Día de oración de Educación Cristiana – Abril

La siguiente propuesta estuvo elaborada durante el campamento de familias del distrito Cordillera, realizado entre el 22 y 24 de marzo, en el cual participaron las iglesias de San Carlos de Bariloche, Neuquén y Trevelin. Agradecemos a la referente Edith Bur, por su coordinación.
“Niños y Niñas llenarán las plazas de la ciudad y jugarán en ellas”. Zacarias 8:5
Abril se inicia y las actividades escolares ya están en marcha, pero marzo dejó impregnado en nuestros oídos y retinas, momentos en los que nos detuvimos a hacer memoria para no olvidar nuestra historia reciente y reivindicar nuestras luchas.
Fue a su vez un buen momento para reflexionar con nuestros niños y adolescentes sobre los derechos de las infancias, para que vuelvan a recordarlos y los hagan propios a fin de que, con la ayuda de Dios y de adultos responsables y comprometidos puedan reclamar por ellos y exigir su cumplimiento.
Recordemos que fue el mismo Dios, quien a través de Jesús les otorgó un lugar de preponderancia: “Les aseguro que, si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entraran en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es el que se humilla y se vuelve como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí.” Mateo 18:3- 5
Comunicarnos y saber escuchar, es parte de lo esencial para una buena convivencia.
Queremos orar en este mes, para que todos los niños, niñas y adolescentes puedan expresarse sin miedo, poniendo de manifiesto sus necesidades y sus ideas, siendo oídos por adultos capaces de tener una escucha atenta y cargada de afecto.
Pedimos que sean cada vez más las infancias y adolescencias que puedan sentir que estamos dispuestos a escuchar, acompañar y brindarles fortaleza en sus necesidades, a la vez de ayudarles a construir la confianza de que siempre contaran con la amorosa bendición de Dios.
Nuestros niños, niñas y adolescentes necesitan escuchar y utilizar palabras y gestos que construyan puentes para