Paz y bien amada hermandad.
Deseo que la presencia del Espíritu del Resucitado esté sosteniéndoles e inspirando vida buena y plena junto a sus comunidades de fe.
Vivenciando la Resurrección.
Los caminantes de Emaús declaran a la comunidad de fe lo ocurrido en el camino y cómo le habían conocido al compartir el pan. (Lucas capítulo 24). La experiencia con el resucitado les permite recuperar la comunión, la unidad, la hermandad y la armonía. Y será el anhelo más profundo comunicar a su comunidad de la cual se alejaban, que Cristo Vive. Es un fuego inextinguible que arde y los mueve a comunicar la buena nueva.
La experiencia con el resucitado no es algo extraño e incompresible. Todas y todas podemos vivenciar la fuerza del resucitado que nos hace poner de pie haciéndose una realidad palpable y evidente. “La resurrección se hace realidad para mí, cuando resurjo de mis miedos, cuando me animo a entablar una conversación aplazada desde hace mucho, cuando salgo de la estrechez de una relación que ha dejado de ser correcta, cuando resurjo de la tumba de mi autocompasión, cuando me pongo en pie y defiendo mi causa porque Cristo el Resucitado está junto a mí.” (Anselm Grun)
Amada hermandad, que la presencia de Dios y la fuerza de su amor nos impulsen a avanzar en el camino y también a desandarlo aunque sea en medio de la noche. El camino del resucitado se hace luz, palabra de vida y pan partido en el amor de la comunidad.
Abrazo cálido y sereno en el amor de Jesús.-
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo