19 – Josué: la toma de decisiones
Guías Metodológicas
Libro de actividades 19
Josué 6:1-16, 20
Muros y murallas
La Gran Muralla China es una antigua fortificación construida y reconstruida entre el siglo V a. C. y el siglo XVI (Edad Moderna) para proteger la frontera norte del Imperio chino durante las sucesivas dinastías imperiales de los ataques de los nómadas xiongnu de Mongolia y Manchuria. Contando sus ramificaciones y construcciones secundarias, se calcula que tiene sobre unos 21 200 kilómetros de largo.
El Muro de Berlín fue construido en agosto de 1961 y duró hasta noviembre de 1989, cuando fue destruido, con la alegría de la reunificación de Alemania después de casi 29 años, desde el dominio soviético tras la Segunda Guerra Mundial sobre el lado oriental y el dominio norteamericano con otros países europeos sobre el lado occidental. Un muro de 45 kilómetros dividía la ciudad de Berlín en dos, mientras que otros 115 kilómetros rodeaban su parte oeste. Fue uno de los símbolos más conocidos de la “Guerra Fría” y de la separación de Alemania.
Las murallas que separan a Israel de los territorios palestinos siguen vigentes. En septiembre de 1993, tras medio siglo de lucha, Israel y la OLP, Organización para la Liberación Palestina, firmaron un acuerdo para vivir juntos en la Tierra Prometida. El presidente Clinton, de los Estados Unidos, no pudo evitar referirse a las historias de Josué y la Tierra Prometida, particularmente la batalla de Jericó. En la ceremonia de paz este presidente dijo: “El ruido que escuchamos hoy, una vez más, como en la antigua Jericó, fue de trompetas derribando murallas: murallas de ira y sospecha entre israelíes y palestinos, entre árabes y judíos. En esta ocasión –alabado sea el Señor –, las trompetas anuncian no la destrucción de esa ciudad sino su nuevo nacimiento.”
Lamentablemente nuevas murallas se han levantado, segregando a la población palestina, que cada vez tiene menos acceso a su tierra. Desde la ocupación israelí, en diciembre de 1948, unos 711.000 árabes palestinos huyeron de sus tierras originales para convertirse en refugiados palestinos. Solo un 20% de la población árabe pudo quedarse en sus antiguas localidades. Jerusalén, “ciudad de paz”, sigue estando dividida, y en permanente conflicto.
Dentro del relato bíblico, esta es una historia destinada a enfatizar el propósito liberador y salvador de Dios para este pueblo de esclavos, sin tierras, que aspiraban a tener un lugar tranquilo donde vivir, de acuerdo con las promesas. Pero se enfrentan a una ciudad muy bien fortificada.
Las murallas que rodeaban a Jericó eran muy efectivas para defenderse de los enemigos y de sus ataques.
Y cuenta la vieja historia que después de dar seis vueltas a toda la muralla que rodeaba la ciudad, y darle siete vueltas más el séptimo día, tocando las trompetas, todos los israelitas gritaron fuertemente, ¡y las murallas se derribaron!
Los israelitas habían sabido confiar en Dios, por más que las instrucciones eran muy extrañas. Y de esta manera Dios les demostró que él tiene poder y que lo usa para ayudar a su pueblo.
Podemos cantar la conocida canción “No hay Dios tan grande como tú”… y podemos adaptar la última estrofa diciendo “Y esos muros se caerán…”
// No hay Dios tan grande como tú,
no lo hay, no lo hay. //
// No hay Dios que pueda hacer las obras
como las que haces tú.//
// No con espadas, ni con ejércitos,
Mas con tu Santo Espíritu. //
Y esos muros se caerán,
y esos muros se caerán,
y esos muros se caerán,
con tu Santo Espíritu.
Cancionero Canto y Fe, 414 – Canción anónima latinoamericana, basada en Deut 3.24, Zac 4.6 y Marc 11.23
Nuestro Padre nos ama tanto que nos da las fuerzas necesarias para confrontar situaciones difíciles. Esto también nos pone en un lugar especial porque así como Dios nos ayuda a nosotros entonces tenemos el compromiso de ayudar a los demás y ser multiplicadores de lo que el Señor hace en nuestras vidas.
