Una Comunidad de Esperanza Viva – Informe del Secretario General
Informe del Secretario General:
Rev. Dr. Olav Fykse Tveit
1. Introducción: Informe – apología de la esperanza
1. El aspecto mas importante del tema del CMI de la peregrinación de justicia y paz es que nos obliga a alzar nuestra mirada, a creer en que pertenecemos a un movimiento que esta buscando aquello en lo que es mejor, incluso en que es el mejor. (Oramos a diario por la venida del Reino de Dios.)
2. La iglesia es una comunidad de peregrinación, tal y como reza el documento de la convergencia de Fe y Constitución La Iglesia: Hacia una visión común. Es una comunidad definida por la esperanza. A la iglesia “se la ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo”» (1 Pedro 1:3). Esta esperanza viva no se cimienta en algo que dejamos atrás, como si fuera únicamente una cuestión histórica, o algo que solo proyectamos en la vida después de la muerte. Es la esperanza viva nutrida cada día por el Espíritu Santo. Esto es lo que necesitamos cuando nos adentramos en los desafíos de la vida, en paisajes diferentes e incluso peligrosos.
3. Dondequiera que vayamos, incluso se nos apela a que estemos “siempre listos para defendernos ante aquellos que nos pidan explicarles la esperanza que hay en nosotros.” (1 Pedro 3:15). Por lo tanto, la esperanza que llevamos no viene de nosotros mismos, y no deberemos guardarla para nosotros mismos. La esperanza dada en la cruz y en la resurrección de Cristo conforma nuestras perspectivas y relaciones vitales en consonancia, pero no es una cuestión de índole privada o para un grupo privilegiado. Esta esperanza debe ser compartida, particularmente con aquellos que mas la necesitan. Es una esperanza para el conjunto de la Creación de Dios, concedida mediante el sufrimiento y la resurrección de Jesucristo de una vez por todas y para todos. Si no es una esperanza para todos, no es una esperanza cristiana.
4. Así, la comunidad de iglesias en el Consejo Mundial de Iglesias y el movimiento ecuménico mas amplio siempre se cuestionan sobre si mismos mediante este criterio de esperanza. ^Esta nuestra identidad conformada por la esperanza viva que nos ha sido dada? ^Estamos rindiendo cuentas, preguntándonos si la esperanza es aquello que se ve y se oye en nuestras palabras y acciones, o estamos destruyendo la esperanza de los demás? ^Estamos quebrando “la cana quebrada” (Isaias 42:3)? ^Estamos transmitiendo esperanza de forma que las palabras de Cristo resucitado, “No temáis” puedan ser tomadas en serio? ^Formamos parte de esa cultura de vida, estamos protegiendo y alimentando la vida que se manifiesta en la resurrección única de Cristo?
5. Aquí no se trata de optimismo generalizado, sino de transmitir una razón y motivación para la esperanza. A menudo, esto significa ser capaz de ver mas allá de lo que vemos y esperar algo mas y algo diferente, buscando justicia y paz, y nada menos. La esperanza es un criterio de nuestra fe cristiana. Pienso que debe ser parte de una critica apropiada de la religión, incluyendo la nuestra propia, preguntándonos a nosotros mismos si estamos alimentando la esperanza en lugar de destruyéndola.
6. Esta es la esencia de nuestro informe y rendición de cuentas para el Consejo Mundial de Iglesias y para mi como Secretario General, que va mas allá de si tenemos éxito en la consecución de nuestros objetivos o si vemos un futuro brillante (cuestiones que ciertamente debemos abordar), sino también sobre si
podemos afirmar que hemos hecho todo lo posible con los esfuerzos y recursos de los que disponemos para promover, alimentar, compartir y no destruir la esperanza. En ocasiones, lo debemos hacer incluso en contra de las razones obvias por las que sentir preocupación o incluso temor.
7. Expresamos esta esperanza viva afirmando que estamos juntos en una peregrinación de justicia y paz. ^Como esta contribuyendo nuestra labor en el CMI a este fin? ^Como puede hacerse realidad en nuestras acciones planificadas? Citare algunos ejemplos para responder a esos interrogantes.
8. Espero que oigan las numerosas voces y diferentes dimensiones de esta esperanza en las maneras de informarles de todos mis colegas. En este Comité Central se hará por diversos medios.
9. Desde que nos reunimos hace dos anos, hemos recorrido un largo camino en la peregrinación de justicia y paz; y hemos trabajado arduamente juntos para marcar una diferencia en el mundo. Me enorgullece subrayar esta realidad en nombre de los dirigentes del Comité Central y del Comité Ejecutivo, así como de las comisiones y los comités que hemos designado, y por ultimo, pero no por ello menos importante, en nombre de los colegas que trabajan día a día para el CMI. Hemos tenido un periodo de trabajo exhaustivo, intensivo e innovador.
10. El informe para esta reunión cuenta con algunas características nuevas. Yo diría que la estructura revisada de gobernanza funciona bastante bien en la actualidad. El papel del Comité Central de dar instrucciones generales en materia de política y relaciones ya esta en ejecución, reuniéndose cada dos anos. Así pues, el informe principal que deben leer y responder es de los dos últimos anos de trabajo de todo el Consejo, en su implementación de los objetivos estratégicos que ustedes, como Comité Central, definieron para el periodo 2014-2017.
11. También recibieron el informe sobre el progreso con la estrategia financiera para 2014-2017, que incluye referencias al progreso en el proyecto de edificación dentro del Centro Ecuménico en Ginebra. Se prepararon los presupuestos equilibrados para 2015 y 2016, oportunamente aprobados por el Comité Ejecutivo. En enero de 2015, tuvimos que lidiar con una caída severa del valor de nuestros ingresos en francos suizos, debido a las modificaciones en la política de tipos de cambio del Banco Nacional de Suiza. Logramos ajustarnos y tomar medidas para gestionarlo a tiempo. Observamos que el presupuesto total de ingresos programáticos para este ano es en realidad mas alto que los ingresos totales programáticos registrados el ano pasado, y que el CMI no esta sufriendo una crisis económica. Las contribuciones de los miembros se mantienen estables, y nuestros principales socios de financiamiento continúan brindándonos mucho apoyo, tanto como pueden, y también desean trabajar mas con el consejo en ciertas cuestiones que figuran en nuestros planes programáticos. Continuamos estando muy agradecidos por la manera fiel en la que las iglesias miembros y los ministerios especializados apoyan económicamente el trabajo del CMI. Existen otras fuentes futuras de ingresos, y necesitamos continuar trabajando con gran ambición para desarrollar relaciones con otros aliados financieros.
12. El plan para el proyecto de edificación en Ginebra esta siendo revisado por las autoridades. Esperamos la aprobación del plan de desarrollo de la zona, que esperamos se produzca este ano, y necesitamos abordar en esta reunión (particularmente en el grupo de gestión de este proyecto) como evaluar diversas estrategias posibles, incluyendo modelos financieros, a medida que nos aproximamos a la etapa siguiente del proyecto (véase el Anexo 1).
13. Asimismo, cuentan con el informe del trabajo del Comité Ejecutivo, y los informes de programa resumidos. Ademas de todo lo anterior, han ido recibiendo las actas de las reuniones del Comité Ejecutivo estos dos últimos anos, en donde informaban sobre como se han ido ejecutando los planes y presupuestos programáticos durante los dos últimos anos. Mi propio informe sobre el trabajo y las iniciativas del secretario general esta impreso junto con las actas del Comité Ejecutivo, incluyendo informes sobre las visitas, reuniones, y contribuciones en forma de discursos y en otras publicaciones. Ademas, han recibido los informes anuales con los resúmenes y las imágenes que compartimos con todos aquellos interesados en la labor del CMI: 2014: “Juntos en la peregrinación de justicia y paz.” 2015: “Marcar la diferencia juntos en el mundo.”
14. Por consiguiente, mi informe dirigido a ustedes como Comité Central tendrá un carácter diferente al de informes anteriores. Partes sustanciales de lo que normalmente soKa incluir en mis informes se encuentran esta vez en los informes anteriormente citados.
2. La peregrinación
15. El tema de la peregrinación de justicia y paz nos ha brindado una nueva oportunidad de continuar nuestro legado del CMI con toda su riqueza. Ha traído algo nuevo al corazón de nuestro compromiso, la lógica de los programas y la orientación del trabajo. Hemos desarrollado la interpretación y la practica de la peregrinación de justicia y paz a través del trabajo programático y numerosas reflexiones. Ha resultado vital no permitir que esto se convirtiera en un proceso paralelo o un programa paralelo del CMI. Un grupo de referencia especial junto con un grupo teológico consultivo nos ha brindado consejo al Comité Ejecutivo y a mi, como Secretario General. Esto nos ha ayudado enormemente a encontrar nuevos caminos y nuevas formas de trabajar juntos bajo esta perspectiva común en todo lo que hacemos.
16. La metodología de nuestro trabajo se ha centrado mas en como trabajamos juntos, y como las iniciativas y las ideas en pro de una peregrinación de justicia y paz pueden posiblemente elaborarse y aplicarse en contextos diversos y a través de agentes diversos. No ha sido un dictado de Ginebra sino una invitación a que participen tal y como ustedes y sus iglesias lo consideren necesario y posible dado su contexto particular. Se les ha enviado a ustedes y a todas las iglesias miembros una invitación renovada, y les recomiendo encarecidamente la lectura de este texto relativamente sucinto. Vemos mas ejemplos inspiradores de como el enfoque de la peregrinación ha cobrado sentido para las comunidades de las iglesias miembros, entre los socios ecuménicos, y otros que desean identificarse con nuestra visión y objetivos.
17. Hacer uso de una idea familiar en nuestras tradiciones y practicas religiosas nos da un incentivo para integrar nuestro trabajo para la justicia y la paz en nuestra fe. Estas tradiciones hablan sobre la peregrinacion de diversas maneras. Juntas nos recuerdan que la peregrinación requiere nuevas actitudes valerosas, honestas y humildes, disposición a emprender nuevos caminos y rutas, buscando siempre proximidad con la realidad en nosotros y a nuestro alrededor. Ante todo, la peregrinación expresa de una forma nueva un deseo y oración profundos de que el reino de Dios llegara, que la voluntad de Dios sera hecha en la tierra así como en el cielo.
18. La temática de la peregrinación también ha fortalecido la capacidad de fomentar la esperanza dentro del movimiento ecuménico a través de dimensiones duales de autorreflexión: critica y construcción. Debemos identificar lo que esta mal y juntos contribuir a que cambie. Hacemos este ejercicio de rendición de cuentas tanto para desmontar el mal de la cruz como para fomentar el renacimiento y la renovación de la vida a través de la resurrección. Esto ha creado una practica y una actitud de rendición de cuentas mutua. No nos aterra tanto escuchar lo que otros nos dicen, incluso si es una critica, si podemos hacerlo en base a un compromiso conjunto de ser francos los unos a los otros. Nunca lo hacemos que con el propósito de menoscabar o discriminar al otro, sino para corregir nuestro rumbo, aprender de nuestros errores y avanzar juntos.
19. En aras de ampliar esta idea, criticar es definir específicamente lo que se necesita cambiar; la construcción nos llama a ofrecer contribuciones a la vida juntos con esperanza.
20. “Cuando nuestro Senor Jesucristo dijo ‘arrepentíos’, quiso decir que toda la vida debe ser de arrepentimiento.” Esta era la primera tesis de Martín Lutero en 1517, y el principio de los procesos que recibieron el nombre de la Reforma, que sera conmemorada y celebrada el próximo ano. El impulso de abordar seriamente la cuestión del pecado, así como nuestros propios errores y defectos, ha sido una inspiración también para el movimiento ecuménico. Tratar lo que esta mal (nuestras divisiones, nuestro fracaso a la hora de ser testigos de la verdad, nuestro trabajo insuficiente en pro de la justicia y la paz, nuestra complicidad con la injusticia olvidándonos de ser sensibles a los lugares en los que hay discriminación, racismo, opresión, y violencia) de una manera honesta, seria y constante, no enganando o encubriendo mientras nos absolvemos a nosotros mismos de estas realidades, debería ser la manera de funcionar de un cristiano o cristiana a lo largo de toda su vida. Este debe también ser nuestro enfoque en tanto que comunidad de iglesias. Este arrepentimiento es necesario con el fin de servir a los que lo necesitan y evitar un enfoque que se regodee en nuestro carácter autodestructivo o nuestra autocomplacencia.
21. La otra dimensión de una peregrinación es ser consciente constantemente de como la resurrección de Cristo cambia nuestras perspectivas y nuestras percepciones, nuestras aspiraciones y nuestra interpretación de como es posible la transformación. El poder de la resurrección esta obrando en nuestras vidas, en el conjunto de la Creación, y en la Iglesia. Esto cobra un énfasis particular en la tradición que la familia ortodoxa comparte con todos nosotros, que ahora se reúne en Creta para el histórico modo santo y ecuménico, bajo dirección del patriarca ecuménico Bartolome. El pasado mes de noviembre me sentí profundamente conmovido cuando visite la Catedral de la Resurrección de Cristo en Tirana (Albania). Allí, el ex presidente del CMI, el arzobispo Anastasios, acogió una reunión del Foro Cristiano Mundial para compartir y abordar como demostrar unidad y solidaridad cristianas para con los cristianos que están sufriendo diferentes formas de amenaza, discriminación o incluso persecución. A través de su experiencia y sus reflexiones bíblicas, nos guió en el significado profundo de la resurrección de Cristo presente también en tales circunstancias. Se nos llama a ser la luz en el mundo, la luz de Cristo, no para provocar, sino para dar una esperanza genuina.
22. La esperanza que nos ha dado no es algo que podamos guardarnos para nosotros, sino que tiene el propósito de ser compartida, y hacerla patente en todos los contextos y ante todo el mundo. Hacemos esto en servicio a la misión de Dios. La ultima declaración de la misión, Juntos hacia la vida: Misión y evangelismo en paisajes cambiantes, también traslada este llamado a ser conscientes de como el Dios de la vida esta en el trabajo, y particularmente entre los que están en los denominados margenes. Estamos observando no solo nuestras vidas como individuos, sino nuestras iglesias, nuestras comunidades, nuestras naciones, nuestra comunidad como humanidad, con diversas religiones o sin religión alguna, pero todas ellas en el mismo mundo. La peregrinación es fundamentalmente una manera de relacionarnos los unos con los otros y con Dios, en este mundo que es nuestro hogar. Estamos inmersos en una peregrinación que busca el cambio, nuestra transformación y la del mundo en el que vivimos. Lo hacemos en nombre de la llegada del reino de Dios con su justicia, paz y gozo.
23. Vemos que en lugares en donde se ignoran, violan o destruyen los valores del reino de Dios, la lucha para la justicia y la paz necesita todos los recursos, creatividad y tiempo disponibles. Vemos signos de como las iglesias, con la fuerza de la comunidad conciliar en las esferas nacional, regional y mundial, puede contribuir a la justicia y la paz a la que hemos sido llamados con urgencia. Vemos que el CMI puede marcar la diferencia; vemos que cambiando nosotros podemos inspirar el cambio en el prójimo.
