Connexio visibiliza el aporte de la Iglesia Metodista Argentina a la justicia climática desde la fe

23 Jun 2025
en En contexto
Connexio visibiliza el aporte de la Iglesia Metodista Argentina a la justicia climática desde la fe

En su artículo sobre la Hora del Planeta, Conexxio pone en valor el testimonio de la Iglesia Metodista Argentina como parte de una red global de comunidades de fe que actúan por la justicia climática y el cuidado de la creación.


Toda la creación clama. ¿Y nosotros…?

Los metodistas de Argentina y Chile quieren escuchar. Quieren reconocer y tomar en serio la difícil situación de la creación y la de las personas que sufren las consecuencias del cambio climático. Y buscan maneras de actuar con responsabilidad.

«El cambio climático no me afecta», «Los problemas climáticos siempre han existido» o incluso «Hoy tengo hambre, no me importa el clima» son frases que también se escuchan en las congregaciones de la Iglesia Metodista de Argentina. Pero también se escuchan voces como: «Si no nos cuidamos hoy, tendremos grandes problemas mañana» o «Dios nos llama a cuidar la creación».

Emergencia climática

Para los líderes de la Iglesia Metodista de Argentina y Chile, es muy claro que el cambio climático es un problema que debe abordarse con urgencia. «Para nosotros, es imperativo cuidar la creación y buscar la justicia climática. Administramos lo que Dios nos ha confiado, y es nuestro deber ético protegerlo», afirma el obispo Jorge Merino de Chile. La iglesia tiene la responsabilidad de hacer todo lo posible. La urgencia de esta tarea se demuestra en el material de concienciación para las congregaciones titulado: «¡Toda la creación clama! Nos comprometemos con la creación y declaramos una emergencia climática y ecológica». En 2025, la preservación de la creación y la justicia climática serán el enfoque de la Iglesia Metodista de Chile.

A todos se les pregunta

Mariel Pons, pastora argentina y responsable del ministerio «Vida y Misión», también enfatiza que el tema es central para la iglesia. La creación es un hogar que compartimos y el fundamento de nuestras vidas. Muchas personas ya se ven obligadas a migrar debido a la crisis climática. «Decimos claramente que somos responsables de las condiciones de vida de las generaciones futuras. Debemos cuidar los recursos naturales, garantizar un acceso justo a la tierra y los recursos para todos e invertir en nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente». Otros problemas incluyen el consumo excesivo y el calentamiento global. Sin embargo, el hecho de que Argentina atraviese crisis económicas, políticas y sociales dificulta tener constantemente presente el cambio climático. Precisamente por eso, el liderazgo de la iglesia está abordando el tema en todos los niveles: las mujeres lo debaten en sus reuniones, los jóvenes asisten a talleres y las congregaciones reciclan materiales. Hay documentos y materiales de sensibilización para todas las edades.

Hormigas que pican y jardines pequeños

En un video infantil, un pájaro, un zorro, una ardilla y hormigas conviven pacíficamente. Pero entonces llega un leñador con fines comerciales. ¿Qué puede hacer? El pájaro se pone auriculares; no quiere ver ni oír nada. La ardilla, entre lágrimas, come su nuez. Pero las hormigas idean un plan. Saben que son pequeñas, pero hay muchas y pueden morder. Ahuyentan al leñador, protegiendo así el hábitat de todos. En Chile, la iglesia gestiona jardines de infancia y escuelas e influye en la sociedad mediante la educación ambiental. Los escolares plantan un huerto comunitario y experimentan la belleza de ver crecer sus plantas. Los jóvenes limpian los espacios públicos.

Red

En Chile, se instalaron paneles solares en el techo del seminario teológico, y los feligreses aprenden métodos de reciclaje en las jornadas de reciclaje. Un grupo de trabajo está publicando un manual con principios bíblicos e instrucciones para su implementación práctica. A la hora de lograr iglesias ecológicamente responsables, el costo suele ser un problema. La colaboración con otras iglesias y organizaciones para trabajar juntas por la preservación de la creación y la justicia climática es crucial tanto en Chile como en Argentina. El obispo Jorge Merino reflexiona: «Sería fantástico que, como iglesia mundial, organizáramos una reunión. Podríamos compartir experiencias e iniciativas y comprometernos juntos con la protección de la creación. Podríamos crear y compartir materiales socioteológicos que contengan visiones, experiencias y sugerencias desde nuestras propias perspectivas culturales».

Ver artículo original: https://connexio.ch/blog/earth-hour/
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