09 – Día de la Memoria

19 Feb 2020
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09 – Día de la Memoria

Guías Metodológicas


Libro de actividades 09



Salmo 85


El Salmo 85 está dividido en tres partes: la primera nos habla de la misericordia que el Señor pone de manifiesto cuando hizo volver de Babilonia a los cautivos (1-4 j. La segunda es una súplica que brota de las aflicciones presentes y la tercera contiene un mensaje profético de salvación, que anuncia al pueblo paz y bienestar. A partir del versículo 10 habla de cuatro atributos divinos que aparecen aquí personificados. El salmista usa un recurso poético para describir las bendiciones que el Señor va a derramar sobre su pueblo. La justicia se representa como un mensajero que va delante del Señor y anuncia su llegada.

La intención de este encuentro es que podamos hacer memoria y renovar nuestro compromiso como parte de una iglesia que ha mantenido un discurso y una acción en defensa de los derechos humanos vulnerados especialmente a partir de la última dictadura. Como iglesia que denuncia y se pronuncia retomamos las palabras del salmista en el anuncio profético como asr también en la seguridad de la promesa de Dios de que reine su justicia entre los hombres y mujeres.


¿Qué queremos lograr?


  • Valorar y reconsiderar nuestra historia como pueblo a la luz de la Palabra.
  • Descubrir que Dios se preocupa por nosotros como pueblo creyente y también como parte del conjunto de todo el pueblo argentino.

Índice



./ niñas/os no lectores

Caso Gaspar, de Elsa Bornemann

Aburrido de recorrer la ciudad con su valija a cuestas para vender -por lo menos- doce manteles diarios, harto de gastar suelas, cansado de usar los pies, Gaspar decidió caminar sobre las manos. Desde ese momento, todos los feriados del mes se los pasó encerrado en el altillo de su casa, practicando posturas frente al espejo. Al principio, le costó bastante esfuerzo mantenerse en equilibrio con las piernas para arriba, pero al cabo de reiteradas pruebas el buen muchacho logró marchar del revés con asombrosa habilidad. Una vez conseguido esto, dedicó todo su empeño para desplazarse sosteniendo la valija con cualquiera de sus pies descalzos. Pronto pudo hacerlo y su destreza lo alentó.

-¡Desde hoy, basta de zapatos! ¡Saldré a vender mis manteles caminando sobre las manos! -exclamó

Gaspar una mañana, mientras desayunaba. Y -dicho y hecho– se dispuso a iniciar esa jornada de trabajo andando sobre las manos.

Su vecina barría la vereda cuando lo vio salir. Gaspar la saludó al pasar, quitándose caballerosamente el gorro:

-Buenos días, doña Ramona. ¿Qué tal los canarios?

Pero como la señora permaneció boquiabierta, el muchacho volvió a colocarse el sombrero y dobló la esquina. Para no fatigarse, colgaba un rato de su pie izquierdo y otro rato del derecho la valija con los manteles, mientras hacía complicadas contorsiones a fin de alcanzar los timbres de las casas sin ponerse de pie.

Lamentablemente, a pesar de su entusiasmo, esa mañana no vendió ni siquiera un mantel. ¡Ninguna persona confiaba en ese vendedor domiciliario que se presentaba caminando sobre las manos!

-Me rechazan porque soy el primero que se atreve a cambiar la costumbre de marchar sobre las piernas …

Si supieran qué distinto se ve el mundo de esta manera, me imitarían … Paciencia … Ya impondré la moda de caminar sobre las manos … -pensó Gaspar, y se aprestó a cruzar una amplia avenida.

Nunca lo hubiera hecho: ya era el mediodía … los autos circulaban casi pegados unos contra otros. Cientos de personas transitaban apuradas de aquí para allá.

-¡Cuidado! ¡Un loco suelto! -gritaron a coro al ver a Gaspar. El muchacho las escuchó divertido y siguió atravesando la avenida sobre sus manos, lo más campante.

-¿Loco yo? Bah, opiniones …

Pero la gente se aglomeró de inmediato a su alrededor y los vehículos lo aturdieron con sus bocinazos, tratando de deshacer el atascamiento que había provocado con su singular manera de caminar. En un instante, tres vigilantes lo rodearon.

-Está detenido -aseguró uno de ellos, tomándolo de las rodillas, mientras los otros dos se comunicaban por radioteléfono con el Departamento Central de Policía.

¡Pobre Gaspar! Un camión celular lo condujo a la comisaría más próxima, y allí fue interrogado por innumerables policías:

-¿Por qué camina con las manos? iEs muy sospechoso! ¿Qué oculta en esos guantes? iConfiese! iHable!

Ese día, los ladrones de la ciudad asaltaron los bancos con absoluta tranquilidad: toda la policía estaba ocupadísima con el «Caso Gaspar-sujeto sospechoso que marcha sobre las manos».

