50 años de autonomía de la IEMA: testimonio
Corrían tiempos de una vida fraternal intensa y una conexionalidad espontánea, más allá de las que reglamentariamente estaban estipuladas. en la Congregación de San Rafael. Matrimonios jóvenes asistían los domingos con sus hijos pequeños y así la Escuela Dominical que comenzaba a las 9.30 horas atendía a alumnos de niños menores, primarios, adolescentes, jóvenes y mayores. Luego venía el Culto y los jóvenes nos alternábamos para atender a los niños.
Había ingresado a la comunidad cuando tenía 15 años a mediados del año 1957. Paul von Mengershausen era nuestro maestro en la Escuela Dominical y nuestro líder en las reuniones de jóvenes de los días sábado por la tarde (eran entre 17 y 20 jóvenes). Además, era el puntal en la organización logística de los campamentos en Valle Grande todos los años, con participación de familias de todo Cuyo y algunos jóvenes visitantes de otras provincias.
La vida de los jóvenes en la congregación era muy desafiante. Rápidamente pasábamos de ser alumnos a ocupar liderazgos, que habíamos aprendido en los encuentros con otros jóvenes. De allí a maestra de Escuela Dominical y después directora de la misma. Como venía de una familia de docentes y estaba estudiando para maestra, y después graduada en docencia, me parecía natural estar en esos papeles. Recuerdo haber dirigido reuniones en las que participaban mis líderes y formadores bíblicos y teológicos: Juan de Nevrezé, Paul Mengershausen, Doctora Bamberg y los pastores. Ingresé en la congregación con el pastor A, Garavano, al que lo siguió J.J.Panetta y posteriormente, por varios años, Juan Woods.
Los jóvenes, además, participábamos de una conexionalidad a nivel nacional en el Movimiento Estudiantil Cristiano, MEC, espacio de estudio debate y reflexión de una teología comprometida con el mundo y su transformación.
Una de la máxima aspiración de los jóvenes de aquella época era tener la posibilidad de vivir la experiencia de la Asamblea Anual. En dos ocasiones, acompañando a Juan de Nevrezé, representé la comunidad de San Rafael.
Recuerdo los tiempos devocionales, de adoración, de meditación y de silencios. También los debates teológicos y bíblicos y, en las últimas sesiones, las encendidas argumentaciones a favor de definir la autonomía, pero integrándonos con la Asamblea Patagónica.
A pesar de que estaba estudiando Antropología Escolar en Mendoza, me eligieron en la congregación de San Rafael como delegada a la ASAMBLEA CONSTITUTIVA DE LA IGLESIA EVANGÉLICA METODISTA DE ARGENTINA. Fui en esta ocasión, acompañando también al Ingeniero Juan de Neverzé.
Sesionamos en las dependencias del Colegio Americano de Rosario. Nos albergaron en casas de familias de las congregaciones de Rosario y de miembros de la comunidad educativa del Colegio Americano. Presidía la Asamblea nuestro Obispo Sante Uberto Barbieri, el último obispo designado. Estaban presentes todos los pastores de la Asamblea Anual y de la Asamblea patagónica.
Funcionaron muchas Mesas de estudio y debate sobre temas Teológicos y otras de Organización y Mayordomía.
A los pastores los conocíamos a casi todos de las Conferencias Anuales, así como a algunos laicos, pero había una delegación de la Iglesia Episcopal Metodista de Estados Unidos y de otros países latinoamericanos junto a muchos laicos con quienes no habíamos compartido ningún encuentro.
No obstante, se creó un gran acercamiento entre todos, generando una gran familiaridad en los grupos de análisis, en los almuerzos, cenas y en las reuniones plenarias, que atribuimos al Espíritu Santo que nos inundó. Tuvimos nuestro Pentecostés en el mes de octubre, tiempo de las cosechas tempranas.
Las sesiones plenarias se realizaban en el Salón de Usos Múltiples del Colegio y a la vez, cancha cubierta. Yo recuerdo que colmamos las instalaciones.
Una vez firmada el Acta Constitutiva, se realizó el Culto de Cierre en la Iglesia La Resurrección, donde asumió el Primer Obispo de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina, Pastor Carlos Gattinoni.
¡¡Que alegría y qué gozo!! Tantos hermanos juntos adorando al Señor y asumiendo la responsabilidad, en nombre de todos los miembros de las congregaciones del país, de iniciar una vida institucional con autonomía episcopal y financiera.
En ese entonces éramos más de siete mil miembros.
A todos los que formamos parte de la Asamblea Constitutiva nos entregaron el Himnario Cántico Nuevo, editado por Methopres, Tercera Edición de julio de 1968.Tiene en su tapa en letras doradas IGLESIA EVANGÉLICA METODISTA ARGENTINA.
Entre las firmas que registro en mi ejemplar, distingo a B.F. Stocwell, Sante Uberto Barbieri, Carlos Gattinoni, Alejandro Garavano, Jorge Panetta, Aníbal Sicardi, Eduardo Woods, Ricardo Chartier, Fopiani, Julio Sabanes, Nélida Sabanes, Patricia Richardson, J. Miguez Bonino, Mro. Frank Carhaun (Drennever, USA).
Han pasado ya cincuenta años. Pocos quedamos como testigos presenciales de ese momento. Estamos llamados a renovar nuestro compromiso y como Iglesia adulta trabajar en los proyectos misioneros, con el fruto de los ingresos, que obtuvimos por desarrollar los dones que Dios confió en nuestra vida y de los cuales somos simplemente mayordomos.
Dios nos bendiga y haga renacer todo aquel fuego que encendió los corazones de quienes participamos de la Asamblea Constitutiva del año 1969.
Elsa del Carmen Aronne para El Estandarte Evangélico
El Estandarte Evangélico
50 años de autonomía de la Iglesia Evangélica Metodista en Argentina: IEMA
Octubre 2019
Introducción
Carlos Valle
La creación de una Iglesia Metodista autónoma en Argentina, independiente de las misiones, refleja la preocupación generada en su seno por hacer emerger los valores fundamentales que hacen a su verdadera razón de ser, su presencia y aporte a la familia de la comunidad de fe.
50 años de autonomía de la IEMA: enfoque histórico
Daniel A. Bruno
Entre 1916 y 1918 un fuerte movimiento de laicos y pastores habían generado un debate público de carácter internacional para lograr su autonomía de la Iglesia Metodista Episcopal, quien realizó la misión en nuestro país desde 1836.
50 años de autonomía de la IEMA: enfoque teológico
Néstor Míguez
Los años de la década de 1960 y primeros de los ’70 fueron señalados como “situación revolucionaria”. En América Latina, y específicamente en nuestro país esto se trasladó también al ámbito eclesiástico.
50 años de autonomía de la IEMA: testimonio
Elsa Aronne
Corrían tiempos de una vida fraternal intensa y una conexionalidad espontánea, más allá de las que reglamentariamente estaban estipuladas en mi comunidad la Congregación de San Rafael.