Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 13 de febrero

12 Feb 2019
en Espiritualidad y devoción
Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 13 de febrero

Encuentro con Dios

 

Salmo

SALMO 115: 9-18  RVC

Pueblo de Israel, confía en el Señor;
él es quien te ayuda y te protege.
Ustedes los sacerdotes, confíen en el Señor;
él es quien los ayuda y los protege.
Ustedes, temerosos del Señor, confíen en él;
él es quien los ayuda y los protege.
El Señor no nos olvida, y nos bendecirá;
bendecirá al pueblo de Israel;
bendecirá a los descendientes de Aarón;

Bendecirá a los que le temen;
bendecirá a los débiles y a los poderosos.
El Señor añadirá sus bendiciones
sobre ustedes y sobre sus hijos.
¡Benditos sean ustedes por el Señor,
creador del cielo y de la tierra!
Los cielos son los cielos del Señor;
a los mortales nos ha dado la tierra.

Los muertos, los que han bajado al sepulcro,
ya no pueden alabar al Señor;
pero nosotros, los que aún vivimos,
alabaremos al Señor ahora y siempre.
¡Aleluya!

 


Alabad al Señor

Nuestra fortaleza, nuestra protección,
nuestro fiel socorro en la tentación;
nuestro gran refugio, nuestra salvación,
es el Dios que adora nuestro corazón.

Nuestra fortaleza, nuestra protección,
es el Dios que adora nuestro corazón.

Que la tierra toda cambie de lugar
y los montes rueden por el ancho mar;
nuestra fortaleza firme habrá de estar,
porque lo inmutable no podrá mudar.

A la voz tan sólo de su voluntad
túrbense los mares en su majestad;
tiembla la montaña, todo es vanidad
al vibrar su acento por la inmensidad.

Que otros en sus fuerzas quieran descansar
o en las que este mundo les promete dar,
nunca todas ellas se han de comparar
con la que podemos en el cielo hallar


Lectura del Día

Lucas 5: 27-32 RVC

Después de esto, Jesús salió y vio a un cobrador de impuestos llamado Leví, que estaba sentado donde se cobraban los impuestos. Le dijo: «Sígueme.» Leví se levantó y, dejándolo todo, lo siguió. Más tarde, Leví ofreció un gran banquete en su casa, en honor de Jesús. Sentados a la mesa con ellos estaban muchos cobradores de impuestos y otras personas. Pero los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos de Jesús, y les dijeron: « ¿Por qué ustedes comen y beben con cobradores de impuestos y pecadores?» Jesús les respondió: «Los que están sanos no necesitan de un médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar al arrepentimiento a los justos, sino a los pecadores.»

Aquí tenemos la vocación o el llamado a Mateo. Vale la pena recordar… Los publicanos o recaudadores de impuestos eran los más odiados de Palestina. Palestina era un país sometido a los romanos, y los recaudadores de impuestos estaban al servicio del gobierno de Roma; por tanto, se los consideraba como renegados y traidores o como diríamos hoy “colaboracionistas”. El sistema de impuestos se prestaba a abusos. La costumbre romana era subastar los impuestos; a un distrito se le asignaba una cantidad, y luego se le vendía el derecho de recogida de impuestos al mejor postor. Mientras éste entregara la cantidad asignada al final del ejercicio, podía quedarse con lo demás que le hubiera sacado al pueblo.

El primer pensamiento que nos surge es que Mateo era una persona de “mala fama” de esas que no nos gustaría que se siente al lado nuestro en el culto… Sin exagerar… Sin embargo Jesús lo llamó a que se uniera a su causa liberadora. Nunca sabremos qué pasó en el fuero íntimo de Mateo lo que podemos asegurar que algo le pasó al seguir a Jesús; pues toda persona que se acerca a Jesús y experimenta su presencia en su vida, llega ser un SER HUMANO NUEVO.

Como veníamos diciendo en otras palabras; los escribas y fariseos criticaban. Los fariseos -los separados- no habrían dejado que el extremo de su túnica rozara a uno como Mateo. Jesús les dio la respuesta irrefutable. Les hizo notar que son precisamente los enfermos los que necesitan un médico; y personas como Mateó y sus amigos eran los que le necesitaban más. No estaría mal que consideráramos al pecador o en “un lenguaje más elegante” una persona de mala fama, como un enfermo que como un criminal; y al que ha cometido un error, más que como alguien que merece desprecio y condenación, como alguien que necesita amor y ayuda para encontrar la rehabilitación.

Todas nuestras Comunidades de Fe han sido llamadas y convocadas a anunciar el mensaje liberador de Jesús pero no son completas, si el espíritu de amistad y bienvenida, no tienen la fuerza de un sacramento. Amén.

ROG

Oración

Amado Jesús te doy gracias por haberme llamado a tu servicio, por haberme unido a tu iglesia que también te sirve. No permitas que me olvide de dónde me sacaste, que pueda ver, siempre, a mi prójimo como una hermana(o) nuestro y que juntos caminamos a tu reino prometido. Amén.

 


Oramos por…

  • La unidad de todo nuestro pueblo.
  • Los campamentos de niños y jóvenes, en todo el país.
  • Las familias que están en tiempo de descanso y vacaciones.
  • Por nuestros enfermos…………………………………………… (colocar el nombre)
  • Por quienes están realizando tratamientos médicos.
  • Por nuestros ancianos/as de las congregaciones.
  • Para que no falte el pan, el techo y el trabajo.
  • Por la misión y evangelización en nuestras comunidades metodistas y en sus barrios y regiones circundantes.
  • Para que verdaderamente, el reino de Dios se haga presente aquí y en todas partes!
  • Agreguemos motivos…….. y oremos sin cesar!

Recomendación y Bendición Apostólica

Por tanto, imiten a Dios, como hijos amados. Vivan en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, como ofrenda y sacrificio a Dios, de aroma fragante… Por tanto, ¡cuidado con su manera de vivir! No vivan ya como necios, sino como sabios. Aprovechen bien el tiempo, porque los días son malos. 17 No sean, pues, insensatos; procuren entender cuál es la voluntad del Señor. No se emborrachen con vino, lo cual lleva al desenfreno; más bien, llénense del Espíritu. Hablen entre ustedes con salmos, himnos y cánticos espirituales; canten y alaben al Señor con el corazón, y den siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Que Dios el Padre y el Señor Jesucristo concedan a los hermanos paz, amor y fe. Que la gracia sea con todos los que, con amor inalterable, aman a nuestro Señor Jesucristo. Amén.

EFESIOS 5: 1-2, 15-20; 6: 23-24.


propuestas anteriores

Compartir