30 – Jesús y encuentros (2): Un joven con Jesús
Guías Metodológicas
Libro de actividades 30
Marcos 10:17-25
En este encuentro de Jesús con el joven rico, podemos encontrarnos nosotros, y cuando él nos diga que entreguemos nuestros bienes (pocos o muchos) a otros, a los pobres, y que luego lo sigamos así como así, creo que varios nos encontraríamos en el camino con el joven del texto, de regreso y tristes.
Confrontemos a nuestros niños, adolescentes y mayores con esas “riquezas”, esas pertenencias, con las cuales pensamos que sin ellas no podríamos vivir; pensemos como sería nuestra vida sin alguna de ellas: Computadora, jueguitos, televisor, vivir con la mitad del sueldo…
No digas PADRE si no te comprometes como hijo.
No digas NUESTRO si vives aislado en tu egoísmo.
No digas SANTIFICADO SEA TU NOMBRE si sólo le invocas con los labios y tu corazón está alejado de Él.
No digas VENGA A NOSOTROS TU REINO si lo confundes con el éxito material.
No digas HÁGASE TU VOLUNTAD si no la aceptas cuando es dolorosa.
No digas DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA si no te preocupas de la gente que pasa hambre.
No digas PERDONA NUESTRAS OFENSAS si guardas rencor a tus hermanos.
No digas NO PERMITAS QUE CAIGAMOS EN LA TENTACIÓN si no evitas las ocasiones de pecado.
No digas LÍBRANOS DE CUALQUIER MAL si no tomas partido a favor del Bien y contra el Mal.
AMÉN.
¿Qué queremos lograr?
- Reflexionar sobre lo que nos ata (pertenencias, obligaciones, leyes y ritos) para confiar plenamente y actuar como Jesús nos pide.
- Comprender que su invitación nos libera de ser sometidos al dinero u otras obligaciones
Índice
./ niñas/os no lectores
Contar:
Nuestra historia de hoy es de un joven que tenía mucho dinero. Un día ese joven rico decidió que quería ver a Jesús. Cuando encontró a Jesús estaba tan emocionado que cayó de rodillas a los pies de Jesús. ¿Por qué piensan que quería ver a Jesús? “Buen Maestro,” dijo, “¿Cómo puedo entrar a la vida eterna?”
¿Qué piensan que Jesús le dijo?
Jesús le dijo que tenía que obedecer las reglas de Dios. Cuando el hombre escuchó la respuesta, se emocionó mucho. “Maestro”, dijo, “todas esas reglas las he obedecido desde niño.”Jesús sabía que el joven era muy bueno para obedecer los mandamientos de Dios. También sabía que el hombre era rico y que amaba el dinero. “Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.”
¿Qué piensan que el hombre rico hizo? ¿Obedeció lo que Jesús le dijo que hiciera?
El hombre amaba su dinero. No quería dejarlo. Se fue muy triste. Después Jesús les dijo a sus discípulos que si la gente ama más el dinero que a Dios, si aman más sus cosas que a la misma gente que los quiere y los necesita, será muy difícil que ellos entren al cielo. Dios quiere que lo amemos sobre todas las cosas.
Imprimir 1: Manualidad (Libro de Actividades)ORAR.-
./ niñas/os lectores menores
Contar la historia de la siguiente manera:
Un hombre hizo a Jesús una pregunta. Él quería saber cómo podía ir al Reino de la nueva vida. Jesús sabía que el hombre era muy rico y le dijo al que siguiera los mandamientos. El hombre joven le dijo a Jesús que él había cumplido con todos los mandamientos. Jesús amaba al joven, pero sabía que había una cosa que estorbaba entre este hombre y Dios. Él sabía que el hombre joven amaba su dinero y más que cualquier otra cosa en el mundo. El hombre amaba a Dios, pero amaba aun más el ser rico. Así Jesús le dijo que vendiera todo lo que él tenía y diera su dinero a los pobres y le siguiera. Cuando el hombre oyó esto, él se puso muy triste. Él bajó su cabeza y sabía que no había dado a Dios el primer lugar en su vida, no quería dar sus riquezas a los pobres y seguir a Jesús. Así que se fue muy triste. Jesús dijo a sus discípulos que era más fácil para un camello entrar por el ojo de una aguja que para un rico entrar reino de Dios, porque es difícil para ellos dar todo lo que tienen. Los discípulos se quedaron sorprendidos con lo que dijo Jesús. Ellos pensaban que (a causa de su riqueza) la gente rica era especialmente bendecida por Dios. Jesús quería que supieran que ante Dios todos son iguales.
¿Qué le preguntó el joven rico a Jesús? ¿Qué le respondió Jesús? ¿Qué más le dijo Jesús que hiciera? ¿Por qué no quiso seguir a Jesús el joven rico?
