Paz y bien amada hermandad
Que el Dios de la vida plena y buena esté en sus proyectos y caminos.
“Muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, recién salido el sol. Pero decían entre sí: -¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro? Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, aunque era muy grande.”
Marcos 16:2-4 (RVR95)
El relato nos habla de la evidencia del acontecimiento más importante de la fe cristiana, el pilar y fundamento de todo cuanto somos y creemos: la resurrección de Jesucristo. Fueron María Magdalena, María la mamá de Santiago y Salomé las primeras privilegiadas en ser testigos del cumplimiento de las profecías, que durante generaciones anunciaron los profetas y que fueron reafirmadas por Jesús durante todo su ministerio.
La fuerza de la Pascua nos invita a quitar las piedras de la desilusión y la desconfianza. El Resucitado, quien remueve las piedras de las tumbas del pecado y del miedo, quiere iluminarnos, haciendo actual aquel primer encuentro con su vida. Volvamos a nuestra Galilea mi hermana y hermano.
Hagamos memoria de nuestra Galilea reviviéndola en nuestro cuerpo y cotidianeidad. Volvamos a aquel primer encuentro, al primer amor. Hoy la fuerza de la Pascua nos invita a quitar las grandes piedras de la desilusión y la desconfianza. ¡Recuperemos la gracia de la resurrección, volvamos a nuestra Galilea! Camina con nosotros el dueño del amanecer.
Abrazo fraterno/sororal!
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo
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