Un recuerdo para Luis Odell
En la historia de la Iglesia no siempre se ha recordado y destacado el aporte de los laicos que, con diversos dones, hicieron su trabajo muchas veces silencioso para ofrecer el testimonio y la calidez que debe brindar la comunidad de fe.
La Iglesia Metodista en el Uruguay procuró expresar ese agradecimiento con un culto de Acción de Gracias por la vida de uno esos laicos en la persona de Luis E. Odell (1912-2000), un laico metodista argentino que trabajó muchos años en el Uruguay para quien nunca hubo dos orillas. El compromiso por la causa ecuménica de Odell es altamente destacable ya desde su participación en el Congreso de Juventudes en Ámsterdam en l939. Posteriormente participa en movimientos interdenominacionales como la Federación Argentina de Ligas Juveniles Evangélicas (FALJE) y en la Confederación de Jóvenes Evangélicos del Río de la Plata y, posteriormente, hace su aporte para la creación de la Federación de Iglesias Evangélicas del Uruguay.
Durante varios años fue el Director Gerente de la Librería y Editorial La Aurora en Buenos Aires, para trasladarse en el año 1952 a Montevideo para asumir la Administración del Instituto Crandon.
Al mismo tiempo, fue desarrollando un liderazgo destacado en el movimiento ecuménico mundial. En l958 participa en la reunión del Consejo Misionero Internacional en la que se decidiría su integración al Consejo Mundial de Iglesias (CMI). La posterior decisión del CMI de involucrarse en el trabajo que reclamaba un compromiso con las transformaciones sociales que se expresaban en el mundo, dio lugar a una gran Conferencia Ecuménica (1966) de la que Odell fue uno de sus presidentes. Estas nuevas perspectivas estimularon en este continente el desarrollo de la Junta Latinoamericana de Iglesia y Sociedad (ISAL), con una consulta en Huampaní, Perú (1961) donde Odell, uno de los artífices de este encuentro, fue nombrado Secretario General del nuevo organismo. Allí participó activamente mostrando siempre su apego a mantener una firme relación con las iglesias en esos años de gran conmoción en el seno de nuestras sociedades.
Odell siempre será recordado como un cristiano que alentaba el ministerio y la vocación de los jóvenes para expresar su fe en su compromiso con la sociedad. Durante los años de los gobiernos militares en el Río de la Plata trabajo con ahínco por la vida y la seguridad de la gente. Como primer presidente laico de la Iglesia Metodista en Uruguay, corrió serios riesgos por defender y proteger a quienes eran amenazados por el gobierno militar.
En el culto de Acción de Gracias, celebrado en Montevideo el 21 de Agosto, se recordaron sus aportes en la presentación del presidente de la IMU pastor Oscar Bolioli, a la que siguió el testimonio de varios colaboradores del Instituto Crandon. El pastor Juan Gattinoni llevó los saludos de la Junta de Ministerios globales (EEUU) y el pastor Carlos Valle presentó los saludos de la IEMA. Betty Ann Odell, su hija, en nombre la familia agradeció la oportunidad de este reconocimiento donde acentuó la importancia de la coherencia de la vida y testimonio de su padre.
El pastor Emilio Castro había destacado, en el libro de homenaje a su contribución ecuménica “De la Iglesia y la Sociedad”, el enorme aporte de Luis Odell, que “Representa también un compromiso renovado por nuestra parte para continuar bregando a favor de un hombre nuevo y una nueva sociedad.”
Pastor Carlos Valle