Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 29 de julio

28 Jul 2020
en Espiritualidad y devoción
Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 29 de julio

Encuentro con Dios


¿Sos feliz? Más de una vez me lo han preguntado. Cuando he logrado una meta o cumplido un sueño, en casa, mi propia familia o amigos/os, me han hecho esta pregunta.

En esta época que estamos viviendo, en la situación de pandemia, de crisis de diferentes índoles, hacer esta pregunta para muchos, sería como un chiste o una cargada. Claro que, si no existiría esta enfermedad, hubiera trabajo, justicia y equidad entre las personas, seríamos felices!

Pero también, “parar la pelota”, pensar, replantearnos lo que nos sucede y cómo resolverlo o vivirlo de mejor manera, nos lleva a entrar en la vida de Jesús y sus enseñanzas. La felicidad no es solo un sentimiento placentero; es la convicción de una vida comprometida y activa, el deseo y emoción de compartir con el prójimo, sentir que el otro, la otra, está en nosotros, nosotras y nos complementamos.

Ese es nuestro desafío diario. Ser parte de una iglesia que está activa, feliz de servir y ser parte de mucha gente, llevar el evangelio, vivirlo y, aunque la cuarentena sigue, buscar los medios para ser parte de ese pueblo que camina. Con la bendición de Dios, la enseñanza de Jesús y la fuerza de su Espíritu.

VBM


Salmo 6

1Señor, no me reprendas en tu ira;
no me castigues en tu enojo.
Señor, ten misericordia de mí, que estoy enfermo;
sáname, pues todos mis huesos se estremecen.
Señor, todo mi ser se halla alterado.
¿Hasta cuándo me responderás?
Hazme caso, Señor, y ponme a salvo;
por causa de tu misericordia, ¡sálvame!.
En la muerte, no hay memoria de ti;
en el sepulcro no hay quien te alabe.
Me estoy consumiendo de tanto llorar;
Todas las noches lloro amargamente
y baño con lágrimas mi lecho.
Cansados de sufrir están mis ojos;
mis adversarios los han hecho envejecer.
Ustedes los malvados: ¡apártense de mí,
que el Señor ha escuchado mis lamentos!
El Señor ha atendido mis ruegos
y ha aceptado mis oraciones.
10 Todos mis adversarios quedarán avergonzados;
¡huirán de pronto, totalmente humillados!


Alabad al Señor

//Enviado soy de Dios, mi mano lista está
a construir con Él un mundo fraternal.//

Los ángeles no son enviados a cambiar
un mundo de dolor por un mundo de paz.
Me ha tocado a mí hacerlo realidad;
ayúdame, Señor, a hacer tu voluntad.

Canto y Fe 150

Lectura del día

Mateo 10:5-23 RVC

5 Jesús envió a estos doce, con las siguientes instrucciones: «No vayan por camino de paganos, ni entren en ciudad de samaritanos, sino vayan más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y prediquen: “El reino de los cielos se ha acercado.” Sanen enfermos, limpien leprosos, resuciten muertos y expulsen demonios. Den gratuitamente lo que gratuitamente recibieron. No lleven consigo oro ni plata ni cobre, 10 ni mochila para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el obrero es digno de su alimento. 11 En cualquier ciudad o aldea a la que lleguen, busquen a alguien que sea digno, y quédense allí hasta que salgan. 12 Al entrar en la casa, saluden. 13 Si la casa es digna, recibirá la paz que ustedes le deseen; pero si no es digna, ese deseo de paz se volverá a ustedes. 14 Si alguien no los recibe, ni oye sus palabras, salgan de aquella casa o ciudad, y sacúdanse el polvo de los pies. 15 De cierto les digo que, en el día del juicio, el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, será más tolerable que para aquella ciudad.

 

Jesús no les cobraba a sus discípulos, y Él esperaba que ellos dieran ministerio a otros sin cobrar. Este es el principio fundamental para los mandatos que seguían.

“Que gran escándalo es para un hombre traficar con regalos con los cuales pretende haber recibido por parte del Espíritu Santo, de los cuales él no es maestro, sino siervo. Aquel que predica para ganarse la vida, o para hacer una fortuna, es culpable del sacrilegio más infame.” Adam Clarke (*)

Ellos deberían de esperar a que Dios satisfaga sus necesidades, sin tener un exceso de preocupación de sus propias necesidades. Además, deberían de esperar que Dios cumpla sus necesidades por medio de la hospitalidad de los demás.

“Nuestro Salvador diseñó para que ellos pudieran experimentar de la providencia de Dios, y enseñarles a confiar en ella.” Matthew Poole (1624-1679) Teólogo presbiteriano.

