Tiempo de Oración – Propuesta semanal para el 23 de mayo
Encuentro con Dios
Canto matutino
La paz del Señor, la paz del Señor,
La paz del Resucitado,
// La paz del Señor a ti y a mí
a todos alcanzará. //
La paz del Señor, la paz del Señor,
La paz del Resucitado,
// Se hace presente ahora y aquí
Apréstate a recibirla.//
La paz del señor, la paz del Señor,
La paz del Resucitado,
// No puede vivir encerrada en sí,
Apréstate a compartirla.//
Anders Ruth
Lecturas del día
Juan 20: 19-23
La noche de ese mismo día, el primero de la semana, los discípulos estaban reunidos a puerta cerrada en un lugar, por miedo a los judíos. En eso llegó Jesús, se puso en medio y les dijo: «La paz sea con ustedes.» Y mientras les decía esto, les mostró sus manos y su costado. Y los discípulos se regocijaron al ver al Señor. Entonces Jesús les dijo una vez más: «La paz sea con ustedes. Así como el Padre me envió, también yo los envío a ustedes.» Y habiendo dicho esto, sopló y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo. A quienes ustedes perdonen los pecados, les serán perdonados; y a quienes no se los perdonen, no les serán perdonados.»
Por lo general el capítulo 20 siempre las y los predicadores le dan preponderancia a “Tomas el incrédulo”, sin embargo el texto tiene otros temas no menos importantes.
Esta porción narra que, los discípulos estaban escondidos porque tenían miedo de los judíos… Ya hemos hablado, oportunamente, de esta sensación de miedo, que viene aparejada con la desconfianza. Vale la pena recordar que todas y todos en algún momento sentimos miedo; lo importante es que el miedo no nos domine y nos paralice. Es muy posible que los discípulos estaban sufriendo esta experiencia por eso el Resucitado aparece y les dice: «La paz sea con ustedes.» Les dijo: Shalom, que significa mucho másque “les deseo que no tengan problemas”; significa « que Dios le otorgue todo lo que es bueno »
Y a partir de allí los envía al mundo para que anuncien su mensaje de vida nueva… «Como el Padre me envío, también yo los envío».En el v. 21vemos que Jesús vuelve a decir: «La paz con ustedes», desencadenando otra serie de regalos: el envío, el soplo, el Espíritu Santoy el perdón de los pecados. Son cuatro regalos del Resucitadodespués del segundo de paz que apuntan hacia la misión quecomienza.El envío a anunciar el Evangelio es una promesa mesiánica, pueslos anunciadores irán con júbilo a proclamar el comienzo de lanueva alianza de la renovación del pueblo y serán recibidos conalegría como señala Isaías: « ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenasnuevas, que anuncia salvación, que dice a Sión: “Ya reina tuDios!”»
(Is 52, 7).(Tenjo Cogollo, Manuel. «Regalos del resucitado. Un comentario de Jn 20: 19-23.)
“Y habiendo dicho esto, sopló y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo». Estas palabras de Jesús son maravillosas porque nos hablan ―de alguna manera, de la Creación de todas las cosas: “visibles e invisibles” (CREDO DE NICEA) Nos recuerdan los “huesos secos que vuelven a la vida (Ezequiel 37: 9) La venida del Espíritu Santo es para la persona que cree una nueva creación, es un despertar a la vida después de haber estado muerto 1ª. JUAN 3: 14. Cuando el Espíritu desciende sobre la Comunidad de Fe es para que sea despertada y recreada para su tarea.
Y por último «A quienes ustedes perdonen los pecados, les serán perdonados; y a quienes no se los perdonen, no les serán perdonados.» Esta frase no es fácil de entender por eso debemos tener cuidado de interpretarla a la ligera. Una cosa es segura, nadie puede perdonar pecados… Sin embargo es un privilegio de la persona creyente o de la Comunidad de Fe es anunciar el perdón a quienes están verdaderamente arrepentidos. Significa que la autoridad que se nos dio para anunciar el perdón es una advertencia; también, para quienes no se arrepienten… Aquellas y aquellos que juegan con la misericordia de Dios. Pero más allá de esta experiencia desagradable que nos entristece; existe el hecho verdadero de arrepentimiento donde vemos vidas transformadas por el poder del Dios de Amor y Justicia. ¡Bendito sea Dios por esto…!
R. G.
Oración de la mañana
Ven Espíritu Creador;visita las almas de tus fieles. Llena de la divina gracia los corazones que Tú mismo has creado. Enciende con tu luz nuestros sentidos,infunde tu amor en nuestros corazones y con tu perpetuo auxilio,fortalece nuestra frágil carne. Aleja de nosotros al enemigo,danos pronto tu paz,siendo Tú mismo nuestro guía evitaremos todo lo que es nocivo.
Gloria a Dios Padre
Y al Hijo que resucitó de entre los muertos,
Y al Espíritu Consolador, por los siglos de los siglos.
Veni Creator Spiritus himno latino s. IX se le atribuye a Rabano Mauro.
Motivos de oración
- Por todos aquellas que sufren el desamparo y el olvido.
- Por las familias que han sufrido de las inundaciones en estas últimas semanas.
- Para que la justicia sea real y esté presente en todo momento de nuestras vidas.
- Por la salud de aquellos que están padeciendo alguna dolencia o enfermedad.
- Por nuestras congregaciones.
- Por nuestro país, nuestro pueblo, nuestras vidas.
- Para las actividades y proyectos de misión y evangelización.
- Agreguemos más motivos para orar en la semana…
Oración Nocturna
¡Oh llama de amor viva! Que tiernamente hieres
De mi alma en el más profundo centro.
Pues ya no eres esquiva, acaba ya, si quieres;
¡Rompe la tela de este dulce encuentro!
SAN JUAN DE LA CRUZ (1542-1591)
Salmo 104: 24-37 RVC
¡Tus obras, Señor, son innumerables!
¡Todas las hiciste con gran sabiduría!
¡La tierra está llena de tus criaturas!
¡Vean el vasto mar! ¡Contemplen su grandeza!
En él se mueven incontables seres vivos,
lo mismo grandes que pequeños.
Allí navegan las grandes naves;
allí está Leviatán, que creaste para jugar con él.
Todos los seres esperan de ti
que a su tiempo les des de comer.
Si abres tu mano y les das su pan,
ellos lo toman y quedan satisfechos.
Si te escondes de ellos, se desconciertan;
si les retiras su espíritu, mueren y vuelven al polvo.
Pero si envías tu espíritu, vuelven a la vida,
y así renuevas la faz de la tierra.
¡Sea tu gloria eterna, Señor!
¡Que te regocijen las obras que has hecho!
Si miras la tierra, ésta tiembla;
si tocas los montes, éstos echan humo.
Señor, ¡toda mi vida te cantaré!
Dios mío, ¡yo te cantaré salmos mientras viva!
Señor, dígnate agradarte de mis pensamientos,
pues yo hallo en ti mi alegría.