Recursos para la liturgia del culto comunitario

El llamado a la confesión por las veces en que no hemos amado de manera tal que los demás vean el amor de Dios en nosotros. Le pedimos a nuestro Dios que nos enseñe a amar:

Así como tú, Señor, así como tú nos amas,
y nos amas, así queremos amar.

Amar es confesarnos mutuamente,
perdonarnos de nuevo cada día,
buscar la luz, la verdad, andar de frente,
sin guardias, sin secretos, sin mentiras.

Así como tú Señor, así como tú nos amas
y perdonas, así queremos amar.

Amar es compartir todos los tiempos,
los de espera, dolor y de alegría,
amar es entregarse por el otro,
dando pan, dando fuerza, nuestra vida.

Así como tú, Señor, así como tú nos amas
y te entregas, así queremos amar.

Amar es ser siervo del que sufre
la pobreza, el hambre y el desprecio,
es luchar por liberarnos entre todos
y llenar el futuro de esperanzas.

Así como tú, Señor, así como tú nos amas
y liberas, así queremos amar.

L y M: Campamento de jóvenes metodistas, Argentina, 1974 – CF 312. Adaptación de la sexta estrofa por GB

Oración para después de la confesión

Gracias, Padre eterno, gracias.

Tú no me has abandonado a mí,

que soy la obra de tus manos.
Tú no me has dado vuelta la cara,

ni has despreciado mis sentimientos.

Tú que eres la luz, has aceptado mi oscuridad.
Tú, el gran médico,

has sanado mis enfermedades.

Tú que eres la vida, no me has dejado morir.
Tú que eres la sabiduría,

no te has ido a causa de mi necedad.

Tú, al contrario, me rodeas de tu bondad

y de tu amable misericordia,
y me nutres con el amor por ti y por el prójimo.

Gracias, Padre eterno, gracias.
Amén.

Envío y bendición en tiempo de Resurrección:

Que Dios te resucite de todas las situaciones,
sentimientos e historias que te sepultan
en el imperio de la muerte.

Que Jesucristo te traiga a la vida
y a la esperanza
y se revele en el jardín de tus anhelos
y compromisos.

Que el Espíritu Santo te impulse y te guíe
a caminar las sendas de Cristo en el mundo,
junto a sus hijos e hijas
para que el Reino llegue pronto.

Recibamos la bendición del Resucitado,
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Gerardo Oberman

¿Dónde poner nuestro corazón?

¿Dónde poner nuestro corazón, Señor?
En medio de las luces y las sombras
por las que transitamos día a día.
En medio de los Publicanos y Fariseos que ostentan el poder de los reinos de este mundo,
sin mirar la injusticia que obran entre sus hermanos.

¿Dónde poner nuestro corazón, Señor?
En este tiempo de pobreza y violencia enfrentadas;
de niños y jóvenes abusados,
en este tiempo en que parece que fe y esperanza
se soltaron de tu mano.

¿Dónde poner nuestro corazón, Señor?
En medio de familias enteras que suben
a pobres embarcaciones buscando un horizonte mejor
y dejan sus vidas en medio del mar;
de niños que pierden su inocencia al ver la muerte tocarlos de cerca en esos barcos

Muéstranos, Señor, que el tesoro
sigue siendo tu entrega al Reino de la Verdad y la Justicia,
que amar al prójimo sigue siendo tu obsesión,
que aprender a amarnos en palabras y gestos
sigue siendo tu enseñanza favorita,
y que entonces, cuando estemos frente a frente, nos preguntarás

¿dónde está tu corazón?
Y sea ese el momento de mostrar
todos los nombres que tenemos en las manos.
Amén.

Cristina Dinoto

El bastón

Abuelo Gabino, te fuiste pidiendo tu bastón.
No lo necesitabas, pero lo querías.
Aquel lindo bastón que te regaló Osvaldo
se convirtió en tu apoyo y fortaleza.
De noche te acompañaba en tu lecho,
de mañana te esperaba para ayudarte nuevamente a andar.
Ibas y venías con él. Subías y bajabas.
Con tu bastón no había tropiezo ni dificultad.
Era tu apoyo firme y seguro.
Ahora comprendo mejor el salmo que dice

“Tu vara y tu cayado me darán aliento”.
También para aquel viejo salmista
su vara fue apoyo firme y seguro.
Pero en verdad, el poema se refiere
a Dios mismo, el Buen Pastor.

Sin querer, abuelo, con tu bastón
nos hablabas también de Dios.
Aquel fue tu apoyo y fortaleza.
Te fuiste, abuelo.
Nos queda tu bastón que nos recuerda aquel
que es el verdadero bastón de la vida, Jesucristo.

Aldo Etchegoyen, agosto de 1984. En defensa de la vida, Vértice de Ideas, Bs As, 2019

Himnos y Canciones

• El mensaje que hoy proclamamos – Eleazar Torreglosa, Colombia - CD “Hoy canta Dios” -https://redcrearte.org.ar/el-mensaje-que-hoy-proclamamos-2/ - Red Crearte
• El Señor es mi fuerza – J Antonio Espinoza, España-Perú – CF 217
• Heme aquí – LyM: Dan Schutte, 1981– trad Yolanda Pupo-Ortiz - M adapt. por Carlton Young – MV 289
• Hemos cubierto la tierra – Federico Pagura y Pablo Sosa, Argentina - CF 347
• Por la fecunda tierra – Vicente y Claudio Triputti, Argentina – CF 332
• Soñamos – Eleazar Torreglosa, Colombia - CD “Hoy canta Dios” - https://redcrearte.org.ar/sonamos/ - Red Crearte