Qué bueno que en este Tiempo de Navidad, la llegada de Jesús, nos ayude Biblia en mano a pensar en otros y otras, porque para eso envió Dios a su Hijo al mundo, a enseñarnos cómo vivir entre nosotros/as bajo su mirada de amor y misericordia.
En medio de las dificultades, en medio de situaciones que parecen llenarse de sombras, necesitamos sentir que tu gracia infinita, se despliega entre nosotros y tener así la seguridad de tu presencia en nuestras vidas.
Partir es, ante todo, salir de uno mismo. Romper la coraza del egoísmo que intenta aprisionarnos en nuestro propio yo.
En este tiempo casi de ADVIENTO... Que nuestros pasos sean de fe, que nuestros gestos sean de paz y nuestras palabras de amor.
Dame, Señor, valentía para exponerme, flexibilidad para tambalearme y fortaleza para no caer. Dame, Señor, un corazón que se estire y una piel sensible, Unos ojos despiertos y oídos atentos para no ser sordo a tu paso silencioso.
"Dios no prometió días sin dolor, risa sin tristeza, sol sin lluvia, pero él sí prometió fuerzas para cada día, consuelo para las lágrimas, y luz para el camino"
A veces los relatos de los evangelios son como una película, y uno puede imaginar las escenas, puede imaginar a los discípulos allí a orillas de lago...
Qué bueno Creador del Universo, encontrarme contigo en medio del jardín de las flores; qué fácil reconocer tu paz, tu silencio, tus palabras.
«Utiliza el talento que posees: los bosques serían muy silenciosos, si únicamente cantaran los pájaros que creen saber hacerlo»
Amar la vida cuando vienen mal dadas, y la noche se hace larga y la luz no acaba de llegar.