Tiempo de Oración – Propuesta semanal para el 10 de febrero

10 Feb 2016
en Espiritualidad y devoción
Tiempo de Oración

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Canción

El Espíritu de Dios

El Espíritu de Dios está en este lugar,
el Espíritu de Dios se mueve es este lugar.
Está aquí para consolar, está aquí para liberar,
está aquí para guiar, el Espíritu de Dios está aquí.

//Muévete en mí, muévete en mí,
Toma mi mente y mi corazón, llena mi vida de tu amor
Muévete en mí, oh, Dios! Espíritu, muévete en mí.//

 

Texto sugerido

Juan 6:5-11

 

Oración de la mañana

Eterno buen Dios, te damos infinitas gracias por todas las oportunidades que nos das cada día. Gracias por el pestañeo de esperanza, por el suspiro de amor, por el latir de nuestra vida.
Haznos sencillos como los niños, de corazón abierto y manos solidarias y ayúdanos a ser fieles a las enseñanzas de Jesús.
Espíritu de Dios, renueva nuestras fuerzas, como el sueño, renovó nuestras energías y quédate con nosotros en este día. Amén.

 

Para sembrar en el corazón durante el día

El niño que quería conocer a Dios
Pastor Fernando Suárez

¿Había una vez un pequeño niño que quería conocer a Dios. El sabía que había que hacer un largo viaje hacia donde vivía Dios, entonces empaquetó una maleta con panecillos y un six-pack de jugos y emprendió su partida.

Cuando había recorrido cerca de 3 cuadras, se encontró con una viejecita. Ella estaba sentada en el parque, observando algunas palomas. El niño se sentó junto a ella y abrió su maleta. El estaba a punto de tomar su jugo cuando notó que la viejecita se veía con hambre, entonces él le ofreció un panecillo. Ella lo aceptó muy agradecida. Su sonrisa era tan bella que el niñito quería ver esa sonrisa nuevamente, entonces le ofreció a ella un jugo. Nuevamente ella volvió a esbozar su hermosa sonrisa. El niño estaba encantado.

Ellos se quedaron allí toda la tarde comiendo y sonriendo, pero ninguno de ellos decía palabra alguna. Cuando empezó a oscurecer, el niño estaba cansado y se levantó para irse. Antes de haber dado unos pasos más, el se dio la vuelta y corrió hacia la viejecita y le dio un abrazo. Ella le dio la más grande y hermosa sonrisa.

Cuando el niño abrió la puerta de su casa, su madre estaba sorprendida por la felicidad que el niño demostraba. Ella le preguntó cuál era la causa. Él le contestó:
– He comido con Dios. ¿Y sabes qué? ¡Ella tiene la sonrisa más bella que he visto!.
Mientras tanto la viejecita, también con mucha felicidad, regresó a su casa. Su hijo estaba anonadado por la paz que mostraba en su cara y preguntó:
– Madre, ¿qué hiciste el día de hoy que te ha hecho tan feliz?.
Ella contestó:
– Yo comí panecillos en el parque con Dios. ¿Y sabes qué?, Él es más joven de lo que esperaba.
Esta historia nos muestra que tú encuentras a Dios en todos los lugares y rostros. Desafortunadamente, muchos de nosotros pasamos la vida buscando una visita de Dios, sólo que estamos muy ocupados para reconocerlo….

Para reflexionar

En esta historia del Evangelio de Juan, en la Biblia, Jesús ha juntado mucha gente que lo escucha con mucho interés, y se les pasa el tiempo hasta que se dan cuenta de que no tienen nada para comer. Jesús le pide a Felipe, que consiga pan para darles de comer. Pero él le contesta que no tienen tanto dinero para comprarlo.

Y entonces Andrés le dice a Jesús que hay un niño que quiere compartir su comida.

El niño ofrece todo lo que tenía: cinco panes y dos pescaditos.

Y Jesús oró dando gracias y todos pudieron comer ya que se produjo el milagro de compartir.
Puede ser que al tomar los cinco pancitos y los dos pescaditos del niño se volvían a multiplicar y así siguió repartiendo hasta que todos comieron. O, puede ser que también, todos tenían un poquito pero no se animaban a compartir, y cuando vieron al niño ayudar a Jesús dando sus cinco panes y los dos pescaditos, todos lo imitaron y se pusieron a compartir lo que tenían. Tanto compartieron que sobró comida.

Un niño cuidó a Jesús y permitió que Jesús cuidara a la multitud hambrienta. Jesús se hizo niño entre nosotros para traernos su Reino de Justicia, Amor, libertad, Paz… que se basa en el compartir. Y ya grande Jesús nos dijo: “Dejen a los niños venir a mí y no se lo impidan, porque de ellos es el Reino de Dios. De cierto les digo, que el que no recibe el Reino de Dios, como un niño, no entrará en él” Lucas 18: 16 y 17.

Para recordar: Jesús nos cuida y nos enseña a cuidarnos, y en esta tarea los niños tienen un papel importante.

 

Canción

Heme aquí

Yo, Creador de lluvia y flor, por mi pueblo en su aflicción,
He llorado su amargor. Lejos están.
La dureza de su ser, en amor convertiré,
Mi Palabra lo hará. Oh, ¿quién irá?

Heme aquí, Dios, ¿Tú me llamas? En la noche escuché tu voz.
Con tu guía y tu apoyo, sostendré a tu pueblo con amor.

Dios del aire y del calor, tiernamente acogeré,
Al lisiado y al pobre, les sanaré.
Pan y agua les daré y su hambre saciaré.
Vida en mí encontrarán. Oh, ¿quién irá?

Heme aquí, Dios, ¿Tú me llamas? En la noche escuché tu voz.
Con tu guía y tu apoyo, sostendré a tu pueblo con amor.

 

Oración nocturna

Dios del amor que acuna y protege como padre, como madre.

Que nos tomas de la mano cuando nos queremos alejar y nos abrazas cuando sentimos el dolor o la tristeza.

Te damos infinitas gracias por las oportunidades que nos das a lo largo de cada día y de los desafíos que nos pones para poder transformarnos y poder crecer en amor y sabiduría.

Te pedimos para que los gobernantes y los que tienen poder sobre otros, vuelvan su rostro y sus oídos hacia ti y transformen sus corazones y sus acciones. Para que la humanidad abra su corazón y se vuelva sensible a tu Creación. Y para que cada amanecer sea un canto a la esperanza y a la vida.

En el nombre de nuestro gran Maestro, Jesús. Amén.

 

Motivos que presentamos en Oración y Ayuno

  • Por la unidad de los hermanos y hermanas de diferentes comunidades.
  • Para que Dios nos guíe e ilumine en las actividades y misión de la iglesia.
  • Para que Dios nos dé el carácter, la sabiduría y la templanza en situaciones de prueba o dolor.
  • Por nuestros niños y jóvenes.
  • Pedimos por los estudiantes y maestros que comienzan un nuevo año lectivo.
  • Para que nuestros dirigentes escuchen y vean las necesidades del pueblo.
  • Para que realmente podamos tener la certeza de que vivimos en medio de la justicia, la verdad y la paz.
  • Para aquellos y aquellas que sienten tu llamado y quieren ser instrumentos de servicio y amor.

Te pedimos, gran Dios por estos motivos y todos los que tenemos en nuestros corazones. En el nombre de Jesús. Amén.

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