Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 15 de junio
Las Nanas de la cebolla
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Miguel Hernández
El poeta Miguel Hernández, estaba preso, estaba enfermo, su vida “entreverada” de luces y sombras, como la de la mayoría de los humanos, iba llegando a su fin con apenas treinta y un años.
Casi nos cabe la duda acerca de si la visita de su mujer y su hijo pudo ser real, o, si el escritor a partir de una carta recibida imaginó el encuentro y concibió ese bellísimo poema Nanas de la cebolla.
Conmovedor poema, que retrata a una mujer morena envuelta en luna que se desgrana hilo a hilo sobre la cuna del niño. Esa mujer, Josefina Manresa, criaba sola a un hijo -como tantas, ayer y hoy- con el agravante del hambre en tiempos de guerra y del dolor de haber perdido el primer hijo.
Para el poeta enfermo y preso, ese niño con su sola presencia, o con la sola imaginación de su risa de diminutos dientes, lo hace libre y feliz.
La risa de los niños sigue poniendo alas, quitando soledades, ayudando a soñar y a agradecer la fidelidad de la vida, la fidelidad de Dios, cuyo Espíritu va animándonos y enseñándonos a mirar con ojos limpios, capaces de ver lo nuevo, lo bello, lo auténtico, que porfiadamente emerge como pequeños brotes.
Con la Biblia en la mano
Lucas 12:13-21
La historia de salvación que es una, que gestamos animados por Dios, continúa en medio del dolor y las oscuridades. En estos tiempos con pandemia de virus y de guerras, con terremotos, de incendios e inundaciones en un planeta que no cesamos de agobiar, sin embargo, siguen tejiéndose historias de amores, de solidaridades, de esperanza contra toda esperanza. En todo tiempo, “Dios no se deja vencer en generosidad”, y además de los niños que siguen naciendo, hay gestos niños, hay alegría niña, hay creatividad niña, por doquier que nos colocan alas para ensayar nuevos vuelos.
La vida, la gente, los gestos generosos, la alegría por la vida de los otros, me sigue asombrando, maravillando, poniendo alas, haciéndome libre y confiada. Sigo experimentando tanta belleza y bondad, tanta “bendición” que en estos días he reflexionado algo que quiero compartir, y tiene que ver con dónde colocamos nuestro tesoro.
Quizá olviden lo que ha dicho Jesús: “la vida de uno no está asegurada por sus bienes”, antes de contar una parábola sobre un hombre que tras la gran cosecha decide derribar sus graneros y construir otros mayores. (Lc, 12, 15-21). Hoy es mucho más sencillo que entonces guardar y asegurar los bienes, basta un movimiento desde la computadora, y ya se puede decir “alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe y banquetea.” Quizá, igual que entonces, olvidamos que esos “graneros” no nos aseguran la vida, el amor, la paz, y, como aquel hombre podemos también hoy ser llamados “necios”, tontos. (Lc. 12, 20)
En cambio, otras personas colocan sus tesoros en sitios más audaces, no en Bancos ni en ciertos países para evadir impuestos, depositan sus tesoros en el corazón de otras personas, tan frágiles y vulnerables como ellas. Sin embargo, tengo para mí, que esa audacia es más lúcida, más evangélica y generadora de más alegría y auténtica felicidad.
Tiempo de pensar… orar y ayunar…
Cuando colocamos nuestro tesoro en otras personas, vivimos ya el reinado de Dios,
- ¿Qué mayor tesoro que la vida misma, el amor, los sueños, las esperanzas? Pues cuando ese tesoro lo sembramos en el corazón de otros se construye una alianza –como la de la semilla y la tierra-, una complicidad, que en realidad es una fidelidad que crece y produce frutos abundantes
- Algunas veces la sorpresa es negativa, en las relaciones a veces se pierde, pero generalmente estas personas viven maravilladas de la abundancia de los frutos.
- Dicho de otro modo: quienes colocan su fe y su amor en otros -le confían su vida con toda su grandeza y fragilidad- viven sostenidos en la gratuidad. Todo lo viven como don, como regalo inmerecido, que dilata el corazón, que pone alas. Gozan de una paz extraña duerman o velen, vivan en la abundancia o con apenas el pan cotidiano, que es apreciado inmensamente.
