Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 27 de noviembre
Encuentro con Dios
Salmo 117 – RV 1960
Alabad a Jehová, naciones todas;
Pueblos todos, alabadle.
Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia,
Y la fidelidad de Jehová es para siempre.
Aleluya.
Alabad al Señor
// Alaben. Amén, alaben al Señor. //
Alaben. Amén, amén. Amén, amén.
Amén, alaben al Señor.
// Masithi. Amén, siyaku dumisa. //
Masithi. Amén, bawo, amén, bawo.
Amén, siyaku dumisa.
Anónimo zulú (Sudáfrica) – Canto y Fe 169
Lectura del Día
Jeremías 31: 1-6 – RVC
«En aquel tiempo, yo seré el Dios de todas las familias de Israel, y ellas serán mi pueblo.»
—Palabra del Señor.
2 Así ha dicho el Señor:«Israel, un pueblo que escapó de morir a filo de espada, halló gracia en el desierto y ahora avanza en busca de reposo.»3 Hace ya mucho tiempo, el Señor se hizo presente y me dijo:«Yo te amo con amor eterno. Por eso te he prolongado mi misericordia. 4 Yo volveré a reconstruirte, virginal Jerusalén. Y serás reconstruida, y te adornarán con panderos para que dances con alegría. 5 Los que plantan viñas las plantarán en los montes de Samaria, y disfrutarán de sus uvas. 6 Viene el día en que los guardianes del monte de Efraín gritarán: “¡Vamos, arriba todos! ¡Subamos a Sion, al monte del Señor nuestro Dios!”»
En la época de la restauración final, Yahvé será el centro de todas las tribus o familias de Israel, es decir, de los dos reinos, separados después de Salomón. Todas constituirán el pueblo de Dios como en los tiempos del éxodo.
La época del desierto quedó como la era ideal en el pasado de las relaciones íntimas entre Yahvé y su pueblo. Los profetas añoraban la simplicidad de aquellos tiempos cuando los israelitas aún no se habían contaminado con las idolatrías y vicios de los pueblos sedentarios de Canaán.
Por eso el profeta, al describir la nueva liberación del exilio babilónico, piensa en una nueva vida en el desierto, en que las relaciones de Yahvé con su pueblo, en vías de repatriación, lleguen a la máxima intimidad. La palabra, pues, desierto aquí es término de comparación, para despertar las ilusiones del pueblo, que vivía aún de los recuerdos de las maravillas del éxodo.
El pueblo escapado de la espada (vers.2), los supervivientes de las calamidades de la guerra y del desierto, halló gracia en el desierto, al encontrarse de nuevo bajo la protección de su Dios, que los acompaña paternalmente a través del desierto siro-arábigo en su retorno a la patria. El profeta piensa en las caravanas de repatriados que con Zorobabel y demás guías de Israel fueron retornando a Palestina después del decreto libertador de Ciro en 538 a.C.
Y con la paz vendrá la restauración plena del culto en Jerusalén. De nuevo las doce tribus se considerarán ligadas a Sion como centro religioso, y por eso en aquellos días los atalayas clamarán en el monte de Efraím (vers. 6)
A ver… Estamos finalizando el año litúrgico y no podemos mirar para otro lado, con todo lo que está sucediendo en nuestra querida Latino-América. Ecuador, Chile, Brasil… ¡Bolivia…! Pueblos enteros masacrados, violados en sus derechos, discriminados. Si en verdad, estamos mirando lo que sucede, no hace falta describir tanta maldad humana que, con la Biblia en la mano,se la levanta; haciendo de ella, un ídolo que oprime y castiga… Mucha “ideología liberadora” por fuera, por dentro silencio, y sobre todo no-compromiso profético o sea “La única cosa que respeta el poder es el poder.”(Malcolm X, político estadounidense asesinado en 1965)
Para concluir… Lo que Jeremías aconseja es resistir, nos anima cruzar el desierto con confianza; porque nuestro Dios Padre y Madre siempre, acompaña a su pueblo en sus procesos históricos dándole amparo y fortaleza y le asegura que su reino está cerca; tal como cantamos:
Santo, santo es nuestro Dios,
Señor de toda la historia,
Santo, santo es nuestro Dios.
Que acompaña a nuestro pueblo,
Que vive en nuestras luchas,
Del universo entero el único Señor.
Benditos los que en su nombre
El evangelio anuncia,
La buena y gran noticia de la liberación. AMÉN.
ROG
Motivos de Oración
- Hoy los invitamos a orar por nuestro país, por nuestro pueblo: nosotros, nuestras familias, amigos, vecinos…
- Sabemos que muchas personas han quedado sin trabajo, que se cerraron fábricas, empresas, emprendimientos familiares.
- También somos conscientes que se cierran escuelas, que se desmantelan hospitales y que nuestra herencia más amada: nuestros hijos, está hipotecada.
- Como cristianos/as, activos y sensibles, pidamos a nuestro Padre-Madre, su misericordia y para que nos de la fuerza y sabiduría en cada paso de nuestras vidas. Jesús es nuestro maestro, Él no desampara al necesitado, Él nos enseña de la justicia, nos habla de la verdad y nos demuestra su amor.
- Oremos por las personas que están privadas de su libertad injustamente…¡Oremos sin cesar!
Recomendación y Bendición Apostólica
Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos.
JUAN 15: 13
Que el Dios de paz, que resucitó de los muertos
a nuestro Señor Jesucristo,
el gran pastor de las ovejas,
por la sangre del pacto eterno,
les capacite para toda buena obra,
para que hagan su voluntad,
y haga en ustedes lo que a él le agrada,
por medio de Jesucristo.
A él sea la gloria por los siglos de los siglos.
Amén.
HEBREOS 13: 20-21.