Tiempo de Oración – Propuesta semanal para el 27 de abril
Canción
Si te arrancan al niño, que llevamos por dentro,
Si te quitan la teta y te cambian de cuento
No te tragues la pena, porque no estamos muertos
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.
Si te anclaran las alas, en el muelle del viento
Yo te espero un segundo en la orilla del tiempo
Llegarás cuando vayas más allá del intento
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.
Si te abrazan las paredes desabrocha el corazón
No permitas que te anuden la respiración
No te quedes aguardando a que pinte la ocasión
Que la vida son dos trazos y un borrón.
Tengo miedo que se rompa la esperanza
Que la libertad se quede sin alas
Tengo miedo que haya un día sin mañana
Tengo miedo de que el miedo, te eche un pulso y pueda más
No te rindas no te sientes a esperar.
Si robaran el mapa del país de los sueños
Siempre queda el camino que te late por dentro
Si te caes te levantas, si te arrimas te espero
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.
Mejor lento que parado, desabrocha el corazón
No permitas que te anuden la imaginación
No te quedes aguardando a que pinte la ocasión
Que la vida son dos trazos y un borrón.
Sólo pueden contigo, si te acabas rindiendo
Si disparan por fuera y te matan por dentro
Llegarás cuando vayas, más allá del intento
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.
Rosana – ver video
Texto sugerido
Salmo 147:3
Dios conoce nuestros dolores. Aquellas situaciones que nos angustian. Siempre tiene una venda para sanar. Ese bálsamo que el Señor tiene sana la profundidad de nuestra vida y nos habilita para servir y compartir su consuelo.
Oración de la mañana
Salmo de mañana
Mi Dios y Salvador, de mañana te alabo.
Ni bien la luz me despierta
reconozco que es otro día que me regalás
y te doy gracias.
Me levanto de mis sueños
y me encuentro con mis realidades que me diste
con el trabajo y los seres queridos
con los talentos y el aire gratis
y me pregunto qué hice para recibir tanto.
Tanto me has dado, que temo perderlo.
La angustia me sobresalta al no poder cuidar
cada minuto de los seres que amo.
Descanso al ver que tus manos no son mis manos,
y aunque no los cuido, puedo encomendártelos.
Mi Dios, yo no soy igual que vos,
y no entiendo cómo podés estar en todas partes al mismo tiempo
Escuchar, atender, cuidar y hasta mostrar caminos…
Yo no puedo, y menos todo junto.
Por eso te alabo, porque no sos igual que yo.
Señor, ¿qué preparaste de menú para hoy?
Me toca una jornada larga, y vuelvo tarde.
De todos modos, ya sabés que te llamo cada dos por tres.
Para este día, también, necesito tu compañía.
Juan Gattinoni
Para reflexionar en momentos del día
La letra de la canción es un mensaje de exhortación que nos alienta a seguir avanzando, a mantener la esperanza y la confianza de llegar a la meta a pesar de los obstáculos que se presenten en el camino.
Consideremos este tema a la luz del Antiguo Testamento. El texto bíblico nos presenta a Dios como el Señor de la Historia que tiene un plan de salvación para su creación. Nosotros, su pueblo, marchamos en pos de su promesa.
Podemos ilustrar con dos ejemplos
En Génesis 17:8, Dios le promete a Abraham darle la tierra de Canaán como herencia (Números 14: 6-8). Pero a lo largo del Pentateuco, se presentan reiteradas rebeliones del pueblo que retrasan el cumplimiento de esa promesa. Por lo tanto, el relato finaliza antes de ingresar a la tierra. También el profeta Jeremías fue apresado y condenado a muerte por anunciar la ruina de Judá y Jerusalén a causa de la idolatría del pueblo. Su obediencia y fidelidad al mensaje del Señor provocó la ira de sus compatriotas. Hundido en el abandono y la soledad, recibe la promesa: Llámame y te responderé, y te anunciaré cosas grandes y misteriosas que tú ignoras (Jeremías 33.3).
¿Cuánto tiempo tarda Dios en cumplir sus promesas? ¿Cómo saber si llegaremos a tiempo? ¿Cuántas veces estamos parados en la orilla del tiempo, allí donde creemos que se termina? ¿Cómo superar el miedo paralizante de que no haya mañana?
