Vasijas de barro – 26 de noviembre

26 Nov 2022
en Espiritualidad y devoción
Vasijas de barro – 26 de noviembre

Paz y bien amada hermandad.

Mi cariño y oración con ustedes y sus ministerios amorosos y comprometidos.


“Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos; guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y Salvador. ¡En ti confío a todas horas!”

Salmo 25:4-5

¡Ven Espíritu divino, ilumina las entrañas de mi alma y enciende en mí el fuego de tu Amor!

Adviento proviene del latín “Adventus Redemptoris”, que significa Venida del Redentor. Si bien no podemos determinar con ningún grado de certeza cuándo se introdujo en la Iglesia. La liturgia del Adviento cristiano comenzó a moldearse en Galia e Hispania, ya a fines del siglo IV y durante el siglo V, como preparación ascética para la celebración de la Navidad. Este preludio de la celebración del nacimiento de Cristo tenía una duración de tres semanas y se unían a la preparación de los bautismos para el tiempo de Epifanía en aquel tiempo.

Que nos afirmemos en que la venida del Señor, su misma presencia, es lo nuevo que nos visita y no la simple renovación de lo viejo o lo antiguo.

Velemos para acoger y salir al encuentro de la venida de la plenitud del tiempo en Cristo. Que nuestra disposición sea la de afirmar que se encontrarán la misericordia y la verdad y que se besarán la justicia y la paz. Que la eternidad y el tiempo, el cronos y el kairos se encuentren en nosotros y nosotras, en la humanidad, en nuestro mundo e historia.

Que el Adviento, amada hermandad, sea espera expectante y memoria permanente. Y un impulso a sensibilizarnos para reconocer a Jesús, quien es nuestra esperanza y la solidaridad de Dios con nuestra humanidad, siempre presente y activo en nuestras vidas, comunidades y nuestro mundo.


Abrazo cálido y sereno.

Pastor Américo Jara Reyes
Obispo

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