Él quiere y espera de nosotros que confiemos y que tengamos la seguridad que nos ayudará. El pueblo de Israel mostró su confianza cumpliendo las instrucciones que Padre Dios había mandado por medio de Josué, y confiaron aunque el plan parecía un poco descabellado.
Dios les dio la victoria derribando los muros de la ciudad de Jericó. Durante la semana y cuando enfrenten situaciones difíciles, los niños sabrán que Padre Dios les empezará a dar la victoria sobre esas dificultades.
¿Qué queremos lograr?
- Reconocer la ayuda de Dios hacia Josué y hacia todo su pueblo.
- Dramatizar lo que hizo el pueblo de Israel para vencer a Jericó y después representar algún triunfo que los chicos hayan vivido en su comunidad.
Índice
./ niñas/os no lectores
Contar la historia bíblica.
Se puede construir una pared con cartón para que simule ser un muro. Podría sujetarla únicamente con cartones para que no tenga mucha resistencia.
Luego que hayan dado las siete vueltas al aula y al pedirles gritar, haga un pequeño movimiento para dejar caer los cartones (así como cayeron los muros de Jericó).
Si no tiene cartones, dé a cada niño cinco cartas o tarjetas de cartón, con esto pueden construir una especie de casa en el piso o sobre la mesa y al terminar de dar las siete vueltas, ellos se acercan, gritan y éstas se derribarán.
Dios le dijo a Josué que la gente tenía que marchar alrededor de la ciudad de Jericó por seis días. El séptimo día tenían que rodear la ciudad siete veces y luego tocar sus trompetas. Ellos hicieron lo que Dios dijo y ¡los muros de la ciudad se cayeron!
- Usar un tubo de papel higiénico. Pegar el tubo por detrás de una trompeta de papel.
Estas trompetas podrían ser usadas mientras dan las vueltas para simular que están tocando.
Hay que enseñar a ser agradecidos por cada cosa que el Padre Dios hace con nosotros. Con la ayuda de ellos puede hacer una lista de tantas cosas que recibimos de parte de Dios porque Él nos ama y está pendiente de cada necesidad. Es un Dios tan bueno que siempre quiere librarnos de cualquier situación difícil. Es importante que los niños tengan en sus mentes esta verdad, esperando con paciencia… como los israelitas que esperaron siete días hasta que las murallas se cayeron.
Libro de Actividades
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ORAR.-
./ niñas/os lectores menores
Leer el pasaje bíblico de Josué 6:1-16; 20.
¿Qué pensaron los israelitas al escuchar las instrucciones del Padre Dios por medio de Josué? El plan parecía absurdo… ¿verdad?
- Comentar que los adultos y los niños de Israel tuvieron que decidir confiar y esperar en Dios. Aunque la orden les parecía absurda, decidieron confiar y cuando lo hicieron, Dios les dio la victoria. Es lo mismo hoy en día. Los niños deben llegar a admitir que el mismo Dios de Josué y los israelitas es el Dios que nos quiere como sus hijos y quiere que confiemos en su amor.1. Dios les dio instrucciones específicas de cómo vencer sobre Jericó: caminar (todos) alrededor de la ciudad (una vuelta cada día por seis días y siete vueltas el séptimo día; no debían hablar ni hacer ruido, mientras iban dando las vueltas y al final tenían que gritar y tocar las trompetas).
2. Los israelitas decidieron confiar en la palabra de Dios, aunque les parecía absurdo lo que iban a hacer.
3. Tenían que poner en acción su confianza al hacerle caso a Dios y ¡Él les dio la victoria!
Una vez que haya contado la historia, diga a los niños que ellos van a hacer algo semejante: dar la vuelta a la manzana sin hablar ni una palabra. Cuando regresen del paseo, deben “tocar” sus trompetas, gritar y cantar. Hable de su experiencia al dar la vuelta.
El “sofar”
Cuando los sacerdotes tocaron sus “trompetas” siete veces en la batalla de Jericó, tocaban un cuerno que se llamaba “sofar”. El sofar era un instrumento musical hecho del cuerno curvado de un carnero. El cuerno tenía que ser tratado antes de poder sacar el sonido correcto.