Lo que pasa es que nuestro tiempo no es el tiempo de Dios, el kairós. Esto quiere decir que lo que esperamos va a suceder cuando Dios crea que es el momento adecuado. Si nosotros confiamos, nos entregamos, entonces ayudaremos a Dios a llevar adelante el plan que tiene para bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo. (Jeremías 29:11) En cambio, la falta de fe puede sumirnos en la desesperación y llevarnos a actuar en contra de la voluntad de Dios y del cumplimiento de su promesa.
La promesa nos moviliza
En el Pentateuco, el hecho de que quede en el horizonte la expectativa del cumplimiento de la promesa de la tierra, alienta la fe y la acción de cada nueva generación que se siente oprimida en su propio territorio.
La desconfianza provoca miedo y el miedo nos impide seguir avanzando.
El pueblo de Israel en el desierto quiso regresar y cayó en la idolatría. Pero el Señor renovó su pacto mediante los que se mantuvieron fieles.
La promesa nos rescata
El profeta Jeremías, preso, creyó que había llegado el fin de su ministerio y la hora de su muerte. Y es en ese momento de amargura que el Señor lo rescata por medio de un anuncio de esperanza, diciéndole que aún tenía planes para Judá e Israel, que desafiaban las limitaciones humanas.
Sólo la fe puede darnos la fuerza necesaria para seguir avanzando hasta la meta a pesar de las aparentes dificultades.
En nuestros días, también nosotros esperamos la completa consumación del Reino, pero la promesa no se cumplirá si no vamos hacia ella. Como muestra de fidelidad a Dios, tenemos la misión de proclamar su soberanía y su poder salvador entre los hombres, en justicia, paz y amor. Para eso, debemos, como el buscador de perlas, descubrir las señales del plan de Dios en los acontecimientos de nuestra historia. Dios conoce el quebranto de nuestro corazón… Vayamos a que nos vende las heridas y nos habilite para compartir su bálsamo sanador…
El estribillo de la canción utiliza la primera persona del plural “llegaremos”. Solos no llegaremos a ningún lado. Caminemos en comunidad, porque en el “si te caes te levantas / si te arrimas te espero” se hace presente Cristo, el Mesías prometido
Canción
Algo está cayendo aquí
es tan fuerte sobre mi
mis manos levantaré
y su gloria tocaré //
Está cayendo
su gloria sobre mi
sanando heridas
levantando al caído
su gloria está aquí //
Su gloria está aquí.
José Luis Reyes – ver video
Oración nocturna
Cuida Señor, a aquellos que trabajan, o sueñan, o esperan, o lloran esta noche.
Y que tus ángeles acerquen palabras de esperanza a aquellos que permanecen en vigilia.
Alivia a los enfermos del cuerpo y del alma, Señor Jesús.
Da descanso a los fatigados.
Bendice a los que cierran sus ojos para siempre, y protege el gozo de aquellos que todavía pueden sonreír.
En tu nombre te lo pedimos. Amén.
Luisa Denning
Motivos que presentamos en Oración
- Por la salud de aquellos que están padeciendo alguna dolencia o enfermedad.
- Por la unidad, el amor y la sanidad en nuestras familias.
- Por un volver el rostro a la Creación y ser más comprometidos por el cuidado de nuestra tierra: nuestra casa.
- Por la paz y el entendimiento entre los pueblos del mundo.
- Para que no falte trabajo, educación, salud y vivienda en cada familia de nuestro pueblo.
- Por el acercamiento, el perdón y la restauración entre quienes están alejados o peleados.
- Para que nuestro corazón y mente se abran más y miren al otro, encontrando en él, en ella, a un amigo/a, hermano/a.
- Porque no volvamos a los tiempos de la censura y no se apaguen las voces de los más débiles o de los que piensan de manera diferente.
- Para que su Espíritu nos guíe en el diálogo fraternal para el discernimiento de su Palabra
- Por el Segundo Encuentro Nacional de Líderes laicas y laicos a realizarse a fines de abril.
- Que el Espíritu Santo se derrame sobre quienes lo están organizando y sobre quienes participarán.
Les invitamos a poner los nombres personas a cada motivo de oración.