32 – Jesús y encuentros (4): Curación del ciego
Guías Metodológicas
Libro de actividades 32
Juan 9
Algunas personas le plantearon a Jesús por qué este hombre había nacido ciego. Jesús se niega a decir que la ceguera del hombre es castigo por un pecado. En cambio, toma en cuenta el sufrimiento de este hombre, no se queda con la pregunta teórica sino que da respuesta concreta a una necesidad.
El ciego que no fue a pedirle a Jesús que lo curara. “Dios nos ama tanto, te digo que nos ama tanto…” que cuando salía del templo (y eso que salía medio escondido) se encontró con el ciego de nacimiento. Y en ese tiempo que tendría que haber usado para esconderse porque lo estaban queriendo apedrear, digo en ese tiempo, hizo lodo en el suelo, lo agarró y se lo puso al ciego en los ojos. Las manos de Jesús devolviendo la luz.
Siempre que se nos hace de noche en la vida, Jesús nos toma con sus manos y nos devuelve la luz. A veces estamos tan a oscuras que ni siquiera lo vemos como el ciego, pero entonces JESÚS nos encuentra, El nos encuentra siempre y se queda con nosotros y sus manos nos ayudan a encontrar el camino de la luz.
¿Hago yo de mi fe, la gran causa del Señor Jesús? ¿Estoy con mis manos abriendo el camino de los que andan en la oscuridad? ¿Soy capaz de acercarme al que necesita la luz del evangelio, aunque no me lo pida? Esta debería ser la utopía de la vida de los creyentes, ser capaces de intentar a diario con nuestras manos, abrir caminos de luz.
¿Qué queremos lograr?
- Comprender que con nuestras manos podemos ayudar a otros.
Índice
./ niñas/os no lectores
Contar la historia bíblica para ellos:
A: -Hola chicos nosotras somos las manos.
B: Les vamos a contar una historia.
A: Nosotras somos amigas de las manos de Jesús.
B: sí, las manos de Jesús que siempre hacen algo importante para las personas. Muchas personas lo seguían por todas partes.
A: Un día Jesús tocó con barro a un hombre que no podía ver y lo curó.
B: desde ese día ese hombre pudo empezar a hacer muchas cosas que antes no podía.
A: estaba tan contento que fue a contarle a otros lo feliz que estaba
B: ¿cómo podemos usar nuestras manos? Ellas sirven para aplaudir (pedir que aplaudan), para rascarse, tocar el pelo del que está al lado.
A: Pero también para abrazar (pedir que se abracen), para ayudar, regar las plantas.
B: que otra cosa hacen ustedes (esperar que los chico a cuenten que hacen para otros con sus manos) A y B: nosotras nos vamos tenemos mucho que hacer porque siempre alguien necesita ayuda.
./ niñas/os lectores menores
Contar la historia de la Biblia.
¿Con quién se encontró Jesús? ¿Cómo era la vida del ciego? ¿Qué hacía? ¿Cómo lo curó Jesús? ¿Qué sucedió después que Jesús lo curó? ¿Por qué el Señor lo curó?¿Qué quiere Dios que hagamos nosotros?
ORAR.-
./ niñas/os lectores mayores
¿Con quién se encontró Jesús? ¿Cómo era la vida del ciego? ¿Qué hacía? ¿Cómo lo curó Jesús? ¿Qué sucedió después que Jesús lo curó? ¿Por qué el Señor lo curó?¿Qué quiere Dios que hagamos nosotros?
ORAR.-
./ adolescentes
Leer el cuento:
El ciego, los enfermos y el paredón.
Dos hombres, gravemente enfermos, compartían el mismo cuarto en un hospital. A uno de ellos lo hacían sentar una hora por día recostado en su respaldo para favorecer un drenaje. Su cama daba a la única ventana del cuarto. La cama del otro, en la otra extremidad quedaba al margen de toda posibilidad de ver hacia afuera.
