha en la sinagoga precisamente en sábado; dónde Jesús se da cuenta del dolor de una persona. El enfermo con el brazo paralizado no le dice nada, pero se debía leer en su cara la súplica. Los fariseos están al acecho para ver qué hará. Jesús «sabía lo que pensaban», y primero les provoca con su pregunta: «¿qué está permitido en sábado?». No contestaron. Entonces Jesús, « echando una mirada a todos » (Lucas no dice, como Marcos 3:5), Jesús los miró con enojo y tristeza, al ver la dureza de sus corazones. Entonces dijo al hombre: «Extiende la mano….», y curó al buen hombre.
Podemos decir dos cosas de él: en uno de los evangelios apócrifos, es decir, de los que no llegaron a formar parte del Nuevo Testamento, se nos dice que el hombre era mampostero, y vino a Jesús para pedirle ayuda y le dijo: «Yo era mampostero, y me ganaba la vida con las manos; te suplico, Jesús, que me devuelvas la salud para que no tenga que mendigar mi pan con vergüenza.» Era un hombre que quería trabajar.
Una cosa debemos tener en claro; Dios siempre mira con aprobación a la persona que quiere ganarse la vida decentemente y porque además es su derecho.
Por otro lado; era un hombre que estaba dispuesto a intentar lo imposible. No se puso a discutir cuando le dijo Jesús que extendiera el brazo inútil; lo intentó y lo consiguió, con las fuerzas que le dio Jesús. Imposible es una palabra que habría que desterrar del vocabulario del cristiano. Aquí hay elementos importantes para que se cumpla lo que pedimos por más imposible que nos parezca; fe, confianza y la convicción de que creemos en una Divinidad de las cosas imposibles.
Hay algo que nos gusta de esta historia es esa atmósfera de desafío. Jesús sabía que le estaban espiando, pero no vaciló en sanar. Le dijo al hombre que se pusiera en medio: esto no se iba a hacer en un rincón. Lo colocó en medio, donde todos lo vieran; porque lo que no se ve, lo que no se nombra “no existe”. Jesús al exponer ante todos a esta persona no solo lo sano sino que lo valorizó, lo dignificó ante todos.
Por último; tenemos a los fariseos; hombres que siguieron el extraño camino de odiar a un Hombre que acababa de curar a un paciente. Son el ejemplo sobresaliente de los que aman sus leyes y sus reglas más que a Dios. Seguimos viendo esta actitud en nuestras iglesias una y otra vez. Discusiones, no acerca de las grandes cuestiones y acciones de la fe; sino, permítanme una expresión un tanto chabacana “escupiendo textos bíblicos carentes de misericordia” que solo hablan de odio y castigo o sino, sobre cuestiones de gobierno eclesiástico, comisiones y cosas por el estilo. Tengamos siempre presente:
El Señor dice:
« ¿Para qué me sirven sus muchos sacrificios? Estoy harto de holocaustos de carneros y de la grasa de animales gordos; no me agrada la sangre de bueyes, ni de ovejas y machos cabríos.» « Cuando ustedes vienen a presentarse ante mí, ¿quién les pide que traigan esto, o que pisoteen mis atrios?No me traigan más ofrendas inútiles. El incienso me repugna; no soporto la luna nueva ni el día de reposo, ni las reuniones que convocan; sus fiestas solemnes son inicuas.» ISAÍAS 1: 11-13 «Lo que yo quiero es misericordia, y no sacrificio; ¡conocimiento de Dios, más que holocaustos!» OSEAS 6: 6.
Qué así sea. Amén.
ROG
Oramos por
- Hoy elevemos nuestras oraciones por quienes estén sufriendo diferentes situaciones de injusticia.
- Para aquellas personas que tienen los corazones endurecidos y no pueden discernir entre el bien y el mal verdadero, tomándose solo de leyes y estatutos que no son la necesidad y sentir del pueblo y en las comunidades.
- Por el trabajo social en nuestras iglesias.
- Por el estudio y enseñanza de la Biblia tanto en los encuentros como en las escuelas bíblicas y dominicales.
- Por la sanidad de cada persona de nuestras iglesias, sus familiares y conocidos (agreguemos para la oración el nombre y su dolencia)
Sigamos orando y agregando motivos. Dios escucha.
Recomendación y Bendición Apostólica
“Hermanos, ustedes han sido llamados a la libertad, sólo que no usen la libertad como pretexto para pecar; más bien, sírvanse los unos a los otros por amor.”
Gálatas 5: 13
Y que la bendición de Dios; Padre y Madre
De Jesús, el Cristo y del Espíritu Santo
Sea con toda su Iglesia
Ahora y siempre.
AMÉN