Explíqueles que el “ojo de una aguja” era la manera que Jesús les estaba tratando de explicar a algunas personas, cómo entrar al reino de la nueva vida. Fue difícil para el hombre rico que entrara al cielo — porque amaba más el dinero que a su misma vida.
Imprimir 1: Manualidad (Libro de Actividades)ORAR.- para que pongamos primero a Dios en nuestras vidas. Pidan a Dios que nos ayude amarlo más que nada.
./ niñas/os lectores mayores
Uno de los “tesoros” debe ser muy llamativo. Puede ser una caja grande de regalo muy bien adornada. Poner mucha creatividad para que se vea atractiva, pero no guardar nada en la caja. El otro “tesoro” puede ser una caja de galletas. No hay que envolverla como regalo pero sí debe dejar las galletas adentro.
Marcar pistas (líneas) que den muchas vueltas en el suelo. Si el piso se lo permite, marcarlo directamente con tiza. Si no, entonces marcar con cinta adhesiva.
Decir que ellos deben elegir cuál “tesoro” desean. Si ven que van en una pista que no quieren ir pueden regresar y tomar la que desean. Es muy probable que elijan el regalo y al abrirlo descubrirán que no tiene nada. En cambio los niños que escogieron las galletitas las podrán comer.
Invitarlos a que compartan las galletas con todos.
Leer el texto bíblico o contar la historia de la siguiente manera:
Preguntar si ellos están dispuestos a compartir sus juguetes o juegos de videos con otros. Un hombre rico preguntó a Jesús cómo podía ir al Reino de la nueva vida. Él quería vivir con Dios para siempre. Jesús sabía que el hombre era muy rico y le dijo que siguiera los mandamientos. El joven le dijo a Jesús que él había cumplido con todos los mandamientos. Jesús amaba al joven, pero sabía que el joven amaba su dinero más que a cualquier otra cosa en el mundo, incluso más que la gente que lo quería y lo necesitaba.. El hombre amaba a Dios, pero amaba ser rico, siempre más rico. Así Jesús le dijo que vendiera todo que él tenía y le diera su dinero a los pobres y que después lo siguiera. Cuando el hombre oyó esto, él se puso muy triste, bajó su cabeza y sabía muy bien que él no había dado a Dios el primer lugar en su vida. Así que él se fue muy triste.
¿Qué pregunta le hizo el joven al Jesús? ¿Cuál fue la respuesta de Jesús? ¿Que más le dijo Jesús al joven? ¿Por qué no quiso seguir a Jesús? ¿Qué más le pidió Jesús? ¿Por qué se marchó triste el joven? ¿Qué dijo Jesús a sus discípulos?
Comparar con el juego el principio.
Preguntar si un animal como el camello puede pasar por el ojo de la aguja.
Explicar que “el ojo de una aguja” fue una manera de decir de Jesús para ayudar a sus amigos a entender que así como es difícil pasar por un espacio pequeño, es difícil para un hombre rico ir al Reino de Dios porque siempre ama a su dinero más que a Dios.
Recordar que Jesús mencionó los 10 mandamientos en esta lección.
¿Sabes dónde están en la Biblia? Buscarlos y leerlos.
Contar que Jesús vivió siempre sencillamente (leer Mateo 8.20) y que siempre se preocupó por los más pobres.
Decir: Es fácil concentrar nuestros esfuerzos, tiempo, y energía en “cosas.” Queremos algo nuevo, juguetes emocionantes, y juegos de video. Queremos tener la mejor ropa y los mejores zapatos. ¿Pero qué quiere Dios? Eso debe ser nuestro primer pensamiento.
Imprimir 2 y 3: Sopa de letras y Actividad (Libro de Actividades)ORAR.- que pongamos a Dios primero en nuestras vidas. Pedir a Dios que nos ayude a compartir lo que tenemos.
./ adolescentes
Uno tiene los ojos cerrados y el otro va guiando el caminar por el patio o dentro del salón sorteando obstáculos que estarán puestos por todos lados. Luego se cambian de lugar, el que guiaba irá con los ojos cerrados. Las parejas serán sorteadas, no elegidas. Cuando todos hayan pasado con los ojos cerrados, aquellos que se llevaron por delante los obstáculos, tendrán prendas.
Preguntar si les creían a los que guiaban. Si hacían lo que les decía el compañero o lo que ellos pensaban que podría ser.
Leemos el texto de Marcos 10:17-25.
El joven llegó muy decidido ante Jesús, hasta se puso de rodillas, y luego como no escuchó lo que quería, se levantó y se fue muy triste. No confió en que Jesús, ese ante el cual se arrodilló, quería lo mejor para él.
¿Pueden confiar en que Dios les va a dar lo mejor y pueden dejar todas las cosas, no llevarse nada?
ORAR.- para que las cosas que nos parecen imprescindibles no ocupen el lugar de Dios.
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