Un sofar realmente no es como una trompeta. No puede tocarse una melodía en un sofar. El sofar fue utilizado para mandar señales, para anunciar ocasiones especiales, para llamar a los soldados a la batalla y para dar la alarma.
Este instrumento sigue usándose en las sinagogas hasta el día de hoy, para celebrar el año nuevo judío, y el pueblo mapuche usa un instrumento parecido para llamar a sus reuniones y para festejar el “año nuevo” mapuche, el “Wetripantu”.
Libro de Actividades
Imprimir 1: Para pintar (Libro de Actividades)
ORAR.-
./ niñas/os lectores mayores
Leer el pasaje bíblico de Josué 6:1-16; 20.
¿Cómo era Jericó? ¿Por qué se habían cerrado sus puertas? ¿Qué le dijo Dios a Josué? ¿Cuáles fueron los pasos que dio Josué para poner en práctica las instrucciones entregadas por Dios? ¿Por qué los israelitas hacían todo lo que Josué les mandaba? ¿Qué hizo Josué después de que Dios le dio todas las instrucciones?
Libro de Actividades
Imprimir 2: Sopa de letras (Libro de Actividades)
ORAR.-
./ adolescentes
Leer el pasaje bíblico de Josué 6:1-16; 20.
¿Qué hizo Josué después de que Dios le dio todas las instrucciones que debían seguir? ¿Cómo se organizó el pueblo, y cuáles fueron las órdenes específicas que el pueblo recibió, para cuando entraran a la ciudad? ¿Qué sucedió cuando Josué dio la orden y los sacerdotes tocaron sus trompetas? ¿Cuál fue la actitud del pueblo ante este hecho y qué habría sucedido si cada cual hubiera hecho lo que creía conveniente?
El triunfo y el fracaso según la mirada de Dios o según la mirada de los seres humanos, son cosas muy distintas.
“Vivimos en una época donde la competencia es feroz todos los ámbitos de la vida. Lo académico, lo laboral, lo familiar, lo material están teñidos de un tinte competitivo. Los adolescentes de hoy reciben mensajes como “si no estudiás no son nada”, “si no tenés tal o cual cosa no existís”, “no sos como tu hermana”, “tu trabajo podría haber sido como el de fulanito” y delimitan su propósito al siguiente paradigma: compite o no serás aceptable”.
“Con esto no aliento a la negligencia o al vagabundeo. Sólo prevengo a los agentes de cambio –facilitadores– a que analicen los efectos de estos mensajes. La baja autoestima es una plaga entre la adolescencia, y todos los que trabajamos con ellos lo sabemos. Sin embargo, esta plaga está alcanzando a los adultos. Hoy podemos verlos desesperados por obtener algún tipo de status y vivir a una velocidad extrema temiendo ser superados.
“¿Esto significa que el propósito de la vida es competir? No, el propósito de la vida es llegar a ser lo que Dios quiere que seamos. Dios realizó un diseño exclusivo con cada adolescente y nosotros somos los encargados de guiarlos para que descubran ese potencial que tienen. Debemos transformar el paradigma de la competición hacia un paradigma de diseño divino.”
Gabriel Salcedo, El Evangelio que leen los adolescentes, Ediciones CC, Buenos Aires, pp. 99-100.
Proponer hacer una rueda entre todos y pensar por un minuto (literal, un minuto), qué es lo que nos gustaría sacar del muro (derribarlo), para sentirnos mejor. Cuando lo hayamos pensado, poner un pie delante del otro hacia el medio de la rueda.
Comentar que los adultos y los jovencitos de Israel tuvieron que decidir confiar y esperar en Dios. Aunque la orden les parecía absurda, decidieron confiar y cuando lo hicieron, Dios les dio la victoria. Es lo mismo hoy en día. Los adolescentes deben llegar a admitir que el mismo Dios de Josué y los israelitas es el Dios que nos quiere como sus hijos y quiere que confiemos en su amor. Que en el éxito o en el fracaso seamos vencedores sobre nuestras circunstancias, y que podamos seguir creciendo en fe y en integridad.
El líder orará para que suenen trompetas en sus corazones y puedan derribar los muros para sentirse libres.