Paz y bien amada hermanad. En esta jornada te invito a orar.
«Señor, mi corazón no es orgulloso, ni son altivos mis ojos; no busco grandezas desmedidas, ni proezas que excedan a mis fuerzas. Todo lo contrario: he calmado y aquietado mis ansias. Soy como un niño recién amamantado en el regazo de su madre. ¡Mi alma es como un niño recién amamantado! (decí tu nombre), pon tu esperanza en el Señor desde ahora y para siempre» Salmo 133:1
Dios de amor y gracia, que este día traiga descanso en mi corazón y hogar. Que la imagen de Dios sea restaurada en mí y que mi imaginación sea transformada en Dios. Que la gravedad de las cosas materiales se aligere. Que conozca la gracia para poder abrazar mi propia fragilidad en los brazos de la grandeza infinita de Dios. Que la Palabra de Dios me alimente y su Espíritu me aliente y dirija en los días venideros.
Amén.
Abrazo cálido y sereno en Cristo Jesús.
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo
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