Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 20 de mayo

19 May 2020
en Espiritualidad y devoción
Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 20 de mayo

Encuentro con Dios


Que la paz esté con ustedes!

Hay un coro antiguo que dice «no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo…»

Qué desafío! No podemos estar tristes, porque alabamos a Cristo! Sin embargo, muchas veces nos sentimos en soledad o con tantos problemas, que nos entristecemos y creemos que ya no podemos más. Sin embargo, en Cristo somos más que vencedores, vencedoras, por lo tanto, no decaigamos, mantengamos el espíritu en alto y tratemos de seguir avanzando, con ayuda de otros, si es necesario o, ayudando. Seguimos en cuarentena, en algunos lugares más estrictas que en otros, pero dentro nuestro y acompañadas/os por nuestras comunidades, familias, amigos, podemos sentir el abrazo que nos une y fortalece cada día… «por eso, le canto, le canto aleluya, no puede estar triste el corazón que alaba a Dios!»


Salmo 100

¡Canten al Señor con alegría,
habitantes de toda la tierra!
Con alegría adoren al Señor;
¡con gritos de alegría vengan a su presencia!
Reconozcan que el Señor es Dios;
él nos hizo y somos suyos;
¡somos pueblo suyo y ovejas de su prado!
Vengan a las puertas y a los atrios de su templo
con himnos de alabanza y gratitud.
¡Denle gracias, bendigan su nombre!
Porque el Señor es bueno;
su amor es eterno
y su fidelidad no tiene fin.


Alabad al Señor

//Canta aleluya al Señor,//
//canta aleluya, aleluya, //
Canta aleluya al Señor.

Linda Stassen – Canto y Fe 410

Lectura del día

Jeremías 23:1-8 (DHH)

El Señor afirma: « ¡Ay de los pastores que dejan que mis ovejas se pierdan y dispersen!» El Señor, el Dios de Israel, dice a los pastores que gobiernan a su pueblo: «Ustedes han dispersado mis ovejas, las han hecho huir y no las han cuidado. Pues bien, yo tendré buen cuidado de castigar sus malas acciones. Yo, el Señor, lo afirmo. Y yo mismo traeré el resto de mis ovejas de los países adonde las hice huir, las reuniré y las haré volver a sus pastos, para que tengan muchas crías. Les pondré pastores que las cuiden, para que no tengan nada que temer ni falte ninguna de ellas. Yo, el Señor, lo afirmo.»

El Señor afirma:
«Vendrá un día en que haré
que David tenga un descendiente legítimo,
un rey que reine con sabiduría
y que actúe con justicia y rectitud en el país.
Durante su reinado, Judá estará a salvo,
y también Israel vivirá seguro.
Éste es el nombre con que lo llamarán:
“El Señor es nuestra victoria.”»

El Señor afirma: «Vendrán días en que ya no jurarán diciendo: “Por la vida del Señor, que sacó a los israelitas de Egipto”, sino que jurarán diciendo: “Por la vida del Señor, que sacó a los des-cendientes de Israel, del país del norte y de todos los demás países por donde los había dispersado.” Y vivirán en su propia tierra.»

 

El tiempo histórico del profeta Jeremías, fue un tiempo difícil; pues, tuvo que anunciar un mensaje terrible. Tiene que anunciar la deportación producida por los babilonios, es un viaje sin retorno; frente a este desastre, el profeta anuncia consuelo a sus compatriotas y sobre todo que serán olvidados los pecados de Judá y de sus pastores, pues el mismo Yahvé personalmente se encargará de pastorear a su rebaño, que hará volver de todas las tierras en que lo había dispersado (ν.3).

Todo esto parece depender de la profecía de Isaías 11: 1 « Una vara saldrá del tronco de Isaí; un vástago retoñará de sus raíces », sobre el que descansará el «espíritu de Yahvé»; es el «Príncipe de la paz» de los tiempos mesiánicos, dotado de las cualidades ideales de un hombre de gobierno: inteligencia, ciencia, sabiduría, fortaleza y temor de Dios. Por eso aquí se dice que ese “hijo” justo gobernará de manera prudente. 

Pues bien; el anuncio del retorno del exilio, después de la catástrofe nacional, es relativa, porque un día, los israelitas volverán a refugiarse bajo la protección de su Dios, que directamente los gobernará como el pastor a su rebaño. En realidad, Yahvé será riguroso con las clases dirigentes, causantes de la ruina, pero benigno con las ovejas descarriadas. Dios, después de traerlos a nuevos pastos, les dará pastores que los apacienten (v.4). Esos dirigentes post-exílicos son los tipos de otros pastores de la era mesiánica, que podremos identificar con el mismo Mesías Jesús y sus colaboradores; que dichos colaboradores, en realidad, somos nosotras y nosotros.

Estimada lectora, lector: nosotros también estamos sufriendo miedos, desconfianza, enfermedad, muerte; producida por un invasor “invisible” ―no como en el pasado; sino que en nuestro presente; pues quiere invadir nuestros hogares, nuestro amado país, nuestro mundo; sin embargo, no podemos culpar a nadie por esto…

Mike Aquilina (columnista del sitio en internet “los Primeros Cristianos”) argumenta: « Los historiadores hablan de tres grandes plagas durante los primeros siglos del cristianismo, y estiman que cada una redujo la población, del imperio romano, entre un cuarto y un tercio. Mientras que la población se desplomó, sin embargo, la Iglesia creció. El sociólogo Rodney Stark argumenta, en su libro “The Rise of Christianity” (1997), que las epidemias eran un campo de pruebas de los principios cristianos y un momento en que las virtudes, específicamente cristianas se mostraban públicamente ».

De manera que en este momento, justamente mostremos en la medida de lo posible, el camino de la “santidad social”; tal como enseña Juan Wesley. Que no es una actitud contemplativa, sino es acción inmediata… Es decir: no permitamos que el miedo nos maneje, cumplamos a pie de la letra las recomendaciones oficiales y « teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, dejemos a un lado todo lo que nos estorba y el pecado que nos enreda, y corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante. Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona. Jesús soportó la cruz, sin hacer caso de lo vergonzoso de esa muerte, porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría; y se sentó a la derecha del trono de Dios ». (Hebreos 12: 1-2 DHH). Amén.


ROG

Oremos en paz y en comunión…

Dios Padre y Madre, solo Vos sos digno de honor, gloria y adoración. Con Vos, cada tormenta es superada, aún el impacto global que COVID-19 está teniendo en nuestro mundo. En estos momentos, te pedimos que: sanes a los enfermos y protejas a los que no lo están. Da más sabiduría a quienes toman decisiones para pasar por esta pandemia e incertidumbre económica. Fortalece a tu iglesia en el mundo. Revélanos cómo asociarnos a otras personas para que juntas y juntos remediemos las necesidades y el bien común de quienes nos rodean. Calma nuestros miedos. Llénanos con esperanza, alegría y paz; pues, seguimos confiando en Vos. Usa esta pandemia para abrir el camino a una renovación espiritual. Anhelamos ver revelada tu gloria, poder y sanación. Ven Señor Jesús, ven. ¡Sí, ven, Jesús… Amén !


Oremos por…

  • El trabajo en nuestras comunidades, desde las casas o en lugares de acompañamiento.
  • Por el personal médico, enfermeros/as, todas las personas que trabajan en hospitales, clínicas, centros de salud, hogares de ancianos.
  • Por el personal de seguridad en todo el país.
  • Por todas las personas que trabajan en lugares que son de necesidad básica.
  • Por las autoridades de nuestra iglesia.
  • Pedimos a Dios que cuide a cada una, cada uno de nosotros y nuestros seres queridos. Que proteja a los más vulnerables y guíe a quienes tengan que tomar decisiones en lugares de gobierno….
  • Agreguemos más motivos…




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