Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 11 de diciembre

09 Dic 2019
en Espiritualidad y devoción
Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 11 de diciembre

Encuentro con Dios


Salmo 21 – RVC

Señor, el rey se alegra por tu poder;
grande es su gozo por tu salvación.
Le has concedido los deseos de su corazón;
le has concedido todas sus peticiones.
Lo has recibido con grandes bendiciones;
lo has coronado con fina corona de oro.
Te pidió muchos años de vida,
y tú se los concediste.
Le concediste además honra y grandeza;
por eso él se gloría en tu salvación.

Lo has bendecido para siempre;
con tu presencia lo has llenado de alegría.
El rey confía en ti, Señor;
confía en tu misericordia, Dios Altísimo;
¡por eso nunca será derrocado!
Su mano derribará a todos sus enemigos;
su diestra destruirá a quienes lo aborrecen.
Cuando tú, Señor, te manifiestes,
los convertirás en un horno encendido;
en tu enojo los harás pedazos,
y con tu fuego acabarás con ellos.
Borrarás de la tierra a sus descendientes,
y ninguno de ellos quedará con vida.

Ellos tramaron hacerte daño;
maquinaron insidias, pero no prevalecerán.
Tú los pondrás en retirada
cuando dispares contra ellos tus flechas.
¡Enaltece, Señor, tu gran poder,
y celebraremos con salmos tu victoria!


Alabad al Señor

A ti loores cantaré, Jesús mi Redentor;
Tú fuiste amante y buen pastor en trance de dolor;
De mí tan cerca se movió tu Espíritu de amor
Que un hálito de fe brotó del duro corazón.

A ti loores cantaré, Divino Salvador;
Tú fuiste el faro guiador en grande tentación:
Me diste fuerzas y salud en mi tribulación,
Y un arco iris sucedió a oscuro nubarrón.

A ti loores cantaré, Divino Salvador;
Refugio fuiste al corazón enfermo y pecador;
Me revelaste al Padre, Dios: su gracia y su perdón,
Y nueva vida gozo ya de luz y de verdad.

G. V. de Rodríguez – Cántico Nuevo. 7

Lectura del Día

Mateo 12: 34-37 – RVC

34 ¡Generación de víboras! ¿Cómo pueden decir cosas buenas, si son malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. 35 El hombre bueno saca cosas buenas del buen tesoro de su corazón; el hombre malo saca cosas malas de su mal tesoro. 36 Pero yo les digo que, en el día del juicio, cada uno de ustedes dará cuenta de cada palabra ociosa que haya pronunciado. 37 Porque por tus palabras serás reivindicado, y por tus palabras serás condenado.

 

Se puede ver cómo está el corazón de una persona por las cosas que dice. Hace mucho tiempo el dramaturgo griego Menandro, dijo:(Atenas342 a. C. –292 a. C. fue un comediógrafo griego: el máximo exponente de la llamada comedia nueva.) « El carácter de una persona se conoce por sus palabras.» Lo que hay en el corazón no puede salir a la superficie nada más que a través de los labios; y una persona no puede producir a través de sus labios nada más que lo que tiene en el corazón. No hay nada que sea más revelador que las palabras. No nos hace falta hablar largamente con una persona para darnos cuenta de si tiene una mente limpia o sucia; no tenemos que escucharle mucho tiempo para descubrir si tiene una mente amable o cruel; no tenemos que oírle mucho a uno que se dedica a predicar o a enseñar o a dar conferencias para descubrir si tiene una mente clara o confusa. Ahora bien… Lo que sucede es que, tenemos una imagen de Jesús muy equivocada, una imagen contemplativa, romántica que no parece ser de este mundo y que varias ocasiones, usó palabras, para nuestra gran sorpresa,palabras o frases con la fuerza de un insulto… Un fuerte insulto dicho en el momento oportuno puede acomodar, para bien, un conflicto y revelarlo que somos y por lo que decimos.

Jesús estableció que una persona tendría que dar cuenta especialmente de sus palabras inútiles. « La palabra que se usa aquí para inútil es aergós; érgon es la palabra griega para obra; y el prefijo a quiere decir sin; aergós describe lo que no está destinado a producir ningún efecto. Se usa, por ejemplo, de un árbol estéril, Cuando una persona está en guardia conscientemente, pondrá cuidado en lo que dice y en cómo lo dice; pero cuando no está en guardia, sus palabras revelan su carácter. Es totalmente posible que los pronunciamientos públicos de una persona sean correctos y nobles, y que su conversación privada sea áspera y desabrida. » (BARCLAY)

Hay que tener en cuenta también que el no decir absolutamente nada, puede ser cobardía o no-compromiso con lo que se está hablando. Es posible que en público se escoge cuidadosamente lo que se dice; en privado se despiden a “los cuidadores” y como afirmamos podemos “decir cualquiera”y desde ese lugar estalla la bomba.

