Jesús, sin lugar para nacer. Vos, ¿tenés lugar…?
Presentación
Llegamos nuevamente a ustedes compartiendo el último número del año 2016. En este mes todo se viste de colores, de luces, de cosas lindas y de brillos. Llega el tiempo de celebrar la Navidad. Recordamos así, tradiciones familiares, comidas clásicas, tradiciones que hemos incorporado pero que advertimos son del viejo continente. Es decir, un sinfín de gestos y acciones que rodean la celebración de la Navidad, con mayor o menor relación, según el caso.
La Navidad es uno de los acontecimientos claves en la historia de la salvación: Dios se encarna en un pequeño niño indefenso, nacido de padres humildes en una aldea insignificante en medio del imperio romano.
Un aspecto que queremos señalar de manera especial, es que el Salvador y su familia no tienen lugar para quedarse en Belén (Lc 2:6-7). El Hijo de Dios llega al mundo y no tiene dónde nacer. María y José se acomodan en el lugar donde se guardan los animales y es en ese lugar en el que la joven María da a luz al pequeño Jesús. Son una familia sin lugar, una familia “sin techo” –podríamos decir- como tantas sigue habiendo en nuestros pueblos y ciudades.
Desde ese primer momento de vida, Jesús se identifica con aquellas personas que no tienen lugar. No sólo con quienes no tienen un lugar físico donde vivir, sino también con aquellos y aquellas que no tienen lugar en la sociedad en la que viven. Personas que son condenadas a vivir en el “no lugar”, en los márgenes, donde la vida es más difícil, donde la plenitud es algo inalcanzable que a veces si siquiera se piensa en sueños.
Esperamos y confiamos en que las distintas reflexiones y aportes de este último número del año, nos animen a buscar “más lugar”, abriendo espacios, superando prejuicios, buscando para nosotros y para todas las personas la vida abundante que Jesús predicó.
Por el Equipo de El Estandarte Evangélico
Pastor Maximiliano A. Heusser
El Estandarte Evangélico
Jesús, sin lugar para nacer.
Vos, ¿tenés lugar…?
Cuarto trimestre 2016
Esperamos y confiamos en que las distintas reflexiones y aportes de este último número del año, nos animen a buscar más lugar, abriendo espacios, superando prejuicios, buscando para nosotros y para todas las personas la vida abundante que Jesús predicó En nuestras instituciones educativas tenemos el desafío permanente de situarnos como aquel establo que dio lugar a la vida, como un espacio que aloja, habilita el pensar, genera nuevas ideas…Presentación
Todos pueden ir a la escuela, ¿no?
Estos jóvenes, esta adolescente, esta mujer, no tienen lugar donde expresarlas, hablo de un lugar donde quienes tienen poder de decidir políticas públicas, los oigan, los vean, les pongan rostros, lágrimas, vida. Para muchas personas viajar suele ser un sueño largamente acariciado, una expectativa… Pero ¿qué pasa cuando esa movilización, esos traslados forzados por diversas situaciones -económicas; sociales, políticas, se imponen como única salida, como última esperanza de poder llevar adelante una vida digna?Voces silenciadas. Sueños que no serán.
Sin lugar para inmigrantes
…la integración escolar no trata de incluir a aquel que es distinto a “lo normal” o a “lo regular”, a un “otro”, sino que implica que toda la comunidad (docentes, alumnos, familias) comprenda que forma parte de una realidad donde hay una diversidad de sujetos…¿Hay lugar para la discapacidad?