Ha resucitado el Señor verdaderamente, en la Iglesia y en los caminos
El domingo de Pascua de 1747 Juan Wesley predicó tres veces (Gateshead, Swalwell y Newcastle). No le alcanzó el día para anunciar la resurrección de Jesucristo. Continuó el lunes en Rainton y para las seis de la tarde llegó a Osmotherley. Lo recibieron con la noticia de que habían sido violentamente atacados por gente del lugar, incluso por clérigos de la iglesia.
Wesley cuenta en su diario la rápida decisión que tomó y porqué razón:
“Para evitarle a que se expusiera a tener mayores dificultades por mi culpa, no le reclamé su promesa, sino que prediqué en el cementerio cerca de la iglesia sobre ‘Ha resucitado el Señor verdaderamente’ “(Lc 24: 34).
No era la primera vez que se improvisaban púlpitos, ni tampoco sería la última. Se fueron cerrando los templos anglicanos a la predicación de Wesley y también aparecieron grupos organizados que iniciaban disturbios, arrojaban piedras y proferían insultos buscando impedir la realización de los cultos.
Así se forjó el metodismo, en la improvisación convirtiendo cualquier espacio en un templo y haciéndose fuerte en la adversidad, la persecución y la violencia. El próximo domingo es Pascua y se cumplirán 274 años del episodio narrado al comienzo. Bien podríamos en esta Semana Santa dar gracias a Dios por esas mujeres y esos hombres que hicieron del mundo su parroquia y pedirle al Señor que nos conceda esa convicción y fervor para anunciar al Resucitado con palabras y acciones.
Nuevamente nos encontraremos en esta Semana Santa sin posibilidades de reunirnos, al menos así será en muchas ciudades, pueblos y parajes del mundo. Sin dudas, deseamos el momento del abrazo fraternal, de encontrarnos alabando a Dios juntos en el lugar donde siempre lo hicimos. Ese momento llegará, mientras tanto las palabras finales que Juan Wesley registró esa Pascua de 1747 pueden sernos de inspiración:
“¡Cuán sabiamente Dios ordena todas las cosas! Algunos no escucharían la palabra de Dios fuera de una iglesia. Por el bien de éstos se nos permite predicar en la iglesia. Otros no escucharían en la iglesia. Por su bien nos vemos con frecuencia obligados a predicar en los caminos.”
Hoy muchos templos no pueden abrirse, pero desde las redes sociales la iglesia está llegando a personas a las que nunca hubiera llegado de otro modo. Tal como nos invita Wesley, somos llamados a anunciar a Cristo resucitado en las iglesias y en los caminos… en Youtube, en Whatsapp, en Instagram, en Facebook. Pero también en una llamada telefónica, en nuestro gesto amoroso, en la escucha atenta y servicial.
Que en esta nueva Pascua que amanece en la humanidad podamos llevar Buena Noticia a las personas afligidas, aliento a las tristes y esperanza a quienes ya no pueden ver el horizonte. Que aun desde tu hogar lleves palabras de amor a quienes las están necesitando. Ha resucitado el Señor verdaderamente, como dijeron los caminantes de Emaús a los discípulos, como repitió Juan Wesley esa Pascua de 1747, que así también nosotros y nosotras lo anunciemos.
Claudio Pose para CMEW