Tiempo de Oración – Propuesta semanal para el 17 de febrero
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Canción
Dios, abre nuestros ojos (Espíndola-Simeone)
// Dios, abre nuestros ojos para ver la realidad.//
// Dios abre nuestro corazón para recibir tu gracia.//
//Dios, abre nuestras manos y renueva tu creación.//
Oración de la mañana
Un día más, Señor, para abrir nuestros ojos, nuestro corazón y nuestras manos!!
Un día por delante de vida plena, guiada por tu amor y luz!
Un día más lleno de oportunidades, desafíos, proyectos y sueños!
Una nueva jornada de trabajo donde podremos poner en práctica tus enseñanzas y ejemplo de amor.
Un día más, donde quizás haya pruebas y obstáculos que enfrentar y franquear pero con la convicción que vos estás siempre a nuestro lado.
Un día, este día, en que te damos inmensas gracias por reconocerte como Padre de la Creación.
En el nombre de Jesús, Amén.
Texto sugerido
San Mateo 22: 37-40
Para sembrar en el corazón durante el día
El amor de Dios. Cuento
(A. A.)
Una vez un pastor estaba dando un recorrido por la Iglesia al mediodía… al pasar por el altar decidió quedarse cerca para ver quien había venido a orar. En ese momento se abrió la puerta, el pastor frunció el entrecejo al ver a un hombre acercándose por el pasillo; el hombre estaba sin afeitarse desde hace varios días, vestía una camisa rasgada, tenía el abrigo gastado cuyos bordes se habían comenzado a deshilachar. El hombre se arrodilló, inclinó la cabeza, luego se levanto y se fue.
Durante los siguientes días el mismo hombre, siempre al mediodía, estaba en la Iglesia cargando una maleta… se arrodillaba brevemente y luego volvía a salir. El pastor, un poco temeroso, empezó a sospechar que se tratase de un ladrón, por lo que un día se puso en la puerta de la Iglesia y cuando el hombre se disponía a salir le pregunto: «¿Qué haces aquí?».
El hombre dijo que trabajaba cerca y tenia media hora libre para almuerzo y aprovechaba ese momento para orar, «Solo me quedo unos instantes, sabe?, porque la fábrica queda un poco lejos, así que solo me arrodillo y digo: Señor, solo vine nuevamente para contarte cuan feliz me haces desde que te encontré a través de mis semejantes y cuando me liberas de mis pecados… no se orar muy bien, pero pienso en Tí todos los días… así que Jesús, este es Juan reportándose».
El pastor, sintiéndose un tonto, le dijo a Juan que estaba bien y que era bienvenido a la Iglesia cuando quisiera. El pastor se arrodilló ante el altar, sintió derretir su corazón con el gran calor del amor y encontró a Jesús. Mientras las lagrimas corrían por sus mejillas, en su corazón repetía la plegaria de Juan: «SOLO VINE PARA DECIRTE, SEÑOR, CUÁN FELIZ FUI DESDE QUE TE ENCONTRÉ A TRAVÉS DE MIS SEMEJANTES Y ME LIBERASTE DE MIS PECADOS… NO SE MUY BIEN COMO ORAR, PERO PIENSO EN TI TODOS LOS DÍAS…. ASÍ QUE, JESÚS, SOY YO, REPORTÁNDOME».
Cierto día, el pastor notó que el viejo Juan no había venido. Los días siguieron pasando sin saber de él. Continuaba ausente, por lo que el Padre comenzó a preocuparse, hasta que un día fue a la fabrica a preguntar por el; allí le dijeron que el estaba enfermo, que pese a que los médicos estaban muy preocupados por su estado, todavía creían que tenía un chance de sobrevivir.
