Iglesia, comunidad de la Palabra
La Palabra nos lleva a Cristo, y Cristo nos envía al mundo en servicio de su reino. Ahí es donde tenemos que demostrar nuestra fidelidad a la Palabra y al Nombre que es sobre todo nombre.
La Palabra nos lleva a Cristo, y Cristo nos envía al mundo en servicio de su reino. Ahí es donde tenemos que demostrar nuestra fidelidad a la Palabra y al Nombre que es sobre todo nombre.
El Adviento nos invita a ser comunidades de esperanza y ternura para quienes andan con el corazón roto resultado de las realidades duramente humanas.
Servir es el rol de quien lidera en la comunidad. El servicio y no el dominio, es la tarea de quienes asumen responsabilidades en la comunidad de fe, justamente porque es la característica de Jesús.
La Iglesia puede definirse como una comunidad liberadora y sanadora, de salvación y solidaridad, viendo todos estos aspectos –redención y sanidad, salvación y servicio– como parte de su misma misión.
¿Estamos vivos como comunidad del Espíritu? Sí, en la medida que defendemos la esperanza, cuando proclamamos que la Esperanza está viva...
El Espíritu de Dios es el soplo de amor que nos mantiene unidas y unidos con calidad relacional, de acogida y de vinculación afectiva.
La Iglesia Evangélica Metodista, presente desde 1836 en la Argentina, saluda al pueblo argentino en el Día de la Independencia y a quienes habitan nuestro territorio.
El desierto de Atacama, uno de los lugares más secos del planeta, hace poco se llenó sorprendentemente de flores. ¿Cómo se produce este desierto florido?
El mar, símbolo de las fuerzas caóticas, simboliza el peligro, la amenaza a la vida. En términos modernos, el tsunami que devora y destruye la tierra firme y la convivencia y el navegar humano. La fuerza caótica que amenaza con cubrirlo todo.
El metodismo fue un avivamiento espiritual, que recuperó el viejo y olvidado Evangelio de la gracia de Dios, libre y abundante para todas las gentes.