Tiempo de Oración – Propuesta semanal para el 14 de marzo
Encuentro con Dios
Canto matutino
Tan cerca de mí
Tan cerca de mí, tan cerca de mí,
Que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí.
Lo veo caminar por la ciudad
y paseándose en la multitud.
Muchos ciegos van porque no lo ven,
Ciegos de ceguera espiritual.
Le hablaré muy suave al oído,
Le contaré cosas que hay en mí,
Que tan solo a Él, le interesarán,
El es más que un mito para mí.
Lectura del día
Juan 4:43-54
Jesús partió hacia Galilea. El mismo había declarado que un profeta no goza de prestigio en su propio pueblo. Pero cuando llegó, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la Pascua; ellos también, en efecto, habían ido a la fiesta.
Y fue otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había allí un funcionario real que tenía su hijo enfermo en Cafernaún. Cuando supo que Jesús había llegado de Judea y se encontraba en Galilea, fue a verlo y le suplicó que bajara a curar a su hijo moribundo. Jesús le dijo: “Si no ven signos y prodigios, ustedes no creen”. El funcionario le respondió: “Señor, baja antes que mi hijo se muera”.
“Vuelve a tu casa, tu hijo vive”, le respondió Jesús. El hombre creyó en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. Mientras descendía, le salieron al encuentro sus servidores y le anunciaron que su hijo vivía. El les preguntó a qué hora se había sentido mejor. “Ayer, a la una de la tarde, se le fue la fiebre”, le respondieron. El padre recordó que era la misma hora en que Jesús le había dicho: “Tu hijo vive” y entonces, creyó el y toda su familia.
Este fue el segundo signo que hizo Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.
La fe en Jesús nos lleva a plenitud. Nos rehace, nos humaniza. Es el legado que nos ha dejado: que ayudemos a la humanidad a encontrar la verdadera liberación, reconociendo al Mesías pobre como Señor de la vida y de la historia.
Relatemos a los demás el paso de Jesús por nuestras vidas. Contagiemos esa paz y alegría que Él nos regala. La humanidad será nueva, no habrá más llanto, dolor, injusticia ni muerte.
En el silencio y la quietud, invocamos el nombre de Jesús.
Amén.
Oración de la mañana
Padre nuestro que estás entre nosotros, te damos las gracias por todas las bendiciones que nos regalas: desde despertarnos a la mañana y gozar de la vida, hasta compartir momentos con hermanos, hermanas, familia y amigos durante el transcurso del día. Ayúdanos a ser parte de este pueblo que camina al lado tuyo, a ser vínculos entre vos y los que te buscan y a seguir dando testimonio de tu vida eterna.
Por tu Hijo, nuestro Salvador. Amén.
Motivos que presentamos en Oración
- Por nuestras familias.
- Por el trabajo de nuestras congregaciones en medio de tu pueblo.
- Para que la justicia y la verdad sean testimonios en cada una de nuestras vidas.
- Por los preparativos de Semana Santa en nuestras comunidades.
- Por los más pequeños.
- Por la sanidad de nuestros enfermos.
- Para estar más atentos a las necesidades de quienes nos rodean.
- Agreguemos más motivos para orar en la semana…
Oración nocturna
Salmo 4: 6-8
Muchos son los que dicen: “¿Quién puede mostrarnos algún bien?”
¡Haz, Señor, que sobre nosotros brille la luz de tu rostro!
Tú has hecho que mi corazón rebose de alegría, alegría mayor que la que tienen los que disfrutan del trigo y vino en abundancia. En paz me acuesto y me duermo, porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado.
//Que la luz de Cristo brille, nos envuelva en amor
y que su poder nos venga a proteger//
Por siempre y siempre y siempre. Amén