24. La perspectiva de la peregrinación implica probar nuevos rumbos y estar dispuestos a ir por delante, en la vanguardia de lo que recomendamos que hagan las iglesias. Es una empresa exigente, pero absolutamente emocionante, a veces empoderadora aunque, en ocasiones, ciertamente abrumadora. Concretamente, desearíamos que siempre hubiera mas recursos disponibles, incluso cuando somos capaces de ajustarnos a tipos de cambio fluctuantes. En todo lo que hacemos en nuestra peregrinación, necesitamos continuar siendo administradores fieles de nuestros recursos, y no digamos de nuestros recursos humanos.
25. El tema de la peregrinación ha centrado el papel del Consejo Mundial de Iglesias en facilitar, reunir, compartir y consolidar la cooperación y nuevas relaciones bajo una visión común. Hemos visto como la franqueza implícita en nuestra peregrinación nos hace estar abiertos a nuevos métodos, nuevos socios y nuevas maneras de avanzar. El permanecer abiertos en nuestras intenciones y estrategias ha convertido al CMI en una organización mas extensa, a pesar de que cuenta con menos fondos. Por consiguiente, al concebirnos como una comunidad, un movimiento, una institución, una red, nuestro papel es facilitar y reunir para poder hacer uso de las múltiples dinámicas existentes entre nosotros.
26. Una vez mas, hacemos esto a través de la rendición de cuentas mutua, en términos de y critica y autocrítica, y compartiendo los motivos y signos reales de esperanza. Esta es una característica única de los seguidores de Cristo: no nos asusta responsabilizarnos tanto de nuestros pecados como de nuestra esperanza, tanto de la cruz y como de la resurrección, tanto de nuestro arrepentimiento como de la afirmación de nuestras contribuciones.
3. En contextos cambiantes
27. Ahora que estamos reflexionando sobre lo que significa ir en peregrinación en contextos cambiantes en este contexto noruego en el que se celebra esta reunión del Comité Central en 2016, nos inspira la geografía de nuestro entorno, así como las expresiones vivas de peregrinación de las mujeres y los hombres que hoy vienen a esta ciudad de Trondheim, caminando literalmente por estos paisajes. También vemos que nuestra presencia aquí es un llamado a abrir nuevos paisajes para los que peregrinan aquí y los que aquí los guían o los reciben, para ayudar a que los presentes aquí vean que han sido llamados a la gran visión de la justicia y la paz en el mundo y en si mismos.
28. Estamos también aquí en el territorio del pueblo Sami, y ellos nos recuerdan la conexión profunda existente entre la tierra, los pueblos y la identidad. Los días previos a la reunión del Comité Central, se han celebrado aquí en Trondheim consultas significativas entre representantes de los pueblos indígenas e iglesias alrededor del mundo. Su declaración nos sera revelada a través de los medios y sus contribuciones pertenecen a nuestra Peregrinación de justicia y paz.
29. La metáfora de “contextos cambiantes” requiere cierta reflexión. Uno de los motivos para la confianza y la estabilidad reside en que al menos algunas partes de nuestros contextos sigan siendo iguales. Para la población que vive de la pesca en las costas de Noruega, las viejas montanas les proporcionaron puntos de orientación claros, incluso transmitiendo el sentido de pertenencia y la conexión con el hogar. Así que la idea de un posible cambio en los paisajes podría concebirse mas como una amenaza que como algo apasionante. Y estoy seguro de que muchos reconocerían que deseamos que ciertas cosas permanezcan como están y no cambien.
30. Existen al menos tres aspectos relevantes dignos de ser abordados en tanto que metáforas significativas en materia de “contextos cambiantes” en nuestro contexto:
a) Hay diversas maneras de ver los paisajes, diversas perspectivas visibles a nuestros ojos a través de luz cambiante, el tiempo cambiante y las estaciones.
b) Estamos determinando las diferencias porque estamos en movimiento, describiendo, comparando, aprendiendo y elaborando historias sobre los paisajes que deberán ser contadas e interpretadas.
c) Los paisajes se cultivan con el cuidado, la agricultura, o pueden desarrollarse con edificios, caminos u otras construcciones. No debemos olvidarnos de los paisajes que están cambiando a causa de la falta de cuidado, de la ignorancia, o de actividades que conducen al deterioro, la, destrucción, o incluso a catástrofes allá donde pueden nacer nuevas barreras que dividan a los pueblos y la vida. Esta es nuestra interacción con la realidad, una responsabilidad que no podemos trasladar o de la que no podemos huir. Lo que sabemos es que podemos participar en la obra del creador sirviendo a la vida de la Creación y la vida de las comunidades.
31. Como pueden apreciar, la metáfora de los paisajes nos conduce a un triple plan de elaboración teológica en un contexto: ver, determinar y actuar. También nos cercioramos de que la metáfora del paisaje nos lleva a otra conexión entre metáfora, fe, y realidad. En esta dinámica es en la que se desarrolla nuestra esperanza.
32. Estos tres aspectos combinados de formas diversas entran en juego en nuestra reflexión sobre la peregrinación de justicia y paz. En significados muy concretos y en significados mas simbólicos, vemos paisajes cambiantes, transformando realidades de nuestro entorno que guardan relevancia con el significado de la peregrinación de justicia y paz.
33. No utilizamos estas metáforas solamente por el efecto retorico. Lo hacemos para comprender que, cuando hablamos de nuestra vida juntos como iglesias y de nuestra peregrinación de justicia y paz, realmente estamos en este mundo, en la naturaleza, en la Creación de Dios, y que no vivimos en un estado abstracto. Debemos prestar atención al paisaje que nos rodea, de la misma forma que lo hacemos cuando estamos caminando y no conduciendo ni sobrevolando un paisaje. La temática de la peregrinación es tanto una imagen como una realidad, como ocurre con los símbolos, los sacramentos, los conceptos de la iglesia y del mundo, de la misma manera que con el movimiento ecuménico y el Consejo Mundial de Iglesias.
34. Sabemos que la comunicación esta en el centro de lo que implica Peregrinación de justicia y paz. No podemos dar cuenta de la realidad que nos rodea, o articular nuestra esperanza si no comunicamos esto entre nosotros y al mundo. Compartir es informar, pero también desafiar y motivar en diversos contextos. Durante los últimos dos anos, hemos desarrollado nuevas formas de comunicación, introduciendo mayor flexibilidad, mas imágenes, mas voces, mas rostros, mas ideas y mas intercambio. Estamos entendiendo la comunicación como una dimensión de lo que hacemos y de como lo estamos haciendo, en lugar de únicamente relatar que hemos hecho y donde hemos estado. Los objetivos de nuestra labor de comunicación son desarrollar una practica mas exhaustiva de relatar y analizar nuestras luchas, injusticias y conflictos destructivos, pero también comunicar como la gente de fe comparte esperanza y esta actuando para crear esperanza, en todos los contextos y paisajes.
4. Avanzar en contextos cambiantes
35. Permitanme que comparta algunas observaciones sobre los contextos cambiantes de gran relevancia para la labor del CMI en los ultimos anos. No pretendo dar una imagen completa, pero si algunas pinceladas de importancia a la hora de determinar donde estamos y adonde nos dirigimos. Lo observamos desde el prisma de nuestra peregrinacion de justicia y paz.
a. Los contextos ecuménicos
36. En primer lugar, tenemos que reflexionar sobre donde nos encontramos en materia de nuestra esperanza de unidad de la iglesia y las múltiples expresiones de relaciones mas fuertes entre nuestras iglesias. De diversas maneras, podemos observar que se comparten las agendas y objetivos del CMI de forma mas amplia, y hay nuevas vías para trabajar con iglesias miembros y socios ecuménicos. Cultivar regularmente relaciones con organizaciones internacionales reporta contribuciones sustanciales.
