La Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA): En Argentina

07 Jul 2023
en Artículos CMEW
La Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA): En Argentina

Para cerrar esta serie de artículos en ocasión de los 180 años de la creación de la YMCA, compartimos el último sobre la presencia de la ACJ en la Argentina. Agradecemos al Hno. Daniel La Moglie por su contribución en toda esta serie.


La Asociación Cristiana de Jóvenes de Argentina se fundó en Buenos Aires en 1902, sin embargo, existen antecedentes anteriores a esa fecha y registros de otros grupos que se organizaron en el siglo XIX.

Una de las primeras menciones de la YMCA en territorio argentino la encontramos con la presencia de John Maidment, joven inglés integrante de la expedición que organizó Allen Gardiner con el propósito de convertir al cristianismo a los aborígenes de Tierra del Fuego. Gardiner -Capitán retirado de la Marina británica- había fundado en 1844 con otros anglicanos la «Sociedad Misionera de la Patagonia» (luego «Sociedad Misionera de Sudamérica) y Maidment -quien era miembro de la YMCA y de la iglesia anglicana- se unió a la expedición de la Sociedad como catequista, recomendado por el Secretario de la YMCA de Londres.
En diciembre de 1850, después de 3 meses de viaje, el barco «Ocean Queen» los dejó en la isla Picton, en Tierra del Fuego, con provisiones para seis meses.

Durante los primeros cuatro meses no lograron acercarse a los nativos, que se manifestaron belicosos. Luego las provisiones escasearon y no pudieron pescar ni cazar debido a las inclemencias del tiempo y a la hostilidad de los aborígenes. En marzo de 1851, en un esfuerzo desesperado, pintaron en una roca la leyenda: «Gone to spaniard harbour» (Vayan a Bahía Aguirre) y dejaron tres botellas con mensajes pidiendo ayuda. Volvieron en abril y en mayo, sin encontrar rastros de ayuda, y finalmente todos murieron de inanición y frío. Maidment habría sido el penúltimo de ellos, ya que Gardiner (el último en morir) dejó asentado en su diario que lo había enviado a hacer un reconocimiento y no había regresado.

Otro antecedente es de Domingo Faustino Sarmiento, quien en 1868 escribió desde Chicago a Mary Mann: “Hoy iré a visitar la Biblioteca de la Young Men´s Christian Association, que será un buen modelo para iguales organizaciones en mi país cuando vaya. Quiero conocer bien esta útil institución”. Sarmiento sería el primer argentino que conoció la YMCA y dejó por escrito un juicio acerca de ella. El edificio de la YMCA que visitaría Sarmiento se denominaba “Farwell Hall”, en homenaje al empresario y filántropo John Villiers Farwell, quien había donado los fondos para construirlo. Inaugurado en 1867, tenía dormitorios, un gimnasio y una importante biblioteca. Farwell -miembro y destacado colaborador de la iglesia Metodista- también aportó fondos para construir el templo de la Primera Iglesia Metodista de Chicago.


LA PRIMERA YMCA DE ARGENTINA

El Rev. Henry Godden Jackson, Pastor de la Primera Iglesia Metodista de Buenos Aires, organizó en noviembre de 1869 la primera YMCA de la que tienen registros en el país. El grupo inicial de 11 miembros se reunía “en una habitación de una casa en la calle Cangallo”, que posiblemente haya sido la casa pastoral del primer templo metodista, en Cangallo 26, frente al paredón de La Merced y al Hotel de Provence.

Según una publicación de la época, el propósito de esta YMCA era “cultivar la vida y fraternidad cristiana” y “ofrecer a los jóvenes la oportunidad de mejorar sus aptitudes literarias y también crear en ellos el gusto por los más altos y nobles goces de la vida”. Se supone que esta YMCA existió entre 1869 y 1873, mientras la congregación metodista se reunía en el templo de la calle Cangallo (quizás haya sido más tiempo, dado que el Rev. Jackson estuvo en Argentina hasta 1878).

