¡Seguimos siendo Iglesia!
Transmisiones en vivo y redes sociales en la Iglesia Metodista de Arroyito, Rosario, Santa Fe
“No somos iglesia porque tenemos un templo, sino porque tenemos una comunión con el Señor y con un grupo que puede avivar su fe en forma permanente. Nos sentimos comunidad, Iglesia más allá de que no nos podemos ver ni encontrar todo lo que quisiéramos. Seguimos siendo iglesia y permitiendo que la buena nueva siga siendo una palabra de esperanza y fe”
El impacto de la cuarentena se sintió fuertemente en las comunidades de fe alrededor de todo nuestro país, como menciona Ariel Fernández en la entrevista del EEE. Al igual que en la totalidad de las actividades que implicaban un encuentro presencial, en la comunidad de Arroyito todas las actividades que solían hacerse regularmente en las instalaciones de la iglesia y las que realizaban en el barrio como las visitas, los grupos de hogar, las reuniones de jóvenes, y adolescentes, tuvieron que suspenderse. Esto implicó asimilar rápidamente la “nueva realidad” y, en la misma semana que se determinó la cuarentena a nivel nacional, empezaron a organizarse para continuar, de alguna forma, con las actividades. Fue así que el primer domingo, realizaron la primera transmisión del culto por YouTube.
Fabián Rey, quien forma parte del equipo pastoral de la comunidad, nos comenta cuáles fueron las nuevas prácticas que se fueron implementando para sostener y fortalecer el vínculo con la congregación en tiempo de pandemia: “Se armó un grupo de difusión por whatsapp, donde fuimos reuniendo a diversas personas vinculadas a la Iglesia y a su vez, la misma gente fue invitando a amigos, parientes, haciendo un número importante de personas a las que, actualmente, podemos llegar con las actividades que proponemos. El primer domingo logramos transmitir nuestra predicación en vivo y acompañamos con algunas canciones que pasábamos por whatsapp. Luego empezamos a pedirle al equipo pastoral pequeñas participaciones para el tiempo de agradecimiento, confesión, intercesión y armamos una especie de liturgia con los distintos aportes que teníamos a través de los videos que estas personas nos enviaban junto con las canciones que replicábamos de YouTube.”
Entre otras actividades, sumaron reuniones de reflexión y oración los martes y jueves a las 19 hs junto a los pastores Gabriel Vazquez y Cristian de Paris respectivamente. Estos encuentros tienen una parte que se va siguiendo desde el grupo de Whatsapp y otra que se ve por You tube, en vivo. Cabe destacar que tanto los cultos como estas reuniones permiten la participación de las personas a través del chat, donde comparten motivos de agradecimiento y oración, saludos y novedades.
Asimismo, Fabián pone énfasis en otros encuentros que se reconfiguraron en tiempo de aislamiento: “el grupo de jóvenes comenzó a reunirse por zoom, de tal manera que continuaron encontrándose virtualmente los domingos por la tarde y el de adolescentes generó dos espacios viernes y sábados, para compartir. El grupo de escuela dominical y la liga, empezaron a preparar unos videos para compartir con enseñanzas por Instagram y Facebook y cada tanto hacen una reunión por zoom de los líderes con los niños y niñas.”
Por otro lado, entre el grupo de pastores, se organiza para enviar mensajes entre semana y hacer llamadas telefónicas para mantener el contacto con las familias y conocer su situación particular, acompañando con ternura y misericordia en tiempo de enfermedad y necesidad. De esta manera, la solidaridad también es parte del trabajo de la comunidad y Fabián nos cuenta cómo se organizaron para continuar entregando ayudas a familias que lo necesitan: “Armamos cajas de alimentos dos veces por mes y con aportes que vinieron a nivel nacional pudimos reforzar la ayuda que desde el año pasado venimos dando (llevando una vianda caliente) y armamos hasta 160 bolsones con alimentos para las familias”.
Grato ha sido estar vinculados con otras comunidades de la IEMA para compartir experiencias, de hecho, por ejemplo la IEMA de “El sembrador” de Morón se ha puesto en contacto con Santiago Rey, hijo de Fabián y encargado de coordinar la puesta tecnológica de las transmisiones en vivo para dar detalles de la forma en la que éstas se realizan y los recursos necesarios para hacer frente a este desafío. Respecto a ello, Fabián destaca “animamos a otras comunidades a que busquen comunicarse y a compartir a través de la pantalla con los testimonios, la palabra, el afecto. Que todo esto nos fortalezca para cuando nos podamos encontrar nuevamente en forma presencial.”
Próximos a celebrar un nuevo aniversario de la Iglesia (96°), tenían previsto para este año poner en línea una página web. La pandemia ha predispuesto al armado de un equipo de trabajo que ya está abocado al proyecto así como también se ocupa de mantener actualizadas las redes sociales para comunicar diversos mensajes regularmente y de una manera amigable. Por ejemplo, comenta Fabián, “en este mes de la Reforma estamos publicando una serie de entrevistas que hemos realizado a Néstor Míguez, también un video por semana sobre el tema de la Biblia con el pastor Oviedo. Siempre estamos generando posibilidades de crecimiento, de contacto para acercarnos a la gente y que sea algo con contenido para la vida de fe.”
