Sin duda el fundador del metodismo tuvo una comprensión del Evangelio tan amplia, en busca de todo aquello que pudiera beneficiar la mente, el cuerpo, el espíritu y la relaciones sociales del ser humano.
En el día del metodismo que estamos por celebrar podemos proponernos vivir una fe sana y resistente, como ha dicho el profesor Theodore Runyon, al hablar de “la cuerda de tres hilos”.
El texto que presentamos es la exposición de nuestro Pastor Pablo Andiñach en el encuentro correspondiente a “las Américas”, con presentaciones de Brasil, EEUU y Canadá.
Esta gracia es el poder de Dios para nosotros y nosotras, que nos redime y que nos reconcilia con el mismísimo Dios, a la vez que es el poder de Dios en nosotros, que nos capacita a cambiar y luchar en favor de la justicia y el bienestar.
Estamos a la espera de la celebración de la Pascua y todas las Iglesias cristianas nos disponemos a hacer memoria de Jesús, en esa última semana de su vida y ministerio en la Tierra.
¿Wesley hablaba así? ¿Son términos y conceptos del siglo 18? ¿Es esto verdad?
La Palabra nos lleva a Cristo, y Cristo nos envía al mundo en servicio de su reino. Ahí es donde tenemos que demostrar nuestra fidelidad a la Palabra y al Nombre que es sobre todo nombre.
El 8 de enero de 1843, se inauguró en Buenos Aires la primera iglesia metodista de Sudamérica, dirigida por el reverendo W.H. Norris.
El mar, símbolo de las fuerzas caóticas, simboliza el peligro, la amenaza a la vida. En términos modernos, el tsunami que devora y destruye la tierra firme y la convivencia y el navegar humano. La fuerza caótica que amenaza con cubrirlo todo.