La presunción de cuatro años de existencia se debe a dos datos:

  1. Existe una fotografía de 1871 donde aparecen sus miembros, entre ellos el Dr. Jackson, su fundador, y Manuel L. Míguez, el Presidente.
  2. Russell D. Christian (Secretario de la YMCA y fundador del Movimiento Scout en Argentina) menciona en 1909 que conoció en New York a George B. Starkweather, quien presidiera en 1873 esa YMCA de Buenos Aires. Starkweather era estadounidense, miembro de la iglesia metodista y vivía en Córdoba.

OTRA YMCA ANTERIOR A LA ACTUAL

 Las estadísticas de 1888 de la YMCA mundial registran cuatro asociaciones en América Latina: una en México, dos en Chile y una en Argentina, integradas por jóvenes de habla inglesa, en su mayoría metodistas, anglicanos y presbiterianos. A estos grupos se los considera temporarios, y desaparecieron al poco tiempo.

Esta nueva YMCA -que se declaró afiliada a la de Inglaterra- se fundó en 1883, con el objetivo de “promover la vida espiritual, mental y física de los jóvenes”, y funcionó en los altos de una casa en la calle Cangallo 521 y tuvo una sucursal en Barracas, en la calle 92, Nº 373.

Según datos de 1892, la Asociación contaba con una biblioteca y sala de lectura y editaba “The Gleaner”, una publicación mensual que se vendía en la Librería “Grant” de la calle Cangallo. Su Presidente era el empresario William Barnett (uno de los fundadores de la Iglesia Anglicana de Rosario), el Secretario William Barr (miembro de la Primera Iglesia Metodista, quien durante la Primera Guerra volvió a Inglaterra con sus hermanos John y Fred y los tres fallecieron en combate) y el Tesorero Frederick Fletcher; el Secretario Auxiliar E. Newbould; el Bibliotecario E. Sinnott e integraban la Comisión A. W. Brown, J. Calder, Edward Ellis Cordner (anglicano, quien organizó el Cementerio Protestante de Quilmes y fue presidente del Quilmes Athletic Club entre 1906 y 1911), A. Holder, D. Kempt, D. Sinclair, Diego Triggs, W. Wilson y Charles Newbould.

El antecedente de la YMCA actual aparece en 1884, cuando un grupo de seis jóvenes envió desde Buenos Aires una carta al Comité Internacional de la YMCA de América del Norte consultando sobre la posibilidad de crear una YMCA y cuáles serían los métodos de asociación. Después de este pedido, Myron Clark, Secretario General de la YMCA de Río de Janeiro, visitó Buenos Aires en 1900 y solicitó al Comité Internacional el envío de un Secretario profesional para establecer una YMCA en Argentina.

Así es que en 1901, Bertram Arthur Shuman, joven Secretario de la YMCA de Duluth, Minnesota, llegó a Buenos Aires con el objetivo de crear una Asociación. Shuman, nacido en 1870 en Sedalia, Missouri, era miembro de la Iglesia Metodista y estaba casado con Anstins Clarissa Stebbins, con quien tuvo dos hijos, Clark Stebbins Shuman (quien fue el primer alumno egresado del Colegio Ward) y Maurice Gaylor Shuman, nacido en Buenos Aires en 1906. Bertram Shuman solicitó el Salón de Actos de la Primera Iglesia Metodista de Buenos Aires para realizar la reunión constitutiva de la “Young Men’s Christian Association of Buenos Aires”, que se llevó a cabo el martes 6 de mayo de 1902. Pocos meses después arribó a Argentina Charles J. Ewald, otro Secretario enviado desde Estados Unidos para organizar el trabajo entre estudiantes. La nueva YMCA incorporó como colaboradores a varios integrantes de la YMCA anterior, entre ellos a quien fuera su presidente, William Barnett, a Edward Cordner, William Barr y a A. W. Brown, otro miembro de la Primera Iglesia Metodista, que era dibujante en el Ferrocarril Central Argentino.