En cuanto a los descubrimientos y aprendizajes en este tiempo, Fabián menciona que “no somos iglesia porque tenemos un templo, sino porque tenemos una comunión con el Señor y con un grupo que puede avivar su fe en forma permanente. Nos sentimos comunidad, Iglesia más allá de que no nos podemos ver ni encontrar todo lo que quisiéramos. Seguimos siendo iglesia y permitiendo que la buena nueva siga siendo una palabra de esperanza y fe. Tanto es así, que hay gente que se ha ido acercando a la Iglesia a partir de todo esto y 3 o 4 familias están muy activas en las actividades que realizamos. Sentir el calor de Dios en nuestra vida aún cuando no podemos estar juntos, sabernos iglesia manteniendo la esperanza la fe y el amor vivos porque el Señor sigue estando en medio nuestro.”
Acerca de las Transmisiones en vivo: una experiencia comunitaria y familiar
Las transmisiones en vivo requieren de una preparación previa entre semana y son realmente posibles gracias a los dones y el tiempo ofrecido por la congregación que participa activamente de cada propuesta. En cuanto a estas prácticas en vivo Fabián nos cuenta que: “da mucha alegría ver cómo la comunidad de la Iglesia participa de manera activa, viva, en la preparación anticipada de los videos de oración, confesión, gratitud; en las lecturas de la palabra, animándose a exponerse, a grabarse. En este sentido, ponemos mucha atención para que la tarea sea hecha de la mejor manera; editamos los videos que nos envían tanto para los encuentros como para las propuestas en redes. Inclusive, hemos sumado a los cultos un tiempo “previo” a través de zoom, donde un par de hermanos y hermanas invitan a compartir vivencias de cuarentena, recreando el espacio de relación que solíamos tener antes del culto, con un tinte risueño y nos ayuda a prepararnos para el culto.”
Específicamente, la preparación del culto implica un trabajo especial, que lleva tiempo y se desarrolla tanto gracias a las participaciones de la comunidad como al despliegue de recursos y acciones en el espacio concreto de la casa de la familia Rey. Fabián comenta cómo se organizan cada fin de semana y qué rol asume cada miembro de la familia: “el sábado a la tarde preparamos el orden de la liturgia y la disposición de los muebles, la pantalla de TV y acomodamos las computadoras, la que lleva la grabación en vivo, la otra que tiene el controlador de YouTube. Florencia es una especie de productora, va llamando entre semana para organizar las participaciones, ayuda a Santiago con ideas y colabora acompañando durante el culto en vivo. Miqueas y Noemí colaboran con las lecturas bíblicas junto a Marcela que acompaña con mucha motivación todo el proceso.”
Un domingo al mes la disposición de la casa y de la familia toma otra forma, ya que se preparan para la santa cena y, como familia, se acomodan frente a la cámara para compartir juntos la comunión. Sobre algunos detalles de esta disposición Fabian expresa: “Pusimos un croma, con una tela verde, para proyectar una imagen y se prueba durante la semana para que, cuando salgamos en vivo, está todo chequeado. Tratamos de no improvisar y planificar todo previamente, así que en la semana compartimos en familia, durante los almuerzos o pequeñas reuniones y aprovechamos para conversar y ajustar detalles o poner en común ideas nuevas y mejoras. Estamos muy contentos por esta posibilidad de servicio que el Señor nos da como familia.”
Nota: acercamos un video donde se puede apreciar la preparación del hogar de la familia Rey antes de cada culto:
El Estandarte Evangélico
Pandemia: prácticas comunicacionales en las comunidades de fe
Noviembre 2020
Introducción
Florencia Lahitte
Cuando nos miramos como comunidades de fe, en tiempo de pandemia y aislamiento social obligatorio, nos encontramos con experiencias comunicacionales nuevas que se debieron reconfigurar en torno a sostener “el encuentro” a pesar de las restricciones de acercamiento, incorporando recursos, medios tecnológicos, intentando no perder la esencia del encuentro como vínculo que se construye con la palabra compartida.
Leer másOportunidad para nuevas experiencias
“Pensar y dejar pensar”, programa de radio de la Iglesia Metodista de Villa Mercedes, San Luis
“Esta es una linda experiencia a la que se traslada el mismo temor que uno tiene en el culto, de tener todo organizado y preparado. Solo que aquí no puede haber silencios, sino que debe estar todo pautado. Si bien es parecido a una liturgia de culto, es una experiencia nueva porque tenés que aprender cómo reemplazas el gesto o los movimientos. Otra cuestión es que lo que se diga sea con amor y responsabilidad, por eso todo está guionado y la preparación es fundamental para hacer las cosas en forma eficiente, como servidores de Cristo.”
Leer másLa fe en tiempos de cambios: nuevas prácticas de comunicación
Entrevista exclusiva de El Estandarte Evangélico con el Secretario General de Vida y Misión, P. Ariel Fernández
La reconfiguración de las prácticas comunicacionales en las comunidades de fe, se vuelve imprescindible en momentos donde, el abrazo y el mate compartido, se hacen prácticas lejanas y añoradas.
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