La semana que Juan estuvo en el hospital trajo muchos cambios, el sonreía todo el tiempo y su alegría era contagiosa. La enfermera en Jefe no podía entender porque Juan estaba tan feliz, ya que nunca había recibido ni flores, ni tarjetas, ni visitas. El pastor se acercó al lecho de Juan con la enfermera, y ésta le dijo, mientras Juan escuchaba: «Ningún amigo ha venido a visitarlo, el no tiene a donde recurrir». Sorprendido, el viejo Juan dijo con una sonrisa: La enfermera está equivocada… pero ella no puede saber que TODOS LOS DÍAS, desde que llegue aquí, a MEDIODÍA, un querido amigo mío viene, se sienta aquí en la cama, me agarra de las manos, se inclina sobre mí y me dice:
«SOLO VINE PARA DECIRTE, JUAN, CUAN FELIZ FUI DESDE QUE ENCONTRÉ TU AMISTAD Y TE LIBERE DE TUS PECADOS. SIEMPRE ME GUSTO OÍR TUS PLEGARIAS, PIENSO EN TI CADA DÍA… ASÍ QUE JUAN, ESTE ES JESÚS REPORTÁNDOSE».
P.D.: Ahora, cada día, no podemos perder la oportunidad de decirle a Jesús: Aquí estoy Señor, soy yo, REPORTÁNDOME…
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Jesús dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.”
También Wesley sostenía que en su vida este era el mandamiento que guiaba su vida. Como cristiana que soy, este mandamiento mayor que nos dio Jesús, el cual se encuentra en ha venido a ser el eje de mi vida y regla para cualquier pensamiento y acción. Por lo tanto, todo lo demás mandamientos, pensamientos y acciones de mi vida están subordinados a este mandamiento mayor. En ese amor a Dios y al prójimo, cualquiera sea su condición, me encuentro a mí misma. De esto se trata el amor, reconocer al otro u otra en su plenitud y en ese reconocimiento, le damos la oportunidad de ser. Y cuando pensamientos, mandamientos u acciones me invitan a rechazar a mi prójimo, no le doy cabida en mi vida.
Virginia Mínico
Oración nocturna
Nuestro Dios, que nos acompañas en todo momento, que siempre estás adelante, mostrándonos el camino; al lado, tomándonos de la mano y atrás, cuidando nuestro andar. Te doy las gracias por el día que nos preparaste y ayudaste a transitar, por las oportunidades que nos diste, a través de momentos, personas, desafíos.
Te pido por el descanso de esta jornada, para que me ayudes a ver y recordar los momentos vividos y así, disfrutarlos o mejorarlos. Y que pueda hacer realidad la certeza del Salmo 4:8:
En paz me acostaré y asimismo dormiré, porque solo tú, oh Dios, me haces vivir confiado.
En el nombre de Jesús, Amén.
Canción
En momentos así (D. Graham)
//En momentos así, levanto mi voz, levanto mi canto a Cristo.
En momentos así, levanto mi ser, levanto mis manos a Él.
Cuánto te amo, Dios, cuánto te amo, Dios.
Cuánto te amo, mi Dios, te amo Dios.//
Motivos que presentamos en Oración y Ayuno
- Por nuestras comunidades de fe.
- Para que cada familia que conforma nuestro país, tenga trabajo y una vida digna que vivir.
- Por la salud y cuidado de nuestros ancianos en cada familia y comunidad.
- Oramos para este nuevo ciclo educativo que comienza en pocos días y en los estudiantes que están rindiendo exámenes.
- Por nuestros pastores, pastoras, líderes que nos guían y acompañan en cada comunidad.
- Por los grupos de oración y reflexión de nuestra iglesia.
- Por nuestros niños.
- Por el consuelo de quienes perdieron a seres queridos.
- Para que, en cada corazón nazcan la tolerancia, la aceptación del otro distinto, la necesidad de pedir perdón y de perdonar.
- Por los que están enfermos.
- Por cada uno, cada una de tus hijos/as, Dios Padre-Madre, ponemos estos motivos en tus manos.
- Por el Segundo Encuentro Nacional de Líderes laicas y laicos