Administradores responsables del mundo de Dios

Introducción

La imagen de “mayordomos”, la comenzó a usar Jesús en sus parábolas (Lucas 16, 1-15). Un buen equivalente moderno sería “administrador”, quien tiene amplia libertad de disponer de todo lo que ha sido confiado en su mano (ver Génesis 39, 4-6) pero nada de lo que administra le pertenece. Todo es del dueño, Dios. Esa es la imagen. Nos quiere enseñar que, aunque en el mundo poseemos ciertos bienes, nada es nuestro. Todo es de Dios. Aún, nuestra vida. Nosotros somos sus administradores responsables, para usar nuestra vida y recursos, no con fines egoístas, sino para honrar y cultivar nuestra propia vida y la de los demás, esforzándonos por lograr una sociedad justa, libre, en la cual los seres humanos puedan servirse entre sí como hermanos en amor. Somos mayordomos de nuestros cuerpos, debemos saber cuidarlo, nutrirlo y no abusarlo y mantenerlo en buen estado de salud para que sea útil en el servicio a Dios. Existe también una mayordomía de nuestro intelecto. El cristiano no debe ceder a la pereza intelectual, sino aprovechar todas las oportunidades que están a su alcance para desarrollar sus capacidades intelectuales y emplearlas para la gloria de Dios y en el bien del prójimo.

Somos también mayordomos de nuestros “talentos”, o dones, de aquellas capacidades que cada uno posee, para ponerlas al servicio de los demás. No debemos permitir que se atrofien por falta de uso o usarlas solamente para nuestra satisfacción egoísta. Somos también mayordomos de nuestra influencia. Hay personas que miran nuestro ejemplo. Otros buscan encontrar indicios de nuestra fe, en nuestras acciones. ¿Qué mensaje damos sin hablar? Esto también es parte del uso de nuestra responsabilidad. La Biblia también nos enseña a ser buenos administradores de nuestro tiempo. Redimiéndolo, como aconseja Wesley, para fines útiles. En estos estudios nos detendremos en tres aspectos de la mayordomía cristiana: Mayordomos de la creación, mayordomos de nuestras posesiones materiales, mayordomos de la iglesia.