Paz y bien hermandad querida
Que la gracia del Dios de vida les está fortaleciendo en sus ministerios. Sean afirmadas sus manos y rodillas en la certeza del cuidado tierno del Señor.
“Cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador, él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia”.
Carta a Tito 3:4-5
En estos tiempos de desencuentro y confusión, cuando los valores éticos y solidarios parecen juegos ingenuos, cuando el cristianismo es más entendido como adoración cultural o entronización mística, resulta clave fortalecer una vinculación auténtica con el rostro misericordioso de Dios en Jesús y su papel transformador de la vida.
Hans Küng comenta,
“Se es cristiano cuando se apunta el compromiso humilde en favor del prójimo, a la solidaridad con los desheredados, a la lucha contra las estructuras injustas; disposiciones de gratitud, de libertad, de generosidad, de abnegación, de alegría, como también de indulgencia perdón y servicio…”
¡A vivenciar y experimentar nuestra fe en Cristo como fuerza liberadora para una misión en el mundo, con su mismo Espíritu realidad presente aquí y ahora! ¡Abramos los brazos para acoger, proteger, promover e integrar! ¡Hospedar, que es abrazar, acoger, acompañar, hacer sentir a la otra y al otro que no está sola, que no está solo!
Celebramos que Dios irrumpe en medio de la vida para nuestro bien.
Abrazo cálido y sereno.
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo
Suscribite al envío por email Suscripción