Tiempo de Oración – Propuesta semanal para el 16 de noviembre
Encuentro con Dios
Oración de la mañana
Amado Padre, al despertar, ya escucho tu voz invitándome a entrar en tu corazón de amor, y por lo tanto vengo a Ti con lo mejor que puedo, con la certeza, que no obstante, me recibirás en tus brazos para darme tu bendición para caminar con tu guía a lo largo de este día. Amén.
Canto matutino
El Espíritu de Dios
El Espíritu de Dios está en este lugar
El espíritu de Dios se mueve en este lugar
Está aquí para consolar, Está aquí para liberar
Está aquí para guiar, el espíritu de Dios está aquí.
Muévete en mi, muévete en mi
Toma mi mente y mi corazón,
Llena mi vida de tu amor
//Muevete en mi Oh, Dios espíritu, muévete en mi.//
Oración de la mañana
Querido Dios, que nos das cada día la posibilidad de sorprendernos y disfrutar de todo lo que existe, danos hoy también la oportunidad de recordarte en cada detalle. Al empezar el día, te pedimos, Señor, que nos ayudes a encontrar ese tiempo de pausa para observar, ese tiempo de silencio para escuchar y ese instante de contener el aliento ante el misterio y la emoción. Hoy queremos darte gracias por la vida que hay en cada mínima expresión de la naturaleza. Darte gracias porque donde hay vida, estás vos presente. Ayúdanos a ser reflejo de tu vida abundante y generosa. En tu nombre y a tu nombre celebramos. Amén.
Texto sugerido
Mateo 6: 19-21 En el mes de la Mayordomía
“No acumulen riquezas en este mundo pues las riquezas de este mundo se apolillan y se echan a perder; además, los ladrones perforan las paredes y las roban. Acumulen, más bien, riquezas en el cielo, donde no se apolillan ni se echan a perder y donde no hay ladrones que entren a robarlas. Pues donde tengas tus riquezas, allí tendrás también el corazón-“
Jesús tenía muy presente la importancia de la mayordomía en la vida de fe y la definición del manejo cristiano de los bienes materiales, el dinero o las riquezas. Cuando Jesús de Nazaret delineó el perfil de sus discípulos/as en el Sermón del Monte no podía dejar de lado la relación con los bienes y al llegar a ese punto de la exhortación plantea un distanciamiento hacia ellos en el marco de la venida del Reino de Dios. Se trata del abordaje de la cuestión económica y cómo puede impactar la relación con ese horizonte de fe en el seno de la comunidad. Allí se encuentra la conexión con la koinonía, pues al partir de una sana relación con Dios en términos económicos, resulta inmediata la interrelación con el prójimo en esos mismos términos.
Impresiona, pues, cuán concreta y ligada a la vida es la enseñanza de Jesús en los evangelios. La imagen del hombre galileo, que ofrece el mismo evangelista Mateo, representa a Jesús a través de su palabra como una persona muy próxima al mundo de la necesidad y la deuda, de la preocupación por el pan diario y el sueldo que no alcanza.
Lo que hoy llamamos pomposamente “mayordomía cristiana” fue para Jesús una preocupación básica para el camino de fe del discípulo al grado de que formuló el aforismo: “No se puede servir a dos señores: a Dios o al dinero” (Mt 6.24b), en donde la existencia completa es llevada a una tensión extrema entre esos dos opuestos irreconciliables sin término medio.
Y la máxima político-económica: “Dad, pues, al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios” (Mr 12.17; Mt 22.21), fuerte crítica profética a la interiorización de los valores del mundo, del Estado y del mercado, ya que de Dios es todo, según el testimonio bíblico.
Esta enseñanza de Jesús es clave para nuestra vida espiritual, para mantenernos fieles a los principios de su mensaje central sobre el reinado de Dios en todas las áreas de la vida humana. Según esta visión, de una sana relación espiritual y psicológica con los bienes dependerá la adecuada percepción de lo que Dios espera de cada ciudadano/a del Reino de Dios. De modo que la familiaridad, apego o cercanía a las riquezas puede convertirse en un auténtico obstáculo para el seguimiento de Jesús y la espiritualidad que propone el tantas veces citado discurso de Jesús en el “Sermón del Monte”. Es una propuesta de vida, no sencilla de llevar adelante por la humildad que requiere, pero viable, en la órbita de la esperanza por un nuevo estado de cosas basado en la justicia y la igualdad, para lo cual la economía es tema central.
En el mundo gobierna una minoría humana egoísta y rica, basada en la acumulación de dinero a costa de la explotación y opresión de la mayoría de la población mundial. Cuyo fin es el crecimiento sin límites para consumir en exceso. Este sistema económico capitalista nos está llevando a un suicidio colectivo, ya que la misma tierra que tiene límite está en peligro, con la complicidad de estas mismas mayorías, que inconscientemente o conscientemente quieren tener la vida de esta minoría rica.
Hoy hay una gran crisis de valores, nosotros decimos una crisis de espiritualidad, una crisis ética, cuya consecuencia es la extinción de la vida humana en nuestro planeta de seguir adorando al Dios dinero.
La nueva sociedad humana propuesta por Jesús no está dominada por un apego insaciable a los bienes materiales, usa el dinero y no se deja usar por él, sino que más bien los coloca en la esfera de lo controlable conscientemente por valores de fe y de amor, de lo comprendido como una bendición de Dios y no como un eventual ídolo. Y de esa manera pone lo económico al servicio de la vida y del bien común, que de eso se trata la mayordomía y su relación con la Koinonía.
Recordemos a Juan Wesley: “Trabaja todo lo que puedas, ahorra todo lo que puedas y comparte todo lo que puedas”
Pastor Fernando H. Suarez
Canción
Bueno es alabarte
Bueno es alabarte señor
Tu nombre, darte gloria, honra y honor, por siempre.
Bueno es alabarte Jesús y gozarme en tu poder
//Porque grande eres Tú, grandes son tus obras,
Porque grande eres Tú, grande es tu amor,
Grande es tu Gloria.//
Bueno es alabarte Señor, tu nombre hoy.
Oración de la noche
Jesús, cuando tu caminaste en medio de tu pueblo en Palestina, siempre estuviste alerta. Viviste pendiente de la voluntad de tu Padre. Muchos desafíos de mayordomía enfrentaste con voluntad, poder y paz. Ayúdame a recuperar fuerzas en el descanso de tu amor, para mañana estar preparado para servirte en el amor a mi prójimo. Dame tu paz Señor, por El Espíritu Santo que mora en mi. Amén.
Motivos que presentamos en Oración
Unir las manos en oración es el comienzo de un levantamiento contra el desorden del mundo.
Karl Barth.
En este tiempo:
- Para que la Iglesia llena del Espíritu Santo levante su voz profética contra el sistema económico injusto basado en la idolatría del dinero y sea la portadora del mensaje de Jesucristo: donde la economía esté al servicio de la defensa de la vida, de los derechos humanos y de la creación toda.
- Que en este mes de la Mayordomía cristiana podamos hacer realidad en nuestra vida la unión de la mayordomía con la Koinonía.
- Que la vida en comunidad nos encuentre aguardando la renovación que trae el Espíritu Santo para nuestras vidas e Iglesia y por nuestro medio para el mundo.
Ven Espíritu Santo llénanos con tu poder, fuerza y sabiduría para hacer la voluntad de nuestro Padre y de nuestro Señor Jesucristo. Amén.