A pesar de que no sabía qué hacer para salir de esa difícil situación, el muchacho mantenía la calma y -isorprendente!- continuaba haciendo equilibrio sobre sus manos ante la furiosa mirada de tantos vigilantes. Finalmente se le ocurrió preguntar:

-¿Está prohibido caminar sobre las manos?

El jefe de policía tragó saliva y le repitió la pregunta al comisario número 1, el comisario número 1 se la transmitió al número 2, el número 2 al número 3, el número 3 al número 4… En un momento, todo el Departamento Central de Policía se preguntaba: ¿ESTÁ PROHIBIDO CAMINAR SOBRE LAS MANOS? Y por más que buscaron en pilas de libros durante varias horas, esa prohibición no apareció. No, señor. iNO existía ninguna ley que prohibiera marchar sobre las manos ni tampoco otra que obligara a usar exclusivamente los pies!

AsÍ fue como Gaspar recobró la libertad de hacer lo que se le antojara, siempre que no molestara a los demás con su conducta. Radiante, volvió a salir a la calle andando sobre las manos. Y por la calle debe encontrarse en este momento, con sus guantes, su sombrero y su valija, ofreciendo manteles a domicilio … ¡Y caminando sobre las manos!

 

Aquí proponemos reflexionar sobre el cuento.

Algunas preguntas ¿Por qué pensás que Gaspar camina con las manos? ¿Por qué lo detienen por caminar con las manos? ¿Por qué es sospechoso? ¿Quién dice que es sospechoso? ¿Conocen alguna ley que determine la prohibición de caminar con las manos?

¿Saben que hace muchos años, cuando sus abuelos eran jóvenes o niños este cuento estaba prohibido? Nadie podía leer o contar este cuento y otros de la autora que lo escribió. No lo decía ninguna ley. Los militares que gobernaban en ese momento el país consideraron que no era bueno que se enseñaran cosas tan disparatadas a los niños. No sabían divertirse con lo diferente como Gaspar.

  • Jugar a caminar con las manos
  • Dibujar el cuento.

 

Comentar que Dios nos da las manos para hacer muchas cosas buenas como por ejemplo 

  • Pedir que den ejemplos.

¿Nos pueden obligar hacer cosas malas?

Comentar que Dios siempre quiere que hagamos cosas buenas para nosotros y para los demás, aún aquellas que sean diferentes a lo que hacen todos, como por ejemplo … 

ORAR.- dando gracias a Dios porque podemos hacer muchas cosas buenas y lindas

 

./ niñas/os lectores menores

Leer el siguiente cuento:

 “Un elefante ocupa mucho espacio”, cuento de Elsa Bornemann.

Que un elefante ocupa mucho espacio lo sabemos todos.

Pero que Víctor, un elefante de circo, se decidió una vez a pensar “en elefante”, esto es, a tener una idea tan enorme como su cuerpo… ah… eso algunos no lo saben, y por eso se los cuento:

Verano. Los domadores dormían en sus carromatos, alineados a un costado de la gran carpa. Los animales velaban desconcertados.

No era para menos: cinco minutos antes el loro había volado de jaula en jaula comunicándoles la inquietante noticia. El elefante había declarado huelga general y proponía que ninguno actuara en la función del día siguiente.

-¿Te has vuelto loco, Víctor? -le preguntó el león, asomando el hocico por entre los barrotes de su jaula-. ¿Cómo te atreves a ordenar algo semejante sin haberme consultado? ¡EI rey de los animales soy yo!

La risita del elefante se desparramó como papel picado en la oscuridad de la noche:

-Ja. El rey de los animales es el hombre, compañero. Y sobre todo aquí, tan lejos de nuestras selvas …

-¿De qué te quejas, Víctor? -interrumpió un osito, gritando desde su encierro. ¿No son acaso los hombres los que nos dan techo y comida?

-Tú has nacido bajo la lona del circo … -le contestó Víctor dulcemente. La esposa del criador te crió con mamadera… Solamente conoces el país de los hombres y no puedes entender, aún, la alegría de la libertad …

-¿Se puede saber para qué hacemos huelga? -gruñó la foca, coleteando nerviosa de aquí para allá.

-¡Al fin una buena pregunta! –exclamó Víctor, entusiasmado, y ahí nomás les explicó a sus compañeros que ellos eran presos … que trabajaban para que el dueño del circo se llenara los bolsillos de dinero… que eran obligados a ejecutar ridículas pruebas para divertir a la gente … que se los forzaba a imitar a los hombres … que no debían soportar más humillaciones y que patatín y que patatán. (Y que patatín fue el consejo de hacer entender a los hombres que los animales querían volver a ser libres … Y que patatán fue la orden de huelga generaL .. )

-Bah … Pamplinas … -se burló el león-. ¿Cómo piensas comunicarte con los hombres? ¿Acaso alguno de nosotros habla su idioma?

