Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 17 de febrero
Cuaresma: camino a la Pascua
El calendario litúrgico es una herramienta que la iglesia ha ido elaborando a lo largo de los siglos para asegurarse que en las celebraciones sea posible vivir los momentos significativos de la fe cristiana y hacerlo en un orden que da sentido desde lo bíblico y desde lo pedagógico.
Puede parecernos que se trata de una repetición mecánica, como quien vuelve a recorrer los mismos senderos cada año. Sin embargo, lo cierto es que las estaciones litúrgicas se repiten, incluso hasta los textos bíblicos del leccionario, pero la iglesia no es la misma cada año, tampoco lo es, la realidad ni cada creyente. Esta herramienta que enriquece nuestros cultos, nos invita al ejercicio de poder descubrir la novedad de la Buena Noticia.
El calendario litúrgico posee dos momentos preparatorios: el Adviento y la Cuaresma. El primero, precede a la Navidad y el segundo a la Pascua. En esto descubrimos la intención que a lo largo de la historia la Iglesia nos manifiesta: ante las dos festividades centrales de la fe, el Pueblo de Dios requiere de un tiempo de preparación.
Si bien cada culto es un anuncio de la muerte y de la resurrección de Cristo, la Semana Santa es el momento particular del año en el que la iglesia concentra toda su atención en el gran misterio del amor: Cristo murió por nosotros y venció a la muerte llenando a la humanidad de esperanza.
Con la Biblia en la mano
En esta Cuaresma también somos invitados a prepararnos. En la antigüedad, se relacionaba estos cuarenta días previos a la Pascua como un tiempo penitencial que pone el acento en el arrepentimiento. Esto es una parte, pero no es el sentido completo al que nos llama la Cuaresma.
El evangelio de Marcos resume con parquedad, pero también con claridad el mensaje de Jesús:
“Ya se cumplió el plazo señalado, y el reino de Dios está cerca. Vuélvanse a Dios y acepten con fe sus buenas noticias.” (Mc 1: 15)
Volverse a Dios (arrepentirse) es una acción que se completa con la aceptación (con fe) de las buenas noticias del Reino. En primer término, hay algo que dejar, es necesario despojarnos, para luego pasar de un estado a otro nuevo: la aceptación con fe de las buenas noticias.
Las Escrituras nos ofrecen una palabra que resume estos dos momentos del despojo y de pasar de una situación a otra nueva. Esa palabra es conversión. La Cuaresma es más que un llamado a la revisión personal y comunitaria de la iglesia. Es arrepentimiento, dejar aquello que nos obstaculiza y abrazar lo nuevo que Jesús trae.
En intimidad con el Señor…
Evangelio de Mateo 6:1-6; 16-21
Cuaresma no es simplemente un llamado o invitación, es como expresa una antigua tradición cristiana, “un entrenamiento”.
Entrenamiento cuaresmal es la expresión que resume la actitud y las prácticas que nos llevarán por el camino hacia la Pascua. Volver a estremecernos ante la cruz y la tumba vacía, aprender aspectos que desconocíamos de la Semana Santa y atesorarlos para que sean novedad en nuestro espíritu.
El pasaje del Evangelio del miércoles de ceniza (que da comienzo a la Cuaresma) nos recuerda las tres prácticas de piedad en la tradición judía y luego también en el cristianismo: la oración, el ayuno y la limosna. Cada una de ellas nos lleva a recorrer el primero y el segundo mandamiento: amar a Dios, al prójimo y a uno mismo. Así comienza el entrenamiento cuaresmal.
Pastor Claudio Pose
Oramos por. . .
- Este tiempo de ayuno y oración para poder entrar al entrenamiento cuaresmal, poder vivir cada paso de este tiempo que nos preparará para caminar con Jesús hasta la mañana de Resurrección.
- Las familias que tienen que enfrentar grandes preocupaciones (trabajo, enfermedad, vivienda), para que no se trasladen a las relaciones familiares, sino que puedan sostenerse unos a otros con valor y sinceridad.
- Por el inicio de las actividades escolares, que sean lo mejor para todos. Oramos por el alumnado, por los docentes y directivos que van a comenzar un tiempo nuevo, distinto, en las mismas escuelas, sintiendo que ninguno es igual por haber atravesado tiempos de aislamiento, de clases virtuales, tal vez tiempos de enfermedad o pérdida.
Allí te pedimos Señor una misericordiosa bendición desde lo alto, que puedan sentir tu mano abrigando a cada uno, para que todos vuelvan a sentir que es el lugar dónde se aprende y se comparte, donde se juega y también se crece.
Las Comunidades de Fe:
- ¡¡Mar del Plata está orando para ver crecer la Iglesia con jóvenes, niñas y niños!! ¡¡Cuando los hermanos y hermanas oran juntos el Señor manda bendición!!
- Distrito Córdoba: Que tu Consuelo oh Dios llegue a las familias que están atravesando problemas económicos, de salud y de relaciones. Restaura y transforma nuestras familias.
- Distrito Norteño, para poder programar actividades juntos, para crecer como distrito…
- Por la comunidad de Tucumán, Pido que oremos por sus jóvenes y adolescentes, por sus hogares, y que el Señor los ilumine para tener un encuentro personal y reconocerlo como Señor de sus vidas…
- La Iglesia Nacional, el Obispo, los Pastores y Pastoras, que siguen sosteniendo la comunión en sus lugares habituales de mil formas diferentes virtuales o presenciales.
DIOS te tiene en su agenda cada día y te bendice, sé agradecida/o con su bendición.
¡¡¡Hasta la próxima semana!!!