Tiempo de Oración – Propuesta semanal para el 25 de julio
Encuentro con Dios
Alabad al Señor
Dios hoy nos llama a un momento nuevo,
A caminar junto con su pueblo.
Es hora de transformar lo que no da más
Y solo y aislado no hay nadie capaz.
Estrib.: Por eso ¡ven, entra a la rueda con todos!
También tú eres muy importante,
Por eso ¡ven, entra a la rueda con todos!
También tú eres muy importante, ¡ven!
Ya no es posible creer que todo es fácil.
Hay muchas fuerzas que producen muerte,
Nos dan dolor, tristeza y desolación,
Es necesario afianzar nuestra unión.
La fuerza que hace hoy brotar la vida
Obra en nosotros dándonos su gracia;
Es Dios que nos convida a trabajar,
Su amor repartir y las fuerzas juntar.
Lectura del día
Lucas 7: 30-35 RVC
Todos los cobradores de impuestos y pecadores se acercaban a Jesús para escuchar-lo. Los fariseos y los escribas comenzaron a murmurar, y decían: «Éste recibe a los pecadores, y come con ellos.» Entonces Jesús les contó esta parábola: « ¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, gozoso la pone sobre sus hombros, y al llegar a su casa reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: “¡Alégrense conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido!” Les digo que así también será en el cielo: habrá más gozo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.
No existe ningún relato evangélico tan querido como este; la “Oveja Perdida”… Sin duda lo hemos escuchado infinidades de veces, desde la escuela dominical hasta desde el púlpito…
Lo que interpretamos del relato es que no hay ninguna duda que los escribas y fariseos ortodoxos estaban muy desconformes por ver a Jesús asociarse con gente “de mala fama” o sea pecadores. Los tenían tipificados de manera particular, las y los llamaban gente de la tierra (W: Barclay). Ahora…
No debemos asombrarnos de estos personajes; dado que, muchas veces tipificamos a las personas que tenemos delante y parecería que le ponemos un cartelito en la frente que dice tal o cual cosa de ella de manera muy poco gentil… y le sumamos nuestra desconfianza y finalmente nuestro rechazo.
Los escribas y fariseos no se quejan por amor a su religión sino porque Jesús elije a la gente pecadora y no a ellos. Jesús les demuestra que si observan la Ley y no aman al prójimo no sirve de nada, pues Jesús vino a salvar vidas… (JUAN 10: 10)
“¡Alégrense conmigo…!” Esta frase encierra una experiencia profunda. ¿No es maravilloso cuando una persona se acerca a nosotros y nos cuenta su vida, depositándola en nuestras manos y nos pide que le hablemos de Cristo? El milagro que se produce, obviamente, es obra del Espíritu Santo. La alegría se completa cuando en la primera oportunidad damos testimonio de esta experiencia en nuestra Comunidad de Fe; pues Dios ha producido un milagro nuevamente.
Entonces… ¡Feliz la oveja que Cristo fue a buscar dejando a las otras noventa y nueve! “. Jesús ama a quienes no se equivocan “que mal nos pese”; pero tengamos bien en cuenta que Dios siente el gozo de los gozos porque alguien que se ha perdido es llevado a su casa. De manera que; es mil veces más fácil volver a Dios que enfrentar el rechazo desalmado de la gente…
R.G.
Oración de la mañana
Szo mi cuerpo, mi mente y mi corazón hacia Vos. Amorosos Dios y de esa manera me preparo para este día… Toma mi mano, oh Dios, y guíame, protégeme contra toda tentación, dame fuerzas para lo que he de hacer, líbrame del egoísmo, y concédeme Señor, poder servirte hoy y también, verte en cada persona que me necesite. Por Jesús, mi Amigo y Salvador. Amén.
Motivos de oración
- Por nuestras congregaciones y nuestra Iglesia nacional.
- Por los jóvenes y niños de nuestras familias.
- Para que haya justicia y equidad en nuestro pueblo.
- Por la construcción de una paz verdadera.
- Por nuestras familias.
- Por la sanidad de nuestros enfermos.
- Para estar más atentos a las necesidades de quienes nos rodean.
- Agreguemos más motivos para orar en la semana…
Oración Nocturna
A medida que cae la noche y mientras dejo mis tareas, te pido que quites, Señor, las cargas de este día, guarda y protege a mis seres queridos, borra miedos y temores, y concede Señor, los más dulces sueños, en un descanso reparador. En el nombre de Jesús, Amén.
Salmo 68: 24-35 RVC
Dios mío, ¡escucha mi clamor!
¡Atiende mi oración!
¡Clamo a ti desde los confines de la tierra,
pues ya mi corazón desfallece!
Llévame a una roca más alta que yo,
porque tú eres mi refugio,
¡eres fuerte torre que me protege del enemigo!
Yo habitaré en tu templo para siempre;
bajo la sombra de tus alas estaré seguro.
Tú, Dios mío, has escuchado mis votos,
y has dado a los que temen tu nombre
la tierra que les prometiste.
Al rey le has concedido más días de vida,
y vivirá sus años de una a otra generación.
Siempre reinará delante de ti, Dios nuestro,
protegido por tu misericordia y tu verdad.
Y yo, siempre cantaré salmos a tu nombre,
y todos los días te cumpliré mis votos.