Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 1 de abril

31 Mar 2020
en Espiritualidad y devoción
Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 1 de abril

Encuentro con Dios


Salmo 81:1-6 – RVC

Cantemos con gozo a Dios, nuestra fortaleza;
aclamemos con júbilo al Dios de Jacob.
Entonemos cánticos, al son del pandero,
de la melodiosa arpa y del salterio.
Toquemos la trompeta en el novilunio,
en el día señalado para nuestra fiesta solemne.
Esto es un estatuto para Israel;
es una ordenanza del Dios de Jacob,
que la constituyó como testimonio para José
cuando salió contra la tierra de Egipto.
Oí un lenguaje que no pude entender:
«Liberé tu hombro de llevar pesada carga;
tus manos dejaron de cargar los cestos.


Alabad al Señor

Nuestra esperanza y protección y nuestro eterno hogar
has sido, eres y serás tan sólo tú, Señor.

Aún no habías la creación formado con bondad,
mas desde la eternidad tú eras solo Dios.

Delante de tus ojos son mil años al pasar,
tan sólo un día que fugaz fenece con el sol.

El tiempo corre arrollador como impetuoso mar;
y así cual sueño ves pasar cada generación.

Nuestra esperanza y protección y nuestro eterno hogar,
en la tormenta o en la paz, sé siempre tú, Señor.

ISAAC WATTS Trad. Federico Pagura – Canto y Fe 257

Lectura del día

San Juan 9: 6 – 12. RV 1960 – RVC

6Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, 7y le dijo: Vé a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo. 8Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba? 9Unos decían: Él es; y otros: A él se parece. Él decía: Yo soy. 10Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos? 11Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Vé al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista. 12Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? Él dijo: No sé.

 

Estimada lectora, lector… Cuando estaba pensando en la meditación de esta semana, desconociendo el futuro de nuestra cuarentena, decidí compartir unos pensamientos que corresponden al IV domingo de Cuaresma. A ver…

El hecho que narra Juan; nos parece extraño, desagradable y antihigiénico; pero en el mundo antiguo era muy corriente usar la saliva, especialmente la de alguna persona distinguida; pues, se creía que tenía propiedades curativas. Tácito ―que lo hemos mencionado alguna vez; nos cuenta que, cuando Vespasiano visitó Alejandría, se le acercaron dos hombres, uno con una enfermedad en los ojos y otro con una mano enferma, y le comentaron a Vespasiano, que su dios les había aconsejado que vinieran a él para que los cure. El hombre de los ojos enfermos quería que Vespasiano «le mojara la córnea con saliva» y el que tenía la mano mala, «que le pisara la mano con la planta del pie.» Vespasiano, obviamente,  no quería hacerlo; pero finalmente le persuadieron. La mano enferma recuperó inmediatamente su poder, y el ciego volvió a ver. Ambos hechos están atestiguados hasta el día de hoy, cuando la falsedad ya no puede reportar ninguna recompensa, por los que estuvieron presentes en aquella ocasión» (Tácito, Historias 4:81).

Bien… El uso de la saliva era muy corriente en el mundo antiguo. Hasta ahora, cuando nos quemamos un dedo, instintivamente, chupamos la quemadura en nuestro dedo; creo no estar diciendo una “herejía”, pero el saber popular como de curar el empacho o el mal de ojo todavía no sabemos cómo explicarlo.

El hecho es que Jesús usó los métodos y las costumbres de su tiempo. Era un médico inteligente que tenía que ganarse la confianza de « sus » pacientes. No es que Él creyera esas cosas, sino que despertaba la expectación haciendo lo que el paciente esperaría que hiciera un médico. Después de todo, hasta el presente, la eficacia de una medicina o un tratamiento depende tanto de la fe del paciente como del medicamento en sí. Después de untar los ojos del ciego con su saliva, Jesús le mandó a lavarse al estanque de Siloé; dicho estanque, era una hazaña de la ingeniería del mundo antiguo y el más conocidos de Jerusalén.

Esta persona, después de curarse, tuvo algunas dificultades para convencer a la gente de la realidad de su curación; pero mantuvo con toda firmeza su testimonio de que Jesús había sido el que había realizado el milagro. Un motivo real de alabanza es que Jesús sigue haciendo cosas que al no-creyente les parece demasiado maravillosas para ser verdad.

No es ninguna novedad que en nuestro bendito país estamos sufriendo una pandemia causada por el CORONAVIRUS y personas mayores, como quien les escribe y otras, frente a esta crisis sentimos mucho temor…

Sin embargo; si cumplimos con todas las recomendaciones sanitarias oficiales y ponemos toda nuestra confianza está en el Autor de nuestra fe; de manera que, no tenemos por qué temer y tampoco, perdamos la capacidad de ver los milagros de Dios, que se producen hoy, en nuestras vidas. Amén.

ROG

Oremos en paz y en comunión…

Dios Padre y Madre que siempre nos das fuerza, hoy nos apoyamos en Vos. El miedo, la inquietud y la inseguridad están invadiendo nuestras mentes y corazón. No permitas, buen Dios, que estos sentimientos nos dominen. Ayúdanos a recuperarnos de nuestros males crónicos y que la salud llegue a nuestro cuerpo como un regalo de tu infinita gracia. También te pedimos por aquellas personas que amamos; incluso también por las que desconocemos… No permitas que la enfermedad llegue a nuestros hogares, ni que la maldad pueda hacernos daño, escucha nuestras suplicas Dios Padre y Madre en el nombre de Jesús; Hijo tuyo y Hermano nuestro. Amén

  • Seguimos orando por todas las actividades que estamos compartiendo en forma virtual, sabiendo que el edificio está cerrado pero la iglesia, el cuerpo de Cristo, sigue en vela, atenta a las necesidades de todas y todos.
  • Por nuestras y nuestros pastoras, pastores, líderes que están trabajando desde sus hogares.
  • Por todo el personal de la salud.
  • Por nuestros gobernantes que tienen que tomar decisiones cruciales en estos tiempos tan críticos.
  • Por nuestras familias, vecinos.
  • Pedimos también para que, como pueblo, seamos solidarios, cuidándonos unos a otros.
  • Seguro, hay muchos otros motivos personales que deseamos agregar…

Recibirás bendición y te alcanzará
cuando oigas la voz del Señor.
Pueblos de toda la tierra compartirán
su amor por el nombre de Dios.
Bendito serás al entrar, bendito serás al salir.
El Señor bendecirá el fruto de tu tierra
el fruto de tu vida, el Señor bendecirá.



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