Existieron también otras dos Asociaciones organizadas por inmigrantes: la Asociación Cristiana Alemana de Jóvenes (CVJM, sigla de la YMCA en alemán) que se reunía en el templo de Esmeralda 162, y la KFUM (sigla en danés), que se reunía en un salón de Paseo Colón al 1100 y fue la base sobre la que se formó la Iglesia Dinamarquesa en Buenos Aires.

La YMCA de Buenos Aires –creada originalmente para hombres- obtuvo su personería jurídica en 1909, y con el tiempo cambió su denominación a Asociación Cristiana de Jóvenes de la República Argentina, modificando también sus Estatutos para que las mujeres -que desde el comienzo tuvieron participación en la institución- tuvieran los mismos derechos que los hombres.

En sus 121 años de vida, la YMCA de Argentina realizó muchas contribuciones en distintos ámbitos. En educación física trajo al país nuevos métodos de gimnasia; introdujo el básquetbol y el voleibol (deportes creados por la YMCA de Estados Unidos) y el Futsal (inventado en la YMCA de Uruguay); incorporó los campamentos organizados; desarrolló el atletismo, la natación sistematizada y los grupos de Scouts. La Escuela de Líderes formó jóvenes que colaboraron en la creación de otras instituciones y también desarrollaron su tarea en escuelas, iglesias y sociedades de todo el país, y la Escuela de Salvamento (la primera de Argentina) continúa capacitando Guardavidas desde 1909. En el área de trabajo social, la YMCA creó las Obras de Barrio (luego Centros Comunitarios) para niños, adolescentes y jóvenes, y la “Casa del Niño”, organizada y dirigida por líderes voluntarios, que tuvo sedes en la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano. En educación abrió escuelas y Centros de formación profesional, y durante años desarrolló un trabajo sistemático con estudiantes en una YMCA Universitaria, con apoyo de la Universidad de Buenos Aires. En 1911 introdujo la celebración del «Día de la Madre» (creado por una mujer metodista en Estados Unidos) y tiempo después la del «Día del Padre» (también creada por una mujer metodista, y desarrollada por la YMCA en Estados Unidos). La Semana de Oración fue otro aporte ecuménico, y se celebra anualmente en conjunto con la Asociación Cristiana Femenina (YWCA).

En 1912 la YMCA inauguró su sede propia en Paseo Colón 161, un edificio integrado al Railway Building, y hasta 1950 tuvo un Campo de deportes en el predio donde hoy está la Facultad de Ingeniería. Desde 1938 la sede está en el edificio de Reconquista 439. En distintas épocas, la YMCA se expandió en el país con proyectos variados: hubo filiales en Mar del Plata, Bahía Blanca, Lomas de Zamora, Témperley, Córdoba y en el barrio de Flores, y un centro turístico en Bariloche, los que se debieron discontinuar, en general por problemas económicos.

La YMCA de Argentina está reconocida como una institución cristiana laica, ecuménica, abierta, plural y plenamente autónoma, unida en identidad de fines y propósitos con la organización internacional, y como parte de un movimiento cristiano mantiene relaciones y diálogo con iglesias e instituciones cristianas y también con otras religiones y tradiciones.

Actualmente desarrolla su tarea en varias sedes: Sede Central; Parque Almirante Brown; Rosario (Santa Fe); Concordia (Entre Ríos); Matheu (Escobar -donde además del Country “Ymcahuasi” funciona una Escuela Primaria y otra Secundaria). En Ciudad Madero (La Matanza) funcionan una Escuela Primaria, una Escuela Secundaria y un Centro de Formación Profesional, y en la sede Sarandí (Avellaneda) un Centro de Formación Profesional.

El Instituto Universitario YMCA, de reciente formación, ofrece las carreras de Profesorado y Licenciatura en Educación Física y las Licenciaturas en Animación Socio-Cultural y en Gestión de Instituciones Deportivas.

Otras sedes son los Centros Turísticos “Ymcapolis” (Sierra de la Ventana) e “Ymcamar” (Monte Hermoso) en la Provincia de Buenos Aires, y se destaca la Sede Antártida, en la Base Marambio, que es la YMCA más austral del mundo.


Daniel La Moglie para CMEW


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