Tiempo de Oración – Propuesta semanal para el 2 de agosto

02 Ago 2017
en Espiritualidad y devoción
Tiempo de Oración – Propuesta semanal para el 2 de agosto

Encuentro con Dios

 

Alabad al Señor

Que esta iglesia sea un árbol en el fondo de tu casa,
Que haya fiesta y alegría y oración bajo sus ramas.
Con raíces bien profundas y sus brazos hacia el cielo,
Que esta iglesia sea fecunda dando frutos de consuelo.

Árbol plantado junto a las aguas
De vida eterna de nuestro Dios.

Que esta iglesia también sea como el árbol de la plaza,
Nido de pájaros libres y refugio del que pasa.
Y que sea como el árbol de la esquina de mi casa,
Que me ve llegar de lejos e imagino que me abraza.

Que esta iglesia sea un árbol, oh buen Dios, en donde quieras,
Pero siempre apuntalado por tu amor y a tu manera,
Para dar frutos y sombra o entregar nuestra madera;
Que esta iglesia que te nombra árbol de la vida sea.

Pablo Sosa, Argentina

Lectura del día

Marcos 4:30-34. Reina Valera Contemporánea (RVC)

También dijo: « ¿Con qué vamos a comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola nos sirve de comparación? Puede compararse con el grano de mostaza, que al sembrarlo en la tierra es la más pequeña de todas las semillas, pero que después de sembrada crece hasta convertirse en la más grande de todas las plantas, y echa ramas tan grandes que aun las aves pueden poner su nido bajo su sombra.»

Con muchas parábolas como éstas Jesús les hablaba de la palabra, hasta donde podían entender, y sin parábolas no les hablaba, aunque a sus discípulos les explicaba todo en privado.

¿Has tenido en la palma de tu mano una semilla una semilla de mostaza? ¿Has visto lo diminuta que es, casi microscópica…? Sin embargo; de una semilla tan pequeña; puede llegar a ser un árbol, hasta más de 3 metros de alto. La semilla de mostaza se compara con el reino de los cielos debido a sus pequeños comienzos y al alcance expansivo en su madurez.

A pesar de que cuesta ver las transformaciones, entender el crecimiento y valorar las cosas pequeñas… Jesús nos enseña a vivir en la esperanza, a entender que no todo depende de nuestras fuerzas, sino que hay un crecimiento sin intervención humana, pero que hay que esperarlo con paciencia activa.

Es cierto que podemos creer que con nuestras fuerzas o energía alcanzamos nuestros logros u objetivos y que es nuestra la decisión de aceptar o no un desafío… Pero, no seamos soberbios y reconozcamos que el buen Dios está detrás nuestro; orientando, apoyando o no para nuestro beneficio el de superar dicho desafío. Además…

Cuando vemos a nuestra gente cada vez peor, cada vez más pobre… nos lamentamos y vemos lo poco o nada que podemos hacer para que superen sus crisis cualquiera sea. Ese sentimiento de impotencia es natural. Sin embargo, los mecanismos del reino de los cielos funcionan de manera diferente. ¿Por qué? Porque el verdadero actor es Dios, y como es todopoderoso puede hacer que una situación difícil se transforme de manera beneficiosa.

Al contemplar la vida de nuestros mayores en la fe, como Francisco de Asís, vemos cómo se realiza una gran obra a través de ese «pequeño instrumento», la semilla de mostaza. Esto es lo que Jesús quiere decirnos: «no te preocupes si sólo sos una semilla diminuta, siembrate en mi corazón y verás hasta dónde podés llegar». Pues; “Mas gracia Dios da cuando aumentan las cargas imparte más fuerza al crecer la labor; a múltiples pruebas añade consuelo, grandes angustias da paz y valor” Annie Johnson Flint (1866 – 1932)

Además; después de leer esta parábola, nuestra vida debería adquirir un nuevo sentido. Ya no podemos mirar lo ordinario con los mismos ojos; lo ordinario puede ser revelación de lo más extraordinario. Una parábola de Jesús es generosa y no tira del hilo de una marioneta en el intento de arrimar algo lejano; tampoco es un puente que nos permite cruzar hacia otra orilla. Una parábola revela lo impensable haciendo uso de lo pensable, de lo imposible a lo posible. Pues Dios hace milagros en nuestra vida cotidiana… Sólo hay que tener la vista fija en Jesús para verlos.

 

Oración de la mañana

Señor, al comenzar este día, danos más amor, más fuerza en nuestra entrega a servirte, más semejanza contigo. Enséñanos a evitar la comodidad en beneficio de los demás y a frenar nuestros deseos con el objeto de hacer el bien. Enséñanos a ser generosos en palabras y acciones… Y a ti, Dios de amor sea la gloria y la alabanza para siempre. Amén.

HENRY ALFORD (1810-1871)

Oremos por

  • Por todos aquellas que sufren el desamparo y el olvido.
  • Por las que son víctimas de toda clase de violencia.
  • Para que la justicia sea real y esté presente en todo momento de nuestras vidas.
  • Por la construcción de una paz verdadera.
  • Por nuestras familias.
  • Por la sanidad de nuestros enfermos.
  • Para estar más atentos a las necesidades de quienes nos rodean.
  • Por nuestras Iglesias en la que sus edificios están sufriendo problemas edilicios.
  • Por las congregaciones que están presentando proyectos de misión, para seguir siendo testimonio en sus barrios y que sus edificios puedan ser sostenidos y preservados por sus comunidades.
  • Por la próxima Asamblea General de nuestra iglesia.
  • Agreguemos más motivos para orar en la semana…

 

Oración Nocturna

Dios todopoderoso y Padre, lleno de misericordia, por medio de tu Hijo Jesucristo, concede a todos los hermanos y hermanas el don celestial del Espíritu Santo para que la iglesia pueda ser un cuerpo sano e íntegro, unido con el vínculo sincero del amor y con verdadera y permanente paz en Cristo Jesús. Amén.

MENNO SIMONS (1496-1561)

Salmo 1- Paráfrasis

Muy dichoso es quien no se guió
por el consejo dela gente malvada,
ni estuvo en el camino de gente pecadora,
ni en silla de burladores se ha sentado:

Antes, en la enseñanza del Dios de la Vida
está su deleite, y en su enseñanza
medita de día y de noche.

Será como un árbol plantado en un buen lugar,
con suficiente agua, que le posibilita dar fruto en su tiempo
y su hoja está firme y todo lo que hace prospera.

No así las personas malas, que son como las sobras,
que al cosechar el trigo las arrastra el viento.

Pues; no se levantarán los malos en el juicio,
ni la gente pecadora en la congregación de los justos.

Porque el Dios de la Vida cuida el camino de las personas justas,
pero la senda de la gente malvada se dirige hacia la destrucción.

 


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