Paz y bien amada hermandad.
Mi pensamiento y oración por sus vidas y ministerios deseando sean respaldados por el Santo Espíritu y que en todo fructifiquen sabiéndose plenamente amadas y amados por Dios en la persona de Jesús. Este poderío de su amor obrando en estos cuerpos mortales es lo que nos brinda la certeza de vivir como renacidas y renacidos en este presente tiempo. Afirma Elsa Támez que “Dios no condena: ama. Y este amor es el fundamento que sostiene una espiritualidad liberada y liberadora” Sean nuestras prácticas con la vitalidad y frescura de esta buena noticia. Les dejo un breve poema de Thomas Merton: RENACER.
“Si en tu cruz, tu vida y tu muerte y las mías
se entrelazan,
el amor me enseña a leer, en ti, los signos de una nueva historia,
hallo mi origen en otra infancia,
cambiando en mi recorrido
New York y Cuba por tu Galilea
y Cambridge por tu Nazaret,
hasta que vuelvo a mi principio
y encuentro un pesebre, una estrella y paja,
una pareja de animales,
unos hombres sencillos,
y así descubro que nací,
esta vez no en Francia, sino en Belén.”
Abrazo cálido y sereno.
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo