Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 11 de mayo
TIEMPO DE RESURRECCIÓN
Sembraré la simiente preciosa, del glorioso evangelio de amor,
sembraré, sembraré mientras viva, dejaré el resultado al Señor.
Sembraré, sembraré mientras viva simiente de amor.
Segaré, segaré, al hallarme en la casa de Dios.
Sembraré en corazones sencillos la doctrina de dios de perdón,
sembraré, sembraré mientras viva; dejaré el resultado al Señor.
Sembraré en corazones de mármol, la bendita palabra de amor.
Sembraré, sembraré mientras viva; dejaré el resultado al Señor.
Con la Biblia en la mano
Mateo 13: 1–23
Al terminar el relato de la parábola del sembrador, Jesús hace esta llamada: “El que tenga oídos para oír, que oiga”. (Mateo 13: 9) Se nos pide que prestemos mucha atención a la parábola. Pero, ¿en qué hemos de reflexionar? ¿En el sembrador? ¿En la semilla? ¿En los diferentes terrenos?
Tradicionalmente, los cristianos nos hemos fijado casi exclusivamente en los terrenos en que cae la semilla, para revisar cuál es nuestra actitud al escuchar el Evangelio. Sin embargo, es importante prestar atención al sembrador y a su modo de sembrar.
Es lo primero que dice el relato: “Salió el sembrador a sembrar”. Lo hace con una confianza sorprendente. Siembra de manera abundante. La semilla cae y cae por todas partes, incluso donde parece difícil que la semilla pueda germinar. Así lo hacían los campesinos de Galilea, que sembraban incluso al borde de los caminos y en terrenos pedregosos.
A la gente no le es difícil identificar al sembrador. Así siembra Jesús su mensaje. Lo ven salir todas las mañanas a anunciar la Buena Noticia de Dios. Siembra su Palabra entre la gente sencilla que lo acoge, y también entre los escribas y fariseos que lo rechazan. Nunca se desalienta. Su siembra no será estéril.
Un tiempo para pensar… orar y ayunar…
Desbordados por una fuerte crisis religiosa, podemos pensar que el Evangelio ha perdido su fuerza original y que el mensaje de Jesús ya no tiene garra para atraer la atención del hombre o la mujer de hoy. Ciertamente, no es el momento de “cosechar” éxitos llamativos, sino de aprender a sembrar sin desalentarnos, con más humildad y verdad.
No es el Evangelio el que ha perdido fuerza humanizadora, somos nosotros los que lo estamos anunciando con una fe débil y vacilante. No es Jesús el que ha perdido poder de atracción. Somos nosotros los que lo desvirtuamos con nuestras incoherencias y contradicciones.
cuando un cristiano no vive una adhesión fuerte a Jesús, “pronto pierde el entusiasmo y deja de estar seguro de lo que transmite, le falta fuerza y pasión. Y una persona que no está convencida, entusiasmada, segura, enamorada, no convence a nadie”.
Cuál es la calidad evangélica que podemos irradiar los cristianos. ¿Qué contagiamos? ¿Indiferencia o fe convencida? ¿Mediocridad o pasión por una vida más humana?
José Antonio Pagola
JUNTAMOS LAS MANOS y colocamos dentro, TODOS LOS MOTIVOS DE ORACIÓN.
Oramos todos juntos y juntas por
- La misión de la Iglesia en este tiempo de RESURRECCIÓN Pastoras y Pastores y hermanas y hermanos que conforman los Equipos Pastorales, que el Señor nos renueve las fuerzas, la alegría de servir a las comunidades, que no nos gane el desánimo, y sí tengamos el ímpetu que nos trae la GRACIA de DIOS, para mirar con ojos nuevos y corazón nuevo, este tiempo desde el evangelio.
- ORAMOS en este tiempo de RESURRECCIÓN sea desafiar y desafiarnos predicando al Jesús vivo entre nosotros, para llegar a ser Iglesias misioneras, con el mensaje de amor y poder de Cristo Jesús para este nuevo tiempo de vida.
- La Iglesia Nacional, el Obispo, la Junta General, los Administradores, que el Señor los guíe en sabiduría para la tarea a la que fueron llamados.
- Ya estamos orando por la Asamblea Nacional para el 2022, Asamblea del Reencuentro, llena de abrazos contenidos, de charlas que tenemos postergadas; que el Señor nos vaya abriendo caminos para que sea una sentida Asamblea de su pueblo donde el gozo del Señor se haga presente.
- Oramos para enamorarnos del Evangelio de Jesús, y así salir a sembrar como él lo hacía, en los caminos del pueblo, con la gente que andaba por allí.
- Oramos por las familias que tienen que enfrentar grandes preocupaciones (trabajo , enfermedad, vivienda), para que no se trasladen a las relaciones familiares, sino que pueda haber diálogo franco y sincero para resolver las dificultades.
- POR LA PAZ ENTRE LOS PAÍSES. Señor ¡ TEN PIEDAD!!
- Te damos gracias y ponemos en tus manos todos aquellos lugares donde sirven a otros, con meriendas, comedores, alimentos, ropa de abrigo, materiales para la construcción y varias cosas más.
- ORAMOS por discernimiento, sabiduría, palabra y acción para enfrentar situaciones de conflicto dentro de las comunidades de fe, en los hogares, y en el barrio mismo donde vivimos.
- Los Hogares LOWE, por su situación económica, para que florezca aún en este tiempo de pandemia. Amado Padre tú lo haces posible. Por el personal que trabaja allí, que sientan la bendición del Señor por la tarea que realizan y a la vez estén tranquilos sabiendo que pueden seguir trabajando. Por cada uno de los niños y niñas que están en los hogares, bendícelos Señor, con alegría, con ternura, con esas risas que sólo los más chicos pueden contagiarnos. Una bendición especial para todos los que allí habitan, tu abrazo a cada uno y tu caricia sobre sus cabezas sintiendo tu presencia.
- ORAMOS POR TODAS LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS QUE TIENE LA IGLESIA, que sean espacios de aprender y espacios donde conocer y acercarse a Dios, Sean bienaventurados, bienaventuradas alumnado y docentes de cada uno de los lugares.
DIOS te tiene en su agenda cada día y te bendice, sé agradecida/o con su bendición.
¡¡¡Hasta la próxima semana!!!