37. Existen muchos signos de como las iglesias miembros están integrando expectativas y compromiso al trabajo y al papel del consejo. Esto se hace patente en la involucración y participación en nuestra labor y la voluntad de mantener o incluso incrementar las contribuciones en momentos de dificultades financieras. El tema de la peregrinación se ha traducido en muchas iniciativas de iglesias miembros y organizaciones asociadas, de tal modo que identificarse con el CMI implica mucho mas que seguir un programa de Ginebra. Mas bien consiste en estar involucrado en el mismo movimiento y los mismos objetivos desde diferentes contextos y perspectivas distintas. Las visitas a numerosas iglesias miembros, y la participación en acontecimientos de los ámbitos regional o nacional, han sido oportunidades relevantes de encontrar nuevas expresiones de lo que significa esta peregrinación.
38. En el paisaje ecuménico mas amplio vemos algunos avances significativos. En varias ocasiones, el acercamiento de la peregrinación a las relaciones ecumenicas ha cobrado gran relevancia en los mensajes del papa Francisco dedicados al llamamiento a la unidad y el testimonio común así como el servicio al mundo. También lo expreso en su discurso al CMI con motivo de la celebración del 50° aniversario del Grupo Conjunto de Trabajo con la Iglesia Católica Romana el ano pasado. La apertura hacia nuevas maneras de búsqueda de la unidad y vida en común de iglesias también fue citada recientemente en la reunión en Cuba entre el patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa, Kirill, y el papa Francisco. A propósito, en Cuba las iglesias acaban de celebrar el 75° aniversario del Consejo de Iglesias de Cuba, uno de los consejos mas longevos de esta clase en el mundo. La reunión entre el CMI y los equipos de dirección de la Alianza.
Evangélica Mundial en Bossey el mes pasado es otra muestra de como estamos fusionando objetivos y agendas para abordar el llamado a contribuir a la justicia y la paz en el mundo. También celebramos una reunión para renovar las relaciones entre el CMI y las Sociedades Bíblicas Unidas en Bossey recientemente. Observamos que la mayor parte de los temas del programa de la AEM y de las SBU coinciden con programas del CMI. Lo que resulta mas alentador, encuentro que al saber que tenemos circunscripciones solapadas también estamos identificando agendas solapadas. Muchas de estas agendas comunes están tratando como ofrecer un testimonio cristiano esperanzador a la gente que sufre injusticias, conflictos, falta de seguridad e incluso persecución. El reconocimiento de lugares dolorosos en el mundo y los esfuerzos para reflejar nuestra esperanza vivificante en Cristo se interpreta de nuevas maneras.
39. Desgraciadamente, en nuestro análisis también observamos nuevas divisiones. Algunas se centran mas en la protección de la identidad, la cultura, los territorios, y a menudo de los privilegios nacionales. En un momento en que las fronteras en Europa se han cerrado a los refugiados que tienen la necesidad acuciante de protección y ayuda, debido al razonamiento manifiesto o encubierto de que son musulmanes, argumentando que velan así por el interés del legado y los valores cristianos, tenemos que decir que esto no es una expresión del legado y los valores cristianos. Necesitamos cultivar una noción común de como inspiramos esperanza y superamos el miedo cuando nos tenemos que enfrentar a desafíos y crisis como esta, dando prioridad a las necesidades humanas de los que no tienen nada. Se trata, en realidad, de dar prioridad a los que necesitan que se respeten su dignidad y sus derechos y de darles esperanza.
40. Existen otros desafíos a la unidad de la iglesia que padecen las iglesias y las comuniones de iglesias. Algunos tienen que ver con interpretaciones diferentes de cual es la mejor manera de proporcionar orientación y esperanza para la vida que vivimos en nuestras relaciones mas estrechas de amor y lealtad. A medida que las iglesias encuentran métodos para ocuparse de estos desafíos a su unidad, el CMI debería ofrecer un espacio para la reflexión sobre estos desafíos ademas de una atmósfera de confianza y transparencia. El CMI ya ofrece una manera de practicar la rendición de cuentas mutua a través de los procedimientos y la practica de la creación de consenso. De esta manera logramos consenso en decisiones comunes a través de la escucha activa reciproca. También construimos un sentido de la responsabilidad en las divergencias, distinguiendo entre los puntos en los que logramos consenso y aquellos en donde no lo logramos, o en que parte de un escollo tenemos consenso y en que parte no. Esto permite conversaciones sobre asuntos difíciles en una atmósfera donde no tenemos que tomar decisiones en base a la mayoría que acaben ignorando a la minoría. Esto también nos da la capacidad de promover iniciativas para discernir como podemos vivir en nuestra comunidad con las diferencias restantes.
41. Para dar vida a nuestra esperanza, debemos centrarnos en como nuestra fe compartida en Cristo nos llama a relacionarnos antes de definir las diferencias de interpretación y tradición. Deberíamos poner de relieve la importancia de lo que si que compartimos en nuestra fe en el Cristo crucificado y resucitado, y entender que esta existe antes que otras dimensiones de nuestra creencia y expresiones de fe en las palabras y las obras. Estos principios y métodos del CMI, que operan en consenso, también pueden inspirar a iglesias y comuniones que están tratando sus diferencias y divisiones.
b. En los paisajes del sufrimiento y la guerra
42. El CMI ha realizado programas ambiciosos en diferentes paisajes desde que se celebrara el ultimo Comité Central. El compromiso de tratar ciertos conflictos en países en donde nuestras iglesias están luchando por la justicia y la paz ha quedado patente en visitas para acompañar y contribuir a procesos de paz. Colegas y socios, miembros de nuestros órganos de gobierno, incluyendo el equipo de dirección del Comité Central, han participado activamente en visitas e iniciativas en este sentido.
43. Necesitamos seguir centrándonos en lo que significa una paz justa y como puede lograrse en los diversos contextos en los que estamos llamados a ofrecer signos de esperanza. Estoy convencido de que en todos los contextos y paisajes en los que estamos presentes, debemos ser la voz que aporte la orientación y el esfuerzo para establecer una paz justa. Acabar con el sufrimiento de los hombres y mujeres y brindar una plataforma de justicia para una paz sostenible debe ser nuestra prioridad mas absoluta. Hemos seguido poniendo de relieve que no existe una solución militar para la guerra de Siria. Hemos insistido en que la prioridad central es proseguir con los procesos de paz y parar las guerras y asesinatos sin sentido así como las consecuencias para toda la población siria. Ya que ahora el efecto de la guerra tiene incluso mas implicaciones para otros países, en particular en Líbano, Jordania y Turquía, pero también para el gran flujo de refugiados hacia Europa, la pregunta que siempre queda pendiente es como acabar con la guerra misma. Varios encuentros con el enviado especial de la ONU a Siria, Steffan de Mistura, han confirmado la importancia de las iglesias a nivel nacional y mundial en estos esfuerzos, así como los diálogos interreligiosos con este fin.
44. Los valores, actitudes y la voluntad de trabajar en pro de una paz justa tienen lugar en las cuatro dimensiones que hemos desarrollado en nuestro llamado para una paz justa. Desde Jamaica en 2011, hemos hecho un llamado mancomunado por la paz justa en las comunidades, en los mercados, entre los pueblos y las naciones, y con la tierra.
45. En todos estos contextos, veo diferentes papeles para la participación del CMI. En primer lugar, el de apoyar y asegurar la presencia de iglesias y sus representantes en las iniciativas para la paz. Esta es una empresa primordial para el CMI. Lo hacemos cooperando con otros socios ecuménicos, como las organizaciones ecumenicas regionales y los consejos nacionales de iglesias, los ministerios especializados y otros actores ecuménicos. Todo ello para conseguir una dinámica constructiva entre ser local y saber que esta sucediendo y con quien trabajar en pro de una paz justa; así como estar conectado con una comunidad internacional de iglesias con las relaciones, experiencias y la libertad de obrar y hablar de forma diferente a como lo puede hacer una iglesia local y nacional. Asimismo, podemos facilitar el trabajo junto con socios y organizaciones internacionales, por ejemplo, las agencias de la ONU, para captar la atención y el apoyo a iniciativas que pueden conducir a una paz justa.