“Nuevamente estaba hablando con palabras muy familiares para un judío. El Talmud nos dice que: “Nadie puede ir al Monte del Templo con empleados, zapatos, fajas de dinero, o pies empolvados.’ La idea era de que cuando un hombre entrara al templo, debe de dejar en claro que había dejado toda cosa que tuviera que ver con comercio o negocio y dejar atrás todo asunto mundano.” (William Barclay)

Tomar es literalmente ‘obtener’…El dicho en su forma de Mateo no especifica mucho el equipo apropiado para viajar, sino que asegura a los discípulos que no es necesario ningún tipo de recolección de fondos previo, ni es requerido ningún tipo de equipo especial. Pueden ir tal y como están, y la misión es urgente.”

Cuando llegaron entre otros, eran llamados a ser obreros entre ellos; es decir que trabajaban entre ellos de una manera práctica. Podemos imaginarlos predicando la Palabra de Dios, orando por y con la gente, y ayudándoles en el trabajo agrícola. Muchas y muchos de nosotros creemos que predicar es ir a una esquina con un cajoncito subirnos a él, con Biblia en mano y comenzar «a predicar»… Me pregunto si esta predicación es efectiva… ¡en este tiempo de pandemia…!

Estoy convencido que predicar, en este tiempo que nos toca vivir, es repartir bolsas de alimentos, es unirse (en la medida de lo posible) a la gran dotación de voluntarias(os) para repartir esas bolsas ―a riesgo de perder la salud y si es necesario, llevar una palabra de consuelo y esperanza a quien más lo necesite; a pesar que “nuestra vida espiritual” no estén su mejor momento. Si lo queremos definir, predicar es: «Es hablar de Dios o de Jesús sin nombrarlo, es predicar el Evangelio implícito y no explícito» Pastor Pablo Sosa.

A pesar de que los doce podían esperar que sus necesidades fueran contestadas por medio de la gente a la que servían, nunca debían de exigir que sus necesidades fueran concedidas como una forma de pago. El fundamento principal era de gracia recibieron, den de gracia.

Recuerdo un hecho muy lamentable que les sucedió a unas personas, en situación de calle. Resulta que; fueron a una iglesia para que hicieran una oración; pues tenían, un proyecto de trabajo y necesitaban la ayuda bendita de Dios. La respuesta fue: ―nosotros cobramos las oraciones ¿ustedes tienen para pagar…? Quienes como estos cristianos andan vendiendo oraciones o andan vendiendo agua, sal, arena del desierto o aceite bendito por san X… No sólo es lamentable sino que es también diabólico y muy contrario al Evangelio.

Una de las grandes emociones de la vida es estar en buena compañía y pertenecer a una gran comunidad de fe. Cuando nuestra fe nos cuesta algo estamos más cerca que nunca de la comunión con Jesucristo; y si participamos de la comunión de sus padecimientos, también experimentaremos el poder de su resurrección y descubrimos como afirma San Pablo:

« Siempre les he enseñado que así se debe trabajar y ayudar a los que están en necesidad, recordando aquellas palabras del Señor Jesús: “Hay más dicha en dar que en recibir. » (HECHOS 20: 35)

Amén.

RG
(*) Adam Clarke (1760 o 1762 – 1832). Teólogo metodista y erudito bíblico del Reino Unido.

Oremos en paz y en comunión…

A ti clamamos, oh Dios, desde la oscuridad de nuestro mundo dividido, para que no mueran las esperanzas de las personas nobles, ni sean vanos los sacrificios de las de buena voluntad. Que tu Palabra de paz, justicia y amor toque el corazón de los gobernantes y de los pueblos para que nazca un mundo nuevo en el cual todos y todas puedan vivir como hijas e hijos tuyos unidos en paz, mediante Jesucristo, nuestro Señor. Amen.

Pastora Metodista, Raquel Riquelme (SANTIAGO-CHILE)

Hoy, nuestro Dios, nuestras oraciones son

  • Por tantas familias que están sufriendo la pérdida de sus seres queridos.Por nuestras hermanas y hermanos que están padeciendo este virus, COVID19.
  • Para que nuestra Iglesia sea testimonio de amor y trabajo constante entre las personas de nuestros pueblos, ciudades, comunidades.
  • Para que podamos llegar a las personas que necesitan compañía, consuelo, ayuda.
  • Para que tantos hombres y mujeres que no conocen el verdadero mensaje del Evangelio, dejen de odiar, mentir, calumniar y dañar a quienes son más vulnerables.
  • Por nuestros niños, niñas y jóvenes, tanto de nuestras familias, iglesias como barrio y país.
  • Por nuestras pastoras, pastores, obispo.
  • Para que los/as líderes de nuestras congregaciones, que se han puesto al hombro la tarea en los trabajos sociales, espirituales, de asistencia sanitaria, de educación, diaconía, liturgia, comunicación, y otros servicios, sigan con la fuerza, alegría y por sobre todo, la bendición de nuestro Dios para ayudar al prójimo.

Sigamos orando con los motivos personales…


Y, recordemos: La alegría está en el corazón de quienes conocen a Jesús!!!

VBM



Suscribite al envío semanal

Compartir