Vivir sostenidos en la gratuidad es experimentar en todo la Gracia, es sorprenderse ante la Presencia del Dios invisible en mil gestos visibles, en la risa de todos los que amamos. Es también experimentar la mayor libertad, que lleva a trascender todo dolor y promete porvenir aún en medio de la oscuridad y de la muerte acechando. Quizá por eso Miguel Hernández contemplando -o imaginando- a su hijo desde la cárcel pudo escribir: … Es tu risa la espada más victoriosa
vencedor de las flores y las alondras, rival del sol.
Porvenir de mis huesos y de mi amor…
Rosa Ramos. amerindiaenlared.org
ESCUCHAMOS Y CANTAMOS…
JUNTAMOS LAS MANOS y colocamos dentro, TODOS LOS MOTIVOS DE ORACIÓN.
Oramos todos juntos y juntas por
- ORAMOS por La misión de la Iglesia en este tiempo del ESPÍRITU, Pastoras y Pastores y hermanas y hermanos que conforman los Equipos Pastorales, que el Señor sople su Espíritu para renovar las fuerzas, la alegría de servir a las comunidades, que no nos gane el desánimo, que el Espíritu Santo nos enseñe a mirar con ojos nuevos y corazón nuevo, este tiempo desde el evangelio.
- ORAMOS para que en este tiempo de “Comunidades en acción por el Buen Vivir, para una vida en abundancia.” Juan 10:10 El Señor nos de sabiduría para encontrar los caminos y llegar a ser Iglesias proveedoras de la Vida en Abundancia, con el mensaje de amor y poder de Cristo Jesús.
- Oramos por el viaje del Obispo Américo a Suiza, que sea de bendición.
- ORAMOS por La Iglesia Nacional, el Obispo, la Junta General, los Administradores, que el Señor los guíe en sabiduría para la tarea a la que fueron llamados.
- Ya estamos orando por la Asamblea Nacional para el 2022, Asamblea del Re- Encuentro, donde elegiremos Obispo, Obispa para los próximos cuatro años de misión. Que el Señor nos ayude a pensar qué Iglesia queremos y estamos dispuestos a sostener.
- Oramos para ser parte del tejido del Evangelio de Jesús, y así salir a sembrar como él lo hacía, en los caminos del pueblo, con la gente que andaba por allí.
- Oramos por las familias que tienen que enfrentar grandes preocupaciones (trabajo , enfermedad, vivienda), para que no se trasladen a las relaciones familiares, sino que pueda haber diálogo franco y sincero para resolver las dificultades.
- POR LA PAZ ENTRE LOS PAÍSES. Señor ¡ TEN PIEDAD!!
- Te damos gracias y ponemos en tus manos todos aquellos lugares donde sirven a otros, con meriendas, comedores, alimentos, ropa de abrigo, materiales para la construcción y varias cosas más.
- ORAMOS por discernimiento, sabiduría, palabra y acción para enfrentar situaciones de conflicto dentro de las comunidades de fe, en los hogares, y en el barrio mismo donde vivimos.
- Los Hogares LOWE, por su situación económica, para que florezca aún en este tiempo de pandemia. Amado Padre tú lo haces posible. Por el personal que trabaja allí, que sientan la bendición del Señor por la tarea que realizan y a la vez estén tranquilos sabiendo que pueden seguir trabajando. Por cada uno de los niños y niñas que están en los hogares, bendícelos Señor, con alegría, con ternura, con esas risas que sólo los más chicos pueden contagiarnos. Una bendición especial para todos los que allí habitan, tu abrazo a cada uno y tu caricia sobre sus cabezas sintiendo tu presencia.
- ORAMOS POR TODAS LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS QUE TIENE LA IGLESIA, que sean espacios de aprender y espacios donde conocer y acercarse a Dios, Sean bienaventurados, bienaventuradas alumnado y docentes de cada uno de los lugares.
DIOS te tiene en su agenda cada día y te bendice, sé agradecida/o con su bendición.
¡¡¡Hasta la próxima semana!!!