46. Nuestro papel también es el de ser parte de la espiritualidad de la paz, las oraciones, la predicación y las enseñanzas que abren espacios para entablar conversaciones genuinas: encuentros de responsabilidad mutua que pueden hablar tanto de los pecados como de la esperanza, vistos a la luz de nuestra fe en Cristo. Eso quiere decir que necesitamos resiliencia a la hora de ocuparnos de los valores, las actitudes y de la voluntad de trabajo para una paz justa pase lo que pase.
47. Desde un punto de vista critico, podemos preguntarnos que es lo que se ha logrado, si nuestra implicación marca una diferencia. Este interrogante no tiene una respuesta categórica ni generalizada. Desearíamos tener mas capacidad de ser escuchados y vistos, en particular para consolidar aun mas el papel de las iglesias en el establecimiento de una paz justa. No obstante, si que se ha reiterado en muchos contextos el papel de las iglesias y su fuerza cuando están unidas en aras de la paz en una nación o una región. Me siento agradecido y profundamente impresionado al ver la cantidad de iglesias miembros y socios ecuménicos de nuestra comunidad que contribuyen a los procesos de la paz.
48. Algunos de ustedes, acompañados por miembros del personal, han estado implicados en este trabajo para la paz, al igual que yo mismo. Para ese propósito hemos visitado Corea, Ucrania, Líbano (para tratar la situación en Siria e Iraq), Israel y Palestina, Sudan del Sur, Burundi, Colombia, Nigeria, y la República Democrática del Congo. Todas estas visitas han sido expresiones genuinas de la peregrinación de justicia y paz, y se deben entender como tales en lo espiritual y lo practico. Han sido peregrinaciones de escucha, cuidado, acompañamiento, evaluación, acciones conjuntas en materia de incidencia y de construcción de relaciones de justicia y paz.
49. Este ano nos centramos en particular en la necesidad de una paz justa en Oriente Medio, prestando atención nuevamente al conflicto entre Israel y Palestina. Nuestra única agenda es alcanzar una paz justa para ambos pueblos. Contamos con una expresión significativa de la peregrinación de justicia y paz en nuestro Programa Ecuménico de Acompañamiento para la Paz en Israel y Palestina, y estamos revisando y renovando dicho programa junto con nuestros socios para que sea lo mas relevante posible. Nosotros y nuestros acompañantes somos testigos de los incidentes diarios de injusticias y escollos para las personas en los territorios ocupados, y la falta de paz para la los pueblos israelí y palestino. Nosotros y muchos otros constatamos que se trata de un problema de justicia que debe abordarse para evitar que las cosas puedan incluso empeorar para ambos pueblos. La ocupación y sus consecuencias crean una situación imposible que debe tratarse para encontrar un camino hacia la paz. Este ano, también estamos trabajando en particular con nuestras iglesias miembros en los Estados Unidos para debatir sobre como este aspecto puede convertirse en un marco compartido de incidencia para una paz justa en el contexto estadounidense.
50. El CMI ha mantenido un compromiso férreo y continuo de trabajo hacia el desarme nuclear, y desde la pasada reunión del Comité Central también hemos tratado los riesgos ingentes de la utilización de energía atómica para la producción de electricidad. Visité Japón, incluyendo la zona afectada de Fukushima, tras la avería de la planta de energía atómica. Un grupo de varios lideres eclesiásticos, liderado por la obispa Mary Ann Swenson, visito Hiroshima el ano pasado, haciendo contribuciones significativas a este llamado particular a la responsabilidad y al respeto por la esperanza de paz para la humanidad.
51. Hemos establecido una red de las iniciativas para la paz. La semana pasada, reunimos a participantes de las iglesias de varios de estos países en un taller en Johannesburgo, Sudáfrica, que conmemoraba el 40° aniversario desde la masacre de Soweto. Las iglesias provenientes de diversas partes del mundo, dialogaron acerca de como estamos cumpliendo con nuestro papel de ser pacificadores y de reclamar que se haga justicia.
52. Nuestra forma de compartir experiencias y la sabiduría que estamos adquiriendo, a menudo de forma muy costosa, es un aspecto que también pertenece a nuestro legado de formación ecuménica. Por consiguiente, la costosa unidad y los relatos de esperanza que buscamos deben desarrollarse a través de la formación y la educación. Las inversiones en nuestros programas ecuménicos de formación son significativas, porque invertimos en personas y en su desarrollo como lideres y activistas de la iglesia, trayendo signos de esperanza en todo tipo de contextos. Es alentador conocer a antiguos estudiantes de Bossey en mis visitas a los países y a las iglesias. Me transmiten la seguridad de que son personas de referencia para la labor en pro de la unidad en cada lugar, pero también una fuente de inspiración para la construcción de comunidades de justicia y paz.
53. Hemos iniciado nuevos cursos a corto plazo de diaconía en lugar de ofrecer becas individuales para los estudiantes de la labor diaconal. Creemos que esto esta sirviendo a las iglesias y a todo el movimiento ecuménico, construyendo capacidades para convertirse en agentes de la esperanza.
c. Los paisajes de la religión y de la violencia
54. La religión debe ser una fuente de esperanza. Allá donde se convierte en una motivación para apoyar los intereses de unos pocos, su poder e incluso su abuso de poder convertidos en violencia, yendo hasta el punto de construir comunidades basadas en una expresión tan violenta de la religión, vemos la anti-metáfora extrema de una peregrinación de justicia y paz. Vemos ejemplos de religión como motivación para acciones y actitudes violentas, y tenemos que admitir que para muchos seres humanos las religiones representan mas un problema que una bendición o un aliento.
55. Se abordara la problemática de la violencia y la religión en esta reunión. Se trata de un escollo en el paisaje cambiante de como la religión puede usarse de forma explicita para legitimar posturas y violencia extremas, incluso si estas no reciben el apoyo de los lideres religiosos. En los últimos anos, el CMI ha emprendido iniciativas para abordar estos desafíos en un marco interreligioso conjunto.
56. Hemos preparado una conversación a través de un texto que compartimos con ustedes antes de la reunión para reunir nuestra sabiduría en torno al tema de la religión y de la violencia en esta reunión. Sera un momento en el que podemos intentar entender como la violencia contra grupos que se identifican por su religión, o la violencia cometida en nombre de la religión, esta creciendo y amenazando a pueblos de todos los continentes.
57. También observamos que el deseo de tratar la necesidad de justicia y paz es cada vez mas imperante en los diálogos y encuentros interreligiosos y en los cuales estamos implicados como CMI. Hemos tratado de propiciar conversaciones entre cristianos y musulmanes en Siria y en Nigeria. Después del verano, el CMI participara en el lanzamiento de un centro de monitoreo musulmán-cristiano en Nigeria, un ejercicio que buscara “ponerse en la piel del otro” en términos de observar, evaluar y caminar junto al otro. Se trata de un modelo desarrollado tras una visita internacional e interreligiosa realizada hace tres anos. Se ha convertido en la actualidad en una iniciativa novedosa y de calado para la justicia y la paz. Supervisaremos juntos, musulmanes y cristianos en Nigeria, la violencia, teniendo como objetivo particular a grupos religiosos o motivados por una confesión religiosa. También deseamos que este instituto se convierta en un modelo de lo que se puede realizar en otros contextos y países.
58. Otra expresión de cooperación interreligiosa para la justicia y la paz ha sido el proyecto conjunto con la Organización Internacional del Trabajo para apoyar iniciativas islámico-cristianas en Egipto para abordar la justicia social y el acceso a un trabajo decente. Ha recibido muestras positivas de atención como signo de esperanza sobre como podemos aunar fuerzas para lograr un futuro mejor, para que los jóvenes puedan vivir juntos en un contexto plurirreligioso con muchos desafíos.
