Día de oración de Educación Cristiana – Noviembre
Iniciando ya los últimos meses del año y frente a la vorágine que ello representa, consideramos que es una linda oportunidad para reconsiderar el «sentido” que tiene la oración en nuestras vidas.
Compartimos una oración extraída del libro: “Pensar y vivir en libertad”, de René Juan Trossero.
Oración
El Padre del Cielo enviará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan.
Lucas 11:13
Siempre que oras de verdad tu oración es eficaz, no porque tú lo cambias a Dios, sino porque cambias tú.
Lo más difícil de la oración no es tanto saber si Dios te escucha, sino lograr que tú lo escuches.
No ores para convencer a Dios de que haga lo que tú quieres, sino para ver si logras acercarte tú a lo que Él espera de ti.
Mientras no hayas orado una hora en silencio, dejando que Dios te diga que te ama, no descubriste a Dios, ni a la oración.
Cuando descubras que Dios está contigo, tu oración será vivir en su compañía.
No le pidas a Dios que gobierne tu vida y el mundo a golpe de milagros; pídele más bien el milagro de amar y verás que tu amor transforma el mundo.
Si tu oración te aleja de hombres y mujeres, no te encontraste con el Dios de la humanidad sino con tu fantasía.
Los ojos que se cierran para orar, suelen ver con más claridad todas las cosas.
Reza ante Dios como un niño, pero luego vuelve a tu vida con tu responsabilidad de persona adulta.
El final de toda oración adulta es un solo «Amen». Si, acepto la realidad y responsabilidad ante ella.
La ciencia jamás explicará cómo puede el ser humano comunicarse con Dios; pero tampoco probará que es imposible.
Dejo como propuesta, que sigamos orando con corazón de niñas y niños, pero con la responsabilidad y el compromiso que nos compete como adultos y como integrantes de las múltiples comunidades de Fe.
¡Un abrazo en Cristo!
Edith Valeria Douma
Ref. Educación Cristiana
Distrito Cordillera