Distrito Rosario: Proclamando el Evangelio en todo lugar

Compartimos la carta que envía el superintendente del Distrito Rosario, pastor Hugo Torredefló y a la cual adhieren nuestro obispo Américo Jara Reyes y el obispo emérito Frank de Nully Brown.

Les dejo mi paz. Les doy mi paz

“Les dejo mi paz. Les doy mi paz, pero no se las doy como el mundo la da. No se angustien ni tengan miedo”

Juan, 14:27

Amada hermandad, recordamos que estas palabras fueron dichas a quienes que estaban a punto de enfrentar persecución, encarcelamiento y ejecución. Y por lo tanto, se presentan siempre como actuales para renovar nuestra fe, amor y esperanza en medio de las dificultades que enfrentamos como hijos e hijas de Dios en este mundo.

Recientemente, un miembro de nuestra Iglesia en Rosario compartió una invitación con un amigo para que lo visitara y recibió una respuesta llamativa: «Bueno, por ahora… dada la situación en tu ciudad, me parece difícil». Expresiones como éstas, debido a la realidad que estamos experimentando en nuestra ciudad, nos llevaron como «equipo pastoral de Rosario» a redactar esta carta abierta y un documento sobre algunas de las situaciones que enfrentamos aquí, mientras transitamos esta gran urbe en nuestros labores y ministerios diarios.

En el documento, presentamos cifras, porcentajes y valores estadísticos, pero sinceramente nos resulta difícil plasmar las experiencias cotidianas de las personas que habitan esta ciudad, aquellas que se levantan cada mañana para enfrentar la vida desde sus trabajos.

En este sentido, es importante destacar que a estas vivencias reales, se suman las noticias sugeridas por los medios de comunicación, las redes sociales y los comentarios cargados de temor de personas que con buenas intenciones, pero con una comprensión sesgada de las problemáticas que atraviesan a Rosario, resaltan solo los aspectos negativos de una realidad mucho más compleja de abordar. Y es por ello que necesitamos desarrollar un discernimiento más amplio, para así comprender estos tiempos desde la fe.

En medio de este contexto, se encuentran las comunidades de fe y las instituciones educativas, a las cuales acompañamos y donde anunciamos mediante la guía del Espíritu, esa esperanza que se renueva permanentemente a partir del don del Evangelio.

Por eso, deseamos expresarnos desde la fe que compartimos en Jesús y las vivencias diarias que experimentamos, mientras recorremos las calles de esta gran ciudad. Aquí encontramos diferentes perspectivas, como las del trabajo y el servicio diario, donde nos esforzamos por impedir que el miedo nos paralice. Celebramos nuestros cultos cada domingo, impartimos clases a diario y mantenemos en funcionamiento nuestras instituciones educativas, adaptando nuestros horarios para actuar con precaución, pero sin quedarnos inmovilizados.

Desde esta mirada, invitamos a unirse en oración por nuestra ciudad, tanto a quienes están lejos como a quienes están aquí, para recordar quién es el Señor de nuestras vidas, ya que nada puede separarnos de su amor y cuidado.

De esta manera, animamos a seguir afrontando nuestras tareas diarias con prudencia, pero también con esperanza y determinación. Dirijamos nuestra mirada al Señor y caminemos con renovadas fuerzas, suplicando al Señor de la paz que siga regalándonos esa paz que proviene de Él y que se diferencia de aquella que el mundo nos ofrece.

Es por esto que en el documento, quienes tenemos responsabilidades pastorales en este Distrito, afirmamos lo siguiente:

“Como Iglesia Evangélica Metodista Argentina en la ciudad de Rosario, creemos en primera instancia que el Dios de la Vida que se ha revelado en la persona de su Hijo Jesucristo, nos llama a proclamar un Evangelio que nos promete vida y vida en abundancia”