El devocional del Obispo
Por la Resurrección se confirma la divinidad del Mesías: verdadero Dios y verdadero hombre. La Resurrección nos enseña que Dios es amor y que nos regala plenitud de vida.

“Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”. 2 Corintios 4:7
«Vasijas de barro» es la frase que Pablo utiliza para referirse al discipulado que lleva sobre sí el Ministerio. Hace evidente su humanidad con todas las debilidades, errores y fragilidad. Y también su necesaria dependencia de Dios, que es quien ha llamado. Una vasija de barro no es fuerte por sí misma, sino que la grandeza extraordinaria pertenece a Dios y no a los hombres y mujeres. Somos vasijas de barro cuyo alfarero y dueño es el Señor, quien por su gracia y amor nos habita y perfecciona. Buscamos a través de este espacio, ser inspirados y fortalecidos a través de diversos textos y pensamientos en nuestra dependencia y comunión con Dios y su misma palabra.
Por la Resurrección se confirma la divinidad del Mesías: verdadero Dios y verdadero hombre. La Resurrección nos enseña que Dios es amor y que nos regala plenitud de vida.
¿Cómo encontrar o descubrir la vida en medio de tanta muerte?, ¿Cómo encontrar aquello que se ha perdido?, ¿Cómo devolverle el alma al cuerpo?
La esperanza en el Dios de Jesús no defrauda, por el contrario nos anima a seguir sosteniendo que nada ni nadie nos podrá separar de este amor que se da cita en Él.
Pablo nos recuerda que somos amados y amadas, elegidas y elegidos por Dios para llevar su amor y compasión al mundo.
Te propongo que oremos por la ciudad y sus habitantes en Bahía Blanca. En esta situación de desamparo, desesperación y desolación de miles de familias venímos a vos Dios de amor y compasión pidiéndote ayuda.
Miércoles de Cenizas: Nos recuerda a las y los creyentes nuestra condición humilde y el carácter transitorio de la vida humana en relación a la eternidad de Dios.
Vamos resucitando al dejar que Dios nos habite, nos llene y transforme, que Dios nos haga florecer para su acción salvadora y liberadora.
Hay que empezar a sembrar justicia y cosechar el amor: aunque no veamos el amor como lógica de construcción, aunque nos tilden de locos/locas, o nos traten con indiferencia.
Que la imagen de Dios sea restaurada en mí y que mi imaginación sea transformada en Dios.
Santo Espíritu, ayúdame a vivir este día al máximo, siendo auténtico/a contigo en todo. Cristo Jesús, ayúdame a darme a los demás, siendo amable con toda la gente con la que me encuentre.
Avisos