Así sucede con la ira: puede que uno diga cuando está enfadado lo que piensa de veras y ha querido decir muchas veces, pero se lo ha impedido el frío control de la prudencia. Muchas personas son un modelo de encanto y de cortesía en público, cuando saben que los están observando y son especialmente cuidadosos con sus palabras; mientras que en su propia casa son un ejemplo terrible de irritabilidad, sarcasmo, mal genio, crítica y quejica(*) porque no hay nadie que lo vea u oiga. Es humillante -y alertante- el recordar que las palabras que muestran lo que somos son las que se nos escapan cuando tenemos la guardia baja. A menudo son esas las palabras que hacen más daño incluso esas palabras pueden “matar” a nuestro escucha.

Jesús estaba diciendo algo que es profundamente cierto. Son las cosas que uno dice sin darse cuenta, las palabras que se le escapan cuando no hay barreras convencionales, las que muestran de veras cómo es. Puede que se diga cuando se está descontrolado lo que no se diría nunca cuando se está controlado. Puede que diga después que no era aquello lo que quería decir; pero eso no le libera de la responsabilidad de haberlo dicho; y el hecho de haberlo dicho deja a menudo una herida que no se cura con nada, y levanta una barrera que ya no se puede eliminar.

Puede que uno diga cuando está relajado algo ofensivo y cuestionable que no diría nunca en público -y eso es precisamente lo que se alberga inolvidablemente en la memoria de alguien. Pitágoras, el gran filósofo griego, decía: « Antes de lanzar una palabra hiriente, lanza una piedra al azar » Una vez que se ha dejado escapar una palabra ofensiva o sucia, nada la hará volver atrás; y seguirá una trayectoria de daño por dondequiera que vaya. Que cada uno se examine a sí mismo.

Pues bien… Estamos viviendo, el hermosos Tiempo de Adviento, tiempo para repensar nuestra fe, tiempo para cambiar de actitud con nosotros mismos y con nuestro prójimo, tiempo para examinar nuestras palabras y lo que decimos a nuestro prójimo, tiempo que le damos a Dios para que transforme nuestra vida con el poder de su Espíritu. Amén.

 (*)Quejica
Adj. / s. m. y f.coloquial Que se queja de manera frecuente y exagerada sólo es un rasguño, pero es un quejica de cuidado. Quejicón, quejicoso Gran Diccionario de la Lengua Española © 2016 Larousse Editorial, S.L.
ROG

Motivos de Oración

  • Este tiempo de Adviento que nos convoca a pensar, cambiar y mirar a un futuro lleno de desafíos y proyectos nuevos, siempre con la certeza de trabajar de la mano de Jesús.
  • Por nuestro pueblo y gobernantes.
  • Por el trabajo en la misión de nuestra iglesia nacional .
  • Para que seamos hacedoras, hacedores de nuevas obras en las ciudades y pueblos donde trabajamos, estudiamos y convivimos en unidad.
  • Por nuestras niñas y niños.
  • Para que los campamentos que se aproximan sean oportunidad y de testimonio en los acampantes.
  • Por nuestras pastoras, pastores y líderes.
  • Para quienes están superando una enfermedad.
  • Por quienes están enfermos, enfermas. Que nuestro Dios Papá-Mamá, ponga su mano de sanidad en cada uno/a de ellos/as.
  • Por los que están rindiendo exámenes finales.
  • Por nuestras ancianas y ancianos y el acompañamiento a cada uno de ellos/as.
  • Sigamos agregando motivos……..

Recomendación y Bendición Apostólica

Hermanas, hermanos: Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios. Y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió a su Hijo único. A Dios nadie lo ha visto nunca, pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros.

1ª Juan 4: 7-11

Por lo tanto:

De manera que la Divinidad Trino y Una
Te mire cuando salgas y te cuide en el camino,
Su mirada donde vayas te sonría con cariño;
Que su mirada te sonría cuando llegues a destino.
¡AMÉN…! ¡AMÉN…! ¡AMÉN…!

Pablo Sosa


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