Los enfermos, tanto como podían, pasaban horas conversando desde sus camas, evocando sus familias, sus trabajos, sus amigos, sus viajes…
Cuando sentaban al enfermo de la ventana en su cama, éste pasaba su hora de tratamiento describiendo a su compañero lo que veía al exterior. Había un hermoso bosque en donde frecuentemente se veían animales. Un lago en donde los cisnes nadaban y los niños entusiasmados hacían navegar sus barquitos a vela. Un césped y un jardín en donde se diría que las flores habían sido coloreadas por el arco iris. El enfermo del otro extremo del cuarto, desde hacía días había comenzado a vivir de nuevo a través de las animadas escenas descriptas por su amigo de la ventana. Este le contaba que los jóvenes enamorados caminaban unidos por el brazo. Más lejos dos esposos se divertían con sus niños haciendo volar un barrilete.
Y ahora, cosa inesperada, una banda de músicos uniformados con vivos colores pasaba a lo largo del lago atrayendo los paseantes. Claro que la ventana cerrada impedía a los enfermos oír la música. Lástima, pero evidentemente y a juzgar por el entusiasmo de la gente descripto por el relator, debían tocar muy bien. Mientras el hombre de la ventana describía las imágenes que desfilaban ante sus ojos, el otro cerraba los suyos e imaginaba las pintorescas escenas. Los días y las semanas pasaban, y cada día el hombre del fondo del cuarto esperaba con cierta ilusión las descripciones de su amigo.
Una mañana, la enfermera llegó para lavar a los pacientes, y encontró con tristeza el cuerpo sin vida del enfermo de la ventana que se había ido apaciblemente durante el sueño. Llamó a los dependientes del hospital para que retiraran el cuerpo.
Tiempo después, y tan pronto como le pareció oportuno, el otro enfermo, no sin tristeza pidió a la enfermera si podía desplazarlo al lugar de la ventana. Esperaba ver por sus propios ojos las coloridas imágenes que durante tantos días su amigo le había transmitido.
La enfermera, contenta de poder proporcionarle ese servicio, lo cambió de lugar, y en cuanto constató que el enfermo estaba cómodo lo dejó sólo.
Lentamente éste se deslizó en su cama, hasta lograr incorporarse lo suficiente para mirar a través de la ventana. Pero para su inesperada sorpresa, delante de él y pocos metros hacia afuera, se interponía Un enorme muro blanco.
Contrariado, el enfermo preguntó más tarde a la nurse, cuál razón habría llevado a su compañero fallecido a describirle tantas falsas escenas. “Imposible que las viera”, contestó la enfermera, su compañero era ciego, y evidentemente no podía ni siquiera ver el muro de enfrente. El inventó todo, porque seguramente deseaba comunicarle a usted la alegría de vivir.”
Leer el texto bíblico.
¿Por qué el hombre estaba ciego? La enfermedad, ¿es fruto del pecado o es un castigo? ¿Qué posición ataca Jesús al hablar de la enfermedad congénita? ¿Por qué los padres no apoyan a su hijo? ¿De qué tenían miedo? ¿Qué cambio se produjo con la sanidad? ¿Por qué el ciego da testimonio de Jesús? ¿Cuál es la respuesta del ciego ante la sanidad? ¿Cuál es nuestra respuesta? ¿Qué se manifiesta en la sanidad? ¿Qué actitud tomó el ciego? ¿Qué actitud tenemos nosotros cuando estamos enfermos? ¿Qué le sucedió al ciego por ser testigo? ¿Por qué el ciego no dejó de dar testimonio? ¿Por qué el ciego creyó, por lo que Jesús hizo o por lo que le dijo?
Tu fe en Cristo, ¿fue motivada por lo que alguien hizo por ti o por lo que alguien te dijo?
Relacionar con el cuento y lo que Dios hace con nuestras vidas, dándonos luz, nos busca, nos sana.
¿En qué aspectos de nuestra vida necesitamos de la luz de Dios? ¿estamos dispuestos con nuestras manos a dar luz a otros predicando la Palabra?
Relacionar este relato con los anteriores y rever los cambios producidos en la vida de las personas cuando son tocadas por el Señor.
ORAR.-
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