-Sí -aseguró Víctor. El loro será nuestro intérprete -y enroscando la trompa en los barrotes de su jaula, los dobló sin dificultad y salió afuera. En seguida, abrió una tras otra las jaulas de sus compañeros.

Al rato, todos retozaban en los carromatos. ¡hasta el león!

Los primeros rayos de sol picaban como abejas zumbadoras sobre las pieles de los animales cuando el dueño del circo se desperezó ante la ventana de su casa rodante. El calor parecía cortar el aire en infinidad de líneas anaranjadas … (los animales nunca supieron si fue por eso que el dueño del circo pidió socorro y después se desmayó, apenas pisó el césped … )

De inmediato, los domadores aparecieron en su auxilio:

-¡Los animales están sueltos! -gritaron a coro, antes de correr en busca de sus látigos. 

-¡Pues ahora los usarán para espantarnos las moscas! -les comunicó el loro no bien los domadores los rodearon, dispuestos a encerrarlos nuevamente.

-¡Ya no vamos a trabajar en el circo! iHuelga general, decretada por nuestro delegado, el elefante!

-¿Qué disparate es este? ¡A las jaulas! -y los látigos silbadores ondularon amenazadoramente.

-¡Ustedes a las jaulas! -gruñeron los orangutanes, y allí mismo se lanzaron sobre ellos y los encerraron.

Pataleando furioso, el dueño del circo fue el que más resistencia opuso. Por fin, también él miraba correr el tiempo detrás de los barrotes.

La gente que esa tarde se aglomeró delante de las boleterías, las encontró cerradas por grandes carteles que anunciaban: CIRCO TOMADO POR LOS TRABAJADORES. HUELGA GENERAL DE ANIMALES.

Entretanto, Víctor y sus compañeros trataban de adiestrar a los hombres:

-¡Caminen en cuatro patas y luego salten a través de estos aros de fuego! iMantengan el equilibrio apoyados sobre sus cabezas!

-¡No usen las manos para comer! ¡Rebuznen! iMaúllen! iLadren! iRujan!

-¡BASTA, POR FAVOR, BASTA! -gimió el dueño del circo al concluir su vuelta número doscientos alrededor de la carpa, caminando sobre las manos- ¡Nos damos por vencidos! ¿Qué quieren? 

El loro carraspeó, tosió, tomó unos soribitos de agua y pronunció entonces el discurso que le había enseñado el elefante:

– … Con que esto no, y eso tampoco, y aquello nunca más, y no es justo, y que patatín y que patatán .. . porque … o nos envían de regreso a nuestras selvas .. . o inauguramos el primer circo de hombres animalizados, para diversión de todos los gatos y perros del vecindario. He dicho. Las cámaras de televisión transmitieron un espectáculo insólito aquel fin de semana: en el aeropuerto, cada uno portando su correspondiente pasaje en los dientes (o sujeto en el pico en el caso del loro), todos los animales se ubicaron en orden frente a la puerta de embarque con destino al África.

Claro que el dueño del circo tuvo que contratar dos aviones: en uno viajaron los tigres, el león, los orangutanes, la foca, el osito y el loro. El otro fue totalmente utilizado por Víctor… porque todos sabemos que un elefante ocupa mucho, mucho espacio …

 

En 1976, “Un elefante ocupa mucho espacio” de Elsa Bornemann fue elegido para integrar la Lista de Honor del Premio Internacional Hans Christian Andersen, otorgado por International Board on Books for Young People, con sede en Suiza.

Un año después era prohibido en la Argentina por relatar una huelga de animales. El decreto decía: “se trata de cuentos destinados al público infantil, con una finalidad de adoctrinamiento que resulta preparatoria a la tarea de captación ideológica del accionar subversivo.”

(Fuente www.imaginaria.com.ar)

 

¿Qué derechos reclaman los animales del circo? ¿Por qué hacen huelga?

Conversamos con los niños: ¿Por qué creen ustedes que los militares que se habían apropiado del gobierno en nuestro país prohibieron este cuento? ¿Les gusta ver a los animales metidos en las jaulas? ¿Les gusta a ustedes estar encerrados en la casa o les gusta salir al patio a jugar o a la calle a andar en bicicleta?

Comentar que a los animales también les gusta estar en sus lugares de origen y poder disfrutar del sol y el aire.

¿A ustedes les gusta trabajar? Aclarar que ayudar en la casa no es trabajar: a los animales en el circo LOS HACEN TRABAJAR.

 

  • Dibujar el cuento entre todos.

ORAMOS.- a Dios para que los animales nunca más vuelvan a ser maltratados.

Oramos para que todos puedan reclamar por sus derechos sin ser castigados.

 

./ niñas/os lectores mayores

Salmo 85: 9-14

Recalcamos que el Señor hablará de paz a su pueblo.

 

Les contamos:

Hace más de 35 años en este país se perdió la paz. Se confundió la paz con órdenes que prohibían hacer algunas cosas, cantar algunas canciones, leer algunos libros, y sobre todo, se prohibía ayudar a los más pobres, se prohibía preocuparse por los más necesitados.

Si algo no se puede hacer, hay que explicar por qué. Por ejemplo, cuando les dicen en la casa, que no fumen, que no usen droga… y otras cosas más, les explican que es porque les hace mal a la salud y al crecimiento. Ningún niño que consume bebidas alcohólicas y drogas puede crecer con toda inteligencia, porque eso nos hace perder el dominio de nosotros cada día un poco más.

Pero en ese tiempo de dictadura nos prohibían todo eso bueno: prohibido ser solidarios, prohibido cantar canciones sobre la paz, prohibido leer libros que pensaran de manera distinta a ellos que eran las autoridades del país, y como eran los que tenían las armas si no hacías lo que ellos decían, mataban. Y así fue como hicieron desaparecer a más de 30.000 personas.

Las iglesias orábamos a Dios para que todo aquello terminara para que la paz del Señor estuviera entre nosotros. Y también orábamos por justicia, para que los que hicieron tanto mal a tantas personas fueran juzgados por la justicia.

Y además las Iglesias pedíamos ante las autoridades, participábamos en marchas pidiendo justicia, algunas iglesias organizaban comedores para los niños más pobres … y el Señor, como dice el Salmo, NOS ESCUCHÓ. Y todavía hoy se hace justicia, poniendo presos a los que torturaron y mataron en esa época triste de la historia.

Por eso hablamos del Día de la Memoria. Para recordar lo que pasó en aquel tiempo y seguir trabajando por la paz.

 

Vivir en paz unos con otros, es lo que Dios quiere de nosotros, cuando nos dice que nos amemos. No nos pide que pensemos todos igual, nos pide que nos amemos aún cuando pensemos distinto.

En La Biblia dice que los que siembran la paz, recogen como fruto la justicia, y ustedes saben qué lindo y qué bueno es vivir cuando hay justicia.

 

¿Podemos contar alguna situación de justicia que pase en la casa o entre los amigos o en la escuela? Los ayudamos a ver situaciones de justicia (todos salen a pasear, ninguno se queda encerrado; compraron helado para todos; les van comprando zapatillas un mes a cada uno y varias cosas más)

 

Árbol de los sueños

Juntos vamos a hacer el árbol de los sueños.

Libro de Actividades
  Imprimir 1: El árbol de los sueños (palabras) (Libro de Actividades)

Reproducimos un árbol en grande y escribimos en cada cartel alguna situación de justicia. Y le ponemos como título al cartel los versículos 11 y 12 del Salmo 85.

 

./ adolescentes

Leer el siguiente texto:

La comunión, por Eduardo Galeano.

Al toque de diana, se levantaron todos. Nadie había pegado los ojos en aquel inmenso barracón. Los presos habían estado de plantón hasta la madrugada después de una jornada de palizas y amenazas de fusilamiento, y corrían rumores de exterminio. Un preso recién llegado de Montevideo, que todavía no había perdido la cuenta del almanaque, informó:

– Hoy es domingo de Pascua. 

Los cristianos se pasaron la voz. Había que celebrar. Estaba prohibido juntarse, no se permitía ninguna clase de reunión, fuese para lo que fuese, y en carne propia los presos habían aprendido que la prohibición no era ningún chiste. Pero había que hacerlo. Los demás presos, los que no eran cristianos, ayudaron. Algunos, sentados en las cuchetas, vigilaban las puertas de rejas. Otros formaron un anillo de gente que iba y venía, caminando como al descuido, alrededor de los celebrantes. y al centro, ocurrió la ceremonia. Miguel Brun susurró algunas palabras.

Evocó la resurrección de Jesús, que anunciaba la redención de todos los cautivos. 

Jesús había sido perseguido, encarcelado, atormentado y asesinado, pero un domingo como este había hecho crujir los muros, y los había volteado, para que toda prisión tuviera libertad y toda soledad tuviera encuentro.

En el barracón no había nada. Ni pan, ni vino, ni vasos quisiera. Fue la comunión de las manos vacías. Miguel ofreció al que se había ofrecido:

– Comamos -susurró- Este es su cuerpo.

Los cristianos se llevaron la mano a la boca, y comieron el pan invisible.

– Bebamos. Esta es su sangre.

Y alzaron la ninguna copa, y bebieron el vino invisible.

Después, se abrazaron.

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