59. Estas iniciativas se ven impulsadas por un sentido de la responsabilidad para con la esperanza depositada en Cristo de que la voluntad del Dios-Creador debe hacerse también para aquellos que no creen en Cristo.
60. La violencia domestica, particularmente contra mujeres y niños, esta afectando a aproximadamente un 15 por ciento de todas las mujeres en el mundo. Esta violencia se acepta en algunos casos como parte de lo cotidiano sin que se la considere un ataque contra la humanidad, contra toda la humanidad. ^Podríamos imaginarnos hacer caso omiso a un informe que afirmara que un 15 por ciento de la población mundial sufre torturas de vez en cuando? Esto no debe desligarse de la reflexión en materia de violencia y religión. Tenemos que admitir que los que perpetran violencia domestica y sus víctimas también pertenecen a comunidades religiosas. Durante varios anos, el CMI ha estado liderando la campana “jueves de negro” para combatir la violación y la violencia contra la mujer. Esta es una iniciativa que merece la atención y el apoyo particular de los hombres.
61. Por otra parte, observamos que existen practicas y culturas religiosas que pueden legitimar esta clase de violencia a través de ideas sobre la superioridad, la dominación y el privilegio de hombres con respecto a las mujeres, y reclamando equivocadamente el derecho a ejercer la violencia en la educación de los niños. Esta terrible legitimación continua al aceptarse la discriminación de las mujeres como parte de sociedades patriarcales o como resultado del consumismo relacionado con el sexo, o de las injusticias económicas incuestionables que conducen al abuso de mujeres o de trabajadores infantiles. Estos problemas están interconectados. Lo que tenemos que admitir es que también están conectados con las practicas y las enseñanzas religiosas, y que incluso se utilizan textos religiosos para justificar actitudes de esta índole.
62. Cuando nosotros, como CMI, reflexionamos sobre las conexiones multidimensionales entre la religión y la violencia, debemos hacerlo siendo responsables ante nuestra esperanza en los dos sentidos elaborados anteriormente. Tenemos que rendir cuentas críticamente sobre las maneras en las que la religión y también nuestra religión cristiana pueden ser una motivación para el fundamentalismo, el absolutismo, la exclusión, la enemistad e incluso la violencia. Por otra parte, debemos ser responsables ante los recursos de esperanza para crear comunidades y relaciones no violentas, vibrantes y promotoras de la vida, centrándonos en las dimensiones mejores y mas constructivas de religión y de los que son seguidores de una fe religiosa. Tenemos que ir mas allá de simplemente afirmar que se trata de un abuso o mala interpretación de la religión; también se trata de utilizar textos, autoridades y practicas religiosas de forma irresponsable.
63. Ninguno de nosotros puede utilizar una referencia a Dios o a cualquier religión para legitimar actos violentos destructivos o provocadores. Ninguno de nosotros debe intentar o quedar impune de usar la religión para aplastar, destruir o negar a otros seres humanos su derecho de tener esperanza. Todos son creados a la imagen de Dios y dignos del amor y el poder de Jesucristo crucificado y resucitado. Particularmente como cristianos debemos ser muy tajantes y claros a la hora de transmitir estos mensajes en los diálogos y las relaciones interreligiosos. La responsabilidad para con nuestra esperanza se debe enfocar especialmente en estos paisajes.
d. Los contextos de la discriminación, la xenofobia y el racismo
64. Ya que nos encontramos en Europa, reflexionemos sobre como esta situación ha recibido mucha atención este ultimo ano debido a un flujo sin precedentes de refugiados y migrantes intentando entrar en Europa por el Mar Mediterráneo y el Mar Egeo. En otros continentes hay mas personas desplazadas que aquí, pero no reciben la misma atención, permaneciendo ano tras ano en campos de refugiados, como, por ejemplo, en Kenia.
65. La “crisis” de los refugiados es una expresión pertinente para los refugiados y sus países de origen, el desafío que deben tratar los países europeos y sus ciudadanos. Esta crisis llego a ser muy cercana y patente cuando el vicemoderador S.E. el metropolitano Gennadios nos invito a mi y a unos colegas a una visita a Grecia para obtener información de primera mano sobre la situación de los refugiados. En octubre del ano pasado visitamos Idomeni, en la frontera con Macedonia, donde muchos refugiados se encuentran bloqueados y no pueden seguir desplazándose a otros países europeos. Una vez mas, allí y en Atenas vimos como las iglesias a nivel local y nacional utilizan sus recursos para dar esperanza a los que lo han dejado todo por temor a perder sus vidas.
66. Junto con lideres eclesiásticos europeos, el CMI organizo dos consultas para facilitar el intercambio de conocimiento y apoyo entre las iglesias para determinar como reaccionar de forma que se pueda dar a los que necesitan asilo esperanza de una vida mejor. Lo hicimos junto con las agencias de la ONU, explorando como la sociedad civil y particularmente las iglesias y otras comunidades religiosas en Europa pueden contribuir a la incidencia, y a tratar las necesidades materiales y sociales de los refugiados.
67. Como iglesias tenemos que ser firmes en nuestro llamado para la justicia. Los derechos de los demandantes de asilo de Asia, Oriente Medio y África son iguales que los de aquellos que se beneficiaron de estos derechos los anos posteriores a que se aprobaran las convenciones de Ginebra (1951). Esta es una cuestión de derecho internacional y de justicia en el sentido moral.
68. Junto con las numerosas reacciones a esta situación, la creciente xenofobia, las reacciones racistas a personas de otras partes del mundo, en particular mezcladas con connotaciones islamofobicas, han sido alarmantes. Esto pone a prueba a las iglesias en su interpretación de lo que realmente constituyen los valores cristianos. Ha sido decepcionante presenciar la tendencia a obtener ganancias políticas de las políticas de derechas, en especial cuando esto se mezcla con pretensiones nacionalistas y cristianas.
69. En la actualidad, la situación en este país, Noruega, se replica en otros países de Europa. El aumento de solicitantes de asilo se ha convertido en un reto político, y hasta cierto punto en una situación que algunos están utilizando para provocar polarización entre las personas. Las iglesias de diversos países europeos han hecho un llamado, junto con otras organizaciones asociadas, y han invertido muchos esfuerzos para que se establezca una cooperación mas fuerte en esta materia. Los desafíos son reales y deben gestionarse con sabiduría y justicia, pero no se solucionaran con políticas que alimenten actitudes inducidas por el miedo.
70. Si bien vemos menos guerras entre los estados que hace unos anos, ya sean guerras frías o calientes, vemos muchos conflictos desarrollándose entre diferentes grupos dentro de un mismo estado. Esto también queda patente en los múltiples incidentes e inclusos masacres motivadas por el racismo. Se construyen muros para asegurar y excluir, para dividir y discriminar, ya sean muros físicos o no.
71. En este caso, el CMI también ha desarrollado programas ambiciosos en diferentes paisajes en este tiempo transcurrido desde Busan. Ademas de visitas a iglesias en países que sufren la violencia de la guerra, hemos organizado peregrinaciones para abordar las injusticias, la discriminación, la violencia y los conflictos en contextos en donde las iglesias nos han instado a que les acompañemos y actuemos. Esto ha dado como resultado visitas de lideres de iglesias, miembros del Comité Central del CMI, colegas y yo mismo a los EE.UU., Canadá, Sudáfrica y Brasil. Presumo que han recibido información sobre la forma y el momento en el que estas visitas e iniciativas fueron desarrolladas a través de nuestro sitio web y otras fuentes de información.
72. La realidad del racismo en los Estados Unidos fue una experiencia estremecedora para la peregrinación liderada por la Dra. Agnes Abuom, en abril. En su informe comparte su visión y pasión sobre esta cuestión. La interacción entre las iglesias y los lideres estadounidenses con la comunidad ecuménica mas amplia en torno a estos temas es útil para todos. Esto es lo mismo que ocurrió durante el Programa para Combatir el Racismo, en donde la interacción, por ejemplo, entre el movimiento de los derechos civiles en los Estados Unidos y el movimiento anti-apartheid conformo los debates y esfuerzos del CMI. Como ya he mencionado con anterioridad, hace dos semanas conmemoramos en Sudáfrica el 40° aniversario del Alzamiento de los Estudiantes de Soweto, un acontecimiento que fue crucial en la lucha contra el diabólico apartheid. Nos recordó que debemos actuar, y hacerlo juntos, de forma acuciante, contra los sistemas de racismo. La gente esta herida y muere, y debemos perseguir una paz justa. La necesidad de una esperanza viva esta presente. El programa ya termino, pero la labor de acabar con el racismo sigue siendo nuestra.
73. Jim Wallis ha escrito sobre «El pecado original de los Estados Unidos». El racismo es un rasgo de la historia de los EE.UU. y se esta haciendo visible de una forma novedosa, incluso exacerbada por declaraciones durante la campana presidencial en curso. El racismo se expresa en forma de ataques violentos, de discriminación practica y sutil a través del sistema jurídico, o de un una falta de respeto categórica hacia los otros con motivo de sus orígenes, procedencia étnica o social, su religión o sus posturas políticas. No podemos ignorar este fenómeno creciente en ningún país, ni tampoco en iglesias en la comunidad de iglesias. Esto es especialmente cierto si tenemos en cuenta que esperábamos que la situación mejorara tras anos de lucha contra el racismo y tras la mejora a través de la legislación, por ejemplo en los EE.UU. tras los fuertes movimientos de derechos sociales hace unas décadas.
74. La expresión de «pecado original» es muy apropiada para describir las dimensiones de formas conscientes e inconscientes de racismo en los EE.UU. Ese país tiene una historia muy particular, pero también refleja la realidad del resto del mundo. Por ello, encuentro llamativo ver como la situación allí actúa como un espejo que puede hacer mas visible en otros países y continentes los contextos de racismo, superioridad, privilegio, xenofobia, discriminación, división, violencia por motivos étnicos, incitación al odio, exclusión y persecución.
e. Los contextos en los que juegan los niños (y los nietos)
75. En nuestra primera etapa de vida, todos somos niños y dependemos del cuidado, amor y protección de otros. Mas tarde, aprendemos que es nuestra responsabilidad aportar lo mismo a las generaciones venideras, que indudablemente necesitan tener el mismo espacio y los mismos motivos para la esperanza. Los niños tienen el derecho de confiar en que haya acceso a alimentos, un hogar y cuidados; en que sus necesidades espirituales y sociales sean atendidas; en tener acceso a la educación y a gozar de los mismos derechos de protección contra la violencia y el abuso por parte de los adultos en sus relaciones mas estrechas. Aun así, este no es el caso para demasiados niños en todo el mundo. Mas aun, sabemos que la religión a veces legitima o perdona la violencia contra los niños por considerarla parte de su educación. Pertenezco a la primera generación que vive con una legislación en contra de cualquier forma de violencia contra los niños en este país.
76. La iniciativa de cooperación formal con UNICEF para proteger a los niños, hacer de las iglesias espacios seguros para los niños, de comprometernos como iglesias a trabajar en pro de los derechos y el bienestar de los niños, resulta una parte muy natural de nuestra peregrinación de Justicia y Paz. También es una forma de recordarnos a nosotros mismos como CMI e iglesias que los derechos humanos son universales, algo que responde a nuestras convicciones teológicas en la fe en el Dios trino, que nos ha creado a todos a imagen y semejanza de Dios. Dios, quien nos da la vida y la salvación a todos, sin importarle nuestra edad o nivel de educación o entendimiento. Este es un nuevo sendero abierto ante nosotros como CMI, y estoy muy agradecido a UNICEF y a nuestras iglesias miembros y órganos de gobierno que han apoyado fervientemente que asumamos estos compromisos y entablemos relaciones que puedan de verdad mejorar nuestras capacidades para abordar los derechos del niño.
f. El contexto de la ecología y la economía
77. Los contextos en los que las próximas generaciones tendrán sus medios de sustento, sus alimentos y aguas limpias, son los mismos contextos en los que vivimos hoy. No existe un planeta alternativo. No existe alternativa a dejar este planeta en una mejor situación que la actual, y decididamente la única alternativa posible es parar las emisiones y la destrucción de nuestras tierras como resultado de nuestra forma de vida, utilizando la energía para todo tipo de fines.
78. La implicación del CMI en el cambio climático se ha desarrollado de forma continuada durante décadas, y hemos sido uno de los líderes en la movilización de comunidades confesionales para asumir responsabilidades y hacer un llamamiento a la responsabilidad de todos para con la Tierra, nuestro hogar común. Esto se ha tornado en una agenda ecuménica e interreligiosa solida, y muchas de nuestras iglesias miembros han estado y están liderando el discurso y las iniciativas nacionales e internacionales de introducir los cambios necesarios para detener el calentamiento global junto con todos sus efectos perniciosos.
79. En 2015, las peregrinaciones por el clima se convirtieron en una acción común novedosa y sin precedentes en todo el mundo, inspiradas por la peregrinación de Justicia y Paz del CMI. Yo mismo participe aquí en Trondheim y en muchos otros lugares, también por el objetivo de la COP 21 en París. Juntos recogimos y entregamos 1,8 millones de firmas de participantes de estas peregrinaciones. Al ver las reacciones y el carácter de las discusiones en París, estoy convencido de que esta expresión basada en la fe, aunque abierta a todos, ha tenido una repercusión en los políticos del mundo y a la hora de alcanzar un acuerdo. Me pidieron que pronunciara un discurso en la cumbre en nombre de las comunidades de fe allí presentes, y lo hice expresando que nuestra palabra de fe debe ser una palabra de esperanza. Podemos lograrlo, podemos marcar la diferencia si estamos juntos; todavía no es demasiado tarde. Tenemos el derecho de tener esperanza de un futuro en este hogar común para nosotros y nuestros descendientes.
80. Hemos decidido vincular la labor en materia de ecología y economía al constatar de forma mas clara que estas cuestiones están conectadas entre si de muchas maneras. La explotación de recursos y las desigualdades en la repartición de los frutos de la actividad económica son escollos significativos de la injusticia mundial Se debe abordar el cambio climático desde otro modelo económico, basado en el uso sostenible de los recursos y en las energías renovables. Asimismo, esta nueva economía verde no deberá ser un privilegio del que solo se beneficie el mundo industrializado y desarrollado. Debería ser una nueva oportunidad de administrar los recursos en nuestro hogar común de una forma mejor y mas justa. La avaricia de este mundo esta conduciendo a desigualdades económicas ingentes, pero también a la ingente destrucción del medio ambiente en el que debemos vivir. La cooperación con socios ecuménicos en esta agenda es de vital importancia, y ya estamos planificando iniciativas nuevas para abordar tanto los desafíos en materia ecológica como retos mas concretos en la arquitectura y las practicas financieras del mundo.
g. El contexto de la sostenibilidad y el desarrollo
81. Los Estados Miembros de la ONU, junto con las agencias de la ONU y otras organizaciones internacionales, se encuentran en la fase de implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el 2030. Mucho mas que antes, el CMI esta llamado a ser un socio activo para muchos de ellos en sus esfuerzos de lograr estos objetivos exhaustivos y ambiciosos. De hecho, este contexto no es nuevo para nosotros, pero si mas grande y relevante a medida que intentamos responder de forma positiva y realista a estas invitaciones.
82. David Navarro, encargado de coordinar los esfuerzos de la ONU a este respecto, nos transmitió a nosotros y a nuestros socios en una reunión este invierno que, debido al carácter integral de estos objetivos, solo podrán alcanzarse con la cooperación activa de las organizaciones confesionales (como ellos nos denominan). La cercanía de las comunidades religiosas con las realidades, pero también con la gente que debería tener acceso al desarrollo que tenemos como objetivo; el enfoque basado en los valores, los compromisos con las redes internacionales, las múltiples oportunidades de inspirar a los otros y ofrecer liderazgo; todo esto y mucho mas son ventajas especiales que poseemos y de las que deberíamos enorgullecernos y utilizarlas para estos propósitos.
83. Nos aferramos con facilidad a lo que esta mal o lo que puede ir mal, algo que es comprensible, pero lo hacemos sin ver la belleza y las bendiciones de las vidas que vivimos juntos. Hay mas signos para la esperanza, para un desarrollo positivo del mundo que nunca antes, y esto no lo debemos soslayar. Hay mas personas por encima del umbral de extrema pobreza que nunca antes, hay un mayor porcentaje de niños en el mundo que reciben educación que nunca antes, hay mas acceso a los servicios sanitarios, mas personas que salen de la pobreza que nunca antes y menos guerras entre naciones que en muchos anos. Existen resultados tangibles de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) hasta 2015.
84. En un seminario sobre como las iglesias y otros actores del movimiento obrero pueden trabajar mancomunadamente para lograr los ODS, el Director General de la OIT, Guy Raider, afirmo que estamos enfrentándonos a dos tipos de crisis en el mundo hoy día. La crisis que guarda relación con el desarrollo, las desigualdades, el desempleo, la injusticia social, educación, sanidad, etc., esta bien documentada y tratada en las Naciones Unidas y sus agencias. Pero también existe otro tipo de crisis, que el denomino crisis de valores. Encontró muy preocupante el papel menguante de los valores, e incluso la ausencia de certeza de la necesidad de los mismos: “Hablar sobre solidaridad en ciertos círculos en donde se valoran extremamente el mercado y la economía de mercado, me transmite la misma sensación que decir palabrotas en la iglesia.”
85. Creo que esto ilustra que a veces son los otros, mas que nosotros mismos, los que ven un potencial enorme en tratar las necesidades acuciantes de nuestros tiempos dentro de nuestras comunidades basadas en los valores y los esfuerzos comunes en el movimiento ecuménico. No solo estamos estudiando los contextos, o moviéndonos en ellos, sino que también cambiamos su forma y los cultivamos de muchísimas maneras. Debemos reconocer nuestro papel, sin acabar estando demasiado ensimismados o ser demasiado autosuficientes. La actitud que corresponde con la esperanza la conforman tanto el valor como la mansedumbre, sabiendo que «nos ha llamado de las tinieblas a su luz admirable» (1 Pedro 5:5 y 2:9).
86. Diaconía es una palabra que deberíamos utilizar mas y de la que sentirnos orgullosos. Este es el servicio de la Iglesia, y es algo en lo que estamos participando de manera nueva con muchos socios, expresado en nuestra incidencia por la justicia y la paz, nuestro ministerio de acercamiento a los necesitados, asi como en nuestro testimonio diario. Junto con ACT Alianza, estamos explorando el significado y compromiso ecuménico de la diaconía, encontrando nuevas formas de demostrar la inclusion de todos, el servicio de las iglesias locales y las iniciativas internacionales como nuestro llamado común.
87. Las iglesias, con sus múltiples socios, han participado en el ministerio diaconal desde la época de los apóstoles, a menudo mucho antes que otras partes de la sociedad o que los estados. Estamos agradecidos por instrumentos tales como ACT Alianza en la familia ecuménica, que ofrecen recursos y la capacidad para incrementar la diaconía internacional y ecuménica y la habilidad de participar en proyectos conjuntos. Desarrollar recursos y capacidades humanos en las iglesias para labores relacionadas con la salud, el desarrollo y otras áreas es una parte sumamente estratégica también de nuestros esfuerzos conjuntos en los próximos anos. Estamos comprometidos con una cooperación mas estrecha con ACT Alianza, y contamos con una iniciativa integral de seguimiento de una consulta en Malawi en 2014 a este respecto.
88. En esta reunión, estamos invitados a aprobar una carta pastoral junto con nuestras iglesias. Es una propuesta para celebrar el logro de los últimos diez anos de esfuerzos conjuntos de la construcción de iglesias accesibles a personas con VIH/sida y romper el estigma y la exclusión que son tan perniciosas e incluso peligrosas. También es un llamado y un compromiso para continuar este trabajo juntos. La labor de Iniciativas Ecuménicas y Acción Mundial sobre el VIH/SIDA (EHAIA, por sus siglas en ingles) y de la Alianza Ecuménica de Acción Mundial (EAA, por sus siglas en ingles) en materia de VIH y sida son sendas iniciativas ecumenicas administradas por el CMI y en ellas nos comprometemos a continuar los esfuerzos para acabar con esta pandemia y abordar las múltiples actitudes que constituyen un obstáculo para lograrlo. Este trabajo ha traído tanta esperanza a aquellos que necesitan otra perspectiva mas allá de la de una enfermedad para el resto de sus vidas. Los esfuerzos ecuménicos han marcado una gran diferencia para muchos. Las contribuciones de actores confesionales se perciben ahora como una de las formas mas estratégicas de tratar el VIH y el sida, fortaleciendo el conocimiento y el apoyo en las comunidades para efectuar los cambios que pueden parar esta enfermedad.
5. Conclusión: La forma de avanzar
89. El desafío ante nosotros, amigos, es el de continuar avanzando juntos, sin miedo, con la motivación clara de nuestra esperanza viva. Debemos desempeñar el papel de promotores de relaciones, también de calidad en las relaciones, con todas las personas de buena fe que compartan nuestras aspiraciones de construir y compartir esperanza.
90. Como hermanas y hermanos en la familia ecuménica, debemos tener la voluntad de aprender los unos de los otros sobre los desafíos en nuestros paisajes, también en solitario, cuando no los podemos ver claramente por nosotros mismos.
91. Debemos tener la voluntad de abordar los desafíos reales y mas importantes para nosotros como seres humanos. ^Somos el signo de la humanidad que Dios nos ha llamado a ser? ^Estamos mostrando que somos capaces de vivir con nuestras identidades básicas como seres humanos y como cristianos, abrazando las diferencias que tenemos en parte de nuestras vidas, logrando comunidades multidimensional con valor y compromiso real con la justicia y la paz? ^Estamos preparados para no ser el gran proveedor de fondos sino para movilizar los recursos que se deban administrar, compartir y utilizar mancomunadamente en la familia ecuménica?
92. La peregrinación, tenga la forma que tenga (física, espiritual, mental) debe, tras nuestra reunión aquí en Trondheim, retarnos a llevar a cabo una peregrinación de justicia y paz, siempre buscando lo mejor, con esperanza.
93. Continuamos orando y obrando por el reino de Dios y por que la voluntad de Dios este presente entre nosotros aquí en nuestro hogar común, la Tierra. Somos los peregrinos llamados a ver, evaluar y avanzar. Lo hacemos en el nombre de Dios, el Padre, nuestro creador y sustentador; y en nombre de su Hijo, nuestro libertador y salvador, Jesucristo crucificado y resucitado, que nos llama a seguirlo; y del Espíritu Santo, dador de vida y creador de los dones de la alegría en comunión, una vida que alimentar y compartir en todos los contextos de este mundo, nuestro hogar común. Así pues, oremos:
Dios de vida, juntos te damos gracias por la esperanza viva que nos has dado.
¡Danos la sabiduría y el valor de relatar esta esperanza allá donde tu designio nos emplace, en nuestra peregrinación por la justicia y la paz!
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