Wesley y el idioma español

10 Nov 2021
en Artículos CMEW
Wesley y el idioma español

Se ha reconocido ampliamente que uno de los logros más significativos de la misión de Wesley en Georgia fue su publicación de una Colección de Salmos e Himnos. La Colección fue el primer himnario anglicano publicado en América, y el primero de muchos himnarios publicados por Wesley. Incluía cinco himnos que tradujo del alemán y uno traducido del español sefardí.

Si bien se sabía que Wesley había incluido un himno descrito como «del español» en su Colección de salmos e himnos de 1738, la fuente de este himno no se conocía hasta hace poco.

Fue durante su estancia de casi dos años en Savannah, Georgia cuando entró en contacto con la traducción al español del Salmo 63, titulado «Dios, nuestra porción» colección publicada por Daniel Israel López Laguna en Londres en 1720.  Este fue el único período durante el cual Wesley emprendió el estudio del español con un judío sefardí.

Ciertamente, al descubrir que la traducción de Wesley es de una fuente sefardí, nace la curiosidad por saber por qué un pastor inglés, protestante, al comienzo del ascenso del Imperio Británico, debería estar interesado en la expresión poética de los sentimientos religiosos de un grupo tres veces marginado como lo eran los judíos sefardíes: por idioma, por religión y por procedencia, de un imperio, como el español, en decadencia.

Es que este hallazgo invita a los estudiosos de la himnología, la lengua, la literatura, la teología y la historia cultural a profundizar y descubrir las complejas intersecciones de los entornos religioso, cívico e intelectual en que Wesley se movía y en el que influyó de manera penetrante.

La traducción de este Salmo del español representa una de las tareas más innovadoras, incluso podría decirse, revolucionarias en la trayectoria espiritual de Wesley. Su fuente tanto española como judía, puede ser vista como una de las marcas más sobresalientes de sus aventuras perdurables, más allá de sus raíces anglicanas, en busca de inspiración para la espiritualidad y el culto cristiano.

Si bien es conocido que el contacto de Wesley con los moravos durante su estadía en Georgia ayudó a fortalecer su convicción sobre la importancia de introducir la himnodia en el culto y práctica devocional anglicanos, no se había prestado suficiente atención a la influencia aportada por sus contactos judíos españoles de la comunidad de Savannah.

El acercamiento de Wesley al español se explica por varias causas.

Wesley se comprometió por primera vez a aprender español, como muestran sus diarios, el 24 de junio de 1736 y lo hizo hasta el 29 de noviembre de ese año. En ese contexto la rivalidad entre las pretensiones de España y las de Inglaterra sobre el control al norte de la fortaleza de Florida era manifiesta.

La misión de Oglethorpe (jefe de la colonia en Savannah) como militar, implicaba algo más que la fundación de una colonia de «hombres dignos» encarcelados injustamente por deuda (ese era el objetivo manifiesto de la colonia). Pero el establecimiento en Georgia tenía también una clara razón política: una advertencia para España y acaso una posible provocación.

Oglethorpe reclutó el intelecto de Wesley y le encontró un maestro en la persona del Dr. Samuel Nunez Ribeiro. Según la información extraída de archivos, Núñez era un portugués de ascendencia judía que probablemente había estudiado medicina en España. Era un converso que fue sorprendido practicando el judaísmo en secreto y encarcelado por la Inquisición en Lisboa y condenado a cadena perpetua. Sin embargo, algunos de sus pacientes prominentes intercedieron por él y consiguieron su liberación, huyendo con su esposa a Inglaterra, donde volvió abiertamente al judaísmo.

Los diarios de Wesley revelan que sus esfuerzos por aprender español, especialmente por estas razones políticas, no eran muy constantes. Sin embargo, más tarde, renovó su interés con la intención de convertir a los judíos sefaradíes. Así una vez más emprendió la tarea de aprender español, esta vez más en serio, a principios de abril de 1737. La Sociedad para la Propagación del Evangelio, también instaron a que se haga más para asimilar a los judíos. Tarea que en su mayor parte fue infructuosa.

De esta manera Wesley y Nuñez (ya establecido en Savannah) tuvieron frecuentes conversaciones, muchas de las cuales no eran religiosas ni políticas, sino más bien intelectuales. Como señala señala John C. English:


dado que ambos eran graduados universitarios, un bien más raro entonces que ahora, gravitaron en su relación. Núñez también estaba bien conectado tanto en la comunidad judía como en la gentil. Además, la relación fraternal de Núñez con Causton, como hermano masón, junto con Oglethorpe y muchos otros, era conocido por Wesley y habría sido un motivo más para que él intentara, mejorar su deteriorada situación personal y profesional en la colonia, al permanecer en buenas relaciones con Núñez.


Una de las últimas entradas del diario de Wesley, que menciona a Núñez y sus lecciones de español, contiene la enigmática entrada «Disputa», dejando para las futuras generaciones la pregunta de si esa disputa fue religiosa, política o personal por naturaleza.

A pesar del desaliento que Wesley registra en su diario durante su regreso a Inglaterra, la exposición de Wesley en Georgia, a lo que hoy llamaríamos interculturalidad expandió sus horizontes, profundizando y matizando sus investigaciones teológicas de maneras que sin duda pueden haber contribuido a su prolífica tarea posterior.


 

Daniel Bruno para CMEW

Extractado de Eric W. Vogt, John Wesley’s Sephardic portion: Psalm 63, en Methodist History, 43:4 (July 2005)


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