Recursos para la liturgia del culto comunitario

Bendición de vida

Que la mano de Dios te abra los ojos para que no tropieces en el camino,
que tus labios saboreen el amor de Dios,
que tus palabras sean dulces a oídos de tu prójimo,
que el Dios Padre y Madre te acaricie las manos para que nunca las tuyas
ni las de tus hijos, ni las de tus amigos tengan que empuñar armas.
Que tus acciones sean inspiradas en complicidad con la mirada mansa de Dios,
para cantar sobre todo a las personas que olvidan que eres fuente de alegría.
En nombre de Dios, en nombre de Cristo y en nombre del Espíritu Santo,
que así sea para siempre.

Rubem Alves

Credo hispano – adaptación

Creemos en Dios Padre todopoderoso,
creador de los cielos y de la tierra,
creador de los pueblos,
los idiomas y las culturas,
que sigue actuando en el mundo
y nos llama a ser colaboradores
en su misión redentora.

Creemos en Jesucristo,
su Hijo, nuestro Señor,
Dios hecho carne en un ser humano
para todos los humanos;
Dios hecho carne en un momento
para todas las edades;
Dios hecho carne en una cultura
para todas las culturas;
Dios hecho carne en amor y gracia
para toda la creación:
Jesucristo presencia, memoria y futuro
en la vida de nuestros pueblos.

Creemos en el Espíritu Santo,
por quien el Dios encarnado en Jesucristo
se hace presente en nuestra gente
y en nuestras culturas;
por quien el Dios creador
de todo cuanto existe
nos da poder para ser nuevas criaturas;
quien con sus infinitos dones
nos hace un solo pueblo:
el cuerpo de Jesucristo.

Credo Hispano - Justo González – adaptación GB - Continuamos este credo en los “Aportes” del próximo domingo

Envío y bendición

Como ciervo sediento en busca de un río,
así, Dios mío, te busco a ti.
Tengo sed de Dios, del Dios de la vida.
¿Cuándo volveré a presentarme ante Dios?

Se escucha en los precipicios
el eco atronador de tus cascadas;
los torrentes de agua que tú mandas
han pasado sobre mí.

De día el Señor me envía su amor,
y de noche no cesa mi canto
ni mi oración al Dios de mi vida.

¿Por qué voy a desanimarme?
¿Por qué voy a estar preocupado?
Mi esperanza he puesto en Dios,
a quien todavía seguiré alabando.
¡Él es mi Dios y Salvador!

Enviado por Cristina Dinoto, del Salmo 42

¿Desaliento?

Oh Dios, no te desalientes por favor.
La depresión no es buena,
nos provoca pesada carga y desánimo
Oh Dios, ten cuidado con la depresión.
Si tú te desalientas,
nosotros sufriremos mucho.

¡Sí! ¡Tienes razón! Creaste la vida
y todo lo hiciste muy bien.
¡Recibe mi felicitación por tan maravillosa obra!
Además, como si las flores y los bosques,
los ríos y los mares,
la tierra, el agua, el fuego y el aire, fueran poco
tuviste la extraordinaria imaginación
de crear al ser humano,
varón y mujer, capaces de amar, de crear vida,
de proyectar para el futuro
y tantas cosas más…,
bueno, imagen tuya, ¿no?
¡Todo tan maravilloso! ¡Nuevamente te felicito!

Todo lo hiciste bien…, pero…, francamente…
hoy y la historia pasada nos dejan ver
que el proyecto tan maravilloso
no ha salido del todo bien. ¿Recuerdas
cuando les preguntaste opinión a los ángeles
sobre la creación del ser humano?
¡Qué discusión se armó!
“No lo crees, Señor, será injusto”.
“No, por favor, será violento y guerrero”.
Algunos de ellos tenían razón.
Hubo Herodes en el pasado y hoy también.
Servidores de la muerte, para ser breve,
servidores del oro y el petróleo, las riquezas,
la corrupción, la droga y el crimen…
bueno, tú sabes de quiénes hablo,
los conoces muy bien.

A pesar de todo, ¡no te desalientes, Señor !
No puedo decir: “yo te voy a ayudar
a que las cosas sean mejores”.
Sin embargo
tú continúas teniéndonos en tu agenda
a fin de que seamos servidores
y servidoras de la vida.
Orando, trabajando, anunciando tu Palabra
y denunciando la maldad.
Marchando y acompañando, cantando y llorando, riendo y confiando.
¡Vamos Señor no te desalientes!
Hay mucha gente que quiere servir a la verdad, la justicia, la paz, en resumen, la vida.
En tu Iglesia y fuera de ella,
en sinagogas y mezquitas,
en pagodas y plazas…, incluso en comités políticos y oficinas de gobierno,
en comunidades aborígenes y negras.
¡Gracias, oh Dios, porque continúas teniendo esperanza en nosotros!
Danos tu ayuda para seguirte con fidelidad.
No te desalientes… y que tampoco eso
nos suceda a nosotros.
Tómanos de la mano y andemos…
¡Lo mejor está por venir!
Que así sea.

Aldo M. Etchegoyen, 1929-2015, fragmento

Himnos y Canciones

• Alma, bendice al Señor – Neander, 1650-1680 – Tr F Fliedner, 1845-1901, España – CF 197
• Dame tu mano (Carnavalito) – Centeno y Fagundes, Brasil –Tr Junker y Sosa – CF 333
• Dios en tu gracia transforma el mundo - Gerardo Oberman y Horacio Vivares, Argentina - https://redcrearte.org.ar/dios-en-tu-gracia-transforma-el-mundo-2/ - Red Crearte
• La mano de Dios – P Prescod y N Dexter, Jamaica – Tr L Krpheler, Cuba – CF 225
• ¡Vuélvete a Dios! (Todo te está diciendo) - Osvaldo Catena, 1920-1986. Argentino – CF 373
• Megalópolis (Hoy en grandes ciudades) - João Dias de Araujo, Trad. F. Pagura - Décio Laurenti – Brasil - CF 348