Pan, aliento a vida nueva
No estamos solos. Emanuel es Dios con nosotros, no Dios solo para mí, no Dios sin los hermanos y hermanas, tanto los de la iglesia como los del barrio. Demos gracias a Dios por ese pan de la gracia de Dios que nos cuida y que vivimos y hacemos todos y todas…
Pan
Pregunté al Señor, a mi manera:
“¿Qué hago ahora
con tu siembra?
¡Mira al mundo en la pandemia!
Hacen falta enfermeras,
constructores,
voluntarios,
humoristas,
ingenieras.
Hace falta mucha ciencia,
asesores,
barrenderos,
productores,
lavanderas.
Hacen falta empresarios,
cuidadores,
creativas,
humanistas,
cocineras.
Hacen falta, sobre todo,
panaderas,
¡Señor mío!
Hacen falta
¡panaderos!
¡Mira ahora mis miserias!
Solo tengo
esta Biblia,
la oración,
y tu bandera.
¿Quién desea, en pandemia,
oír sermones,
indagar en tus promesas?”
Vino Voz.
Se acercó su gracia,
tierna:
“Alza, firme, mi bandera
–dijo en torno
a mi ceguera–.
Mi palabra vivifica huesos
secos,
soledades mortecinas,
y miserias.
¡Alza, firme, mi bandera!
Soy el pan, y panadero,
soy aliento
a vida nueva.
Soy el pan, y panadera,
¡más aún
en la pandemia!
Wilfredo Weigandt
Iglesia Metodista de Alta Córdoba – agosto 2020
Y yo agrego, les cuento, les recuerdo cinco versos de la canción “Vamos”, que ustedes deben conocer y que musicalizó el querido Pablo Sosa, sobre el proceso comunitario, entre muchos y muchas, de la elaboración del pan:
La esperanza es trigo que Héctor siembra,
Pedro cuida y Lázaro cosecha.
La esperanza es pan que Rosa amasa,
Julia pone al horno y Juan levanta
en señal de comunión.
Porque ahora que seguimos enfrentando esta larga y mortal, cansadora y desgastadora pandemia, corremos el riesgo de encerrarnos en nosotros mismos, en nosotras mismas, y olvidar la cadena humana de la vida, cadena de la que nunca salimos ni podemos salir, pero que –con este cansancio a cuestas– podemos descuidar.
La estrofa precedente recuerda la cadena de trabajo y esfuerzo, de habilidades y dedicación, de tiempos largos vividos con paciencia: la siembra necesita meses de tareas, incluso con tareas anteriores como la preparación de la tierra, como el cuidado y la cosecha. Después vienen tiempos más rápidos pero que se suceden en el curso de los días: el amase, el hornear… y hasta la comida, señal de comunión tanto en la mesa familiar como en la mesa de la santa cena.
No estamos solos. Emanuel es Dios con nosotros, no Dios solo para mí, no Dios sin los hermanos y hermanas, tanto los de la iglesia como los del barrio. Demos gracias a Dios por ese pan de la gracia de Dios que nos cuida y que vivimos y hacemos todos y todas…
Como Wilfredo nos dice de nuevo:
Soy el pan, y panadero,
soy aliento
a vida nueva.
Soy el pan, y panadera,
¡más aún
en la pandemia!
Pastor Guido Bello
Iglesia Metodista de Temperley, Pcia. de Buenos Aires
El Estandarte Evangélico
Ser y estar en un mundo doliente e incierto: experiencias de fe en Pandemia
Mayo 2021
Introducción
Bucear en la experiencia de fe en clave poética y teológica nos invita a sentir y pensar nuestro ser y estar en este mundo doliente e incierto, abrirnos a descubrir y percibir las manifestaciones del Dios de las Naciones, el Dios que nos habla en sueños, el que es pan y panadero, señal de comunión; el que deseamos oír, con fe, en el silbo de su gracia.
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Estamos llamadas, llamados a caminar con el Resucitado… Llamados a ser un pueblo que alaba al Dios de Jesucristo, porque un pueblo que alaba no tiene el horizonte clausurado. Somos iglesia peregrina, que ama, sirve y espera ver cielos nuevos y tierra nueva.
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No estamos solos. Emanuel es Dios con nosotros, no Dios solo para mí, no Dios sin los hermanos y hermanas, tanto los de la iglesia como los del barrio. Demos gracias a Dios por ese pan de la gracia de Dios que nos cuida y que vivimos y hacemos todos y todas…
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¿Te preguntas en este tiempo cuáles son tus sueños? ¿dónde está Dios en medio de esos sueños? Hay señales de resistencia frente a lo inevitable y la resiliencia se configura como esperanza porfiada de lo que vendrá. Esperanza propia de Jesús que, a diferencia del optimismo que busca un resultado “ganador”, tiene convicción de lo que espera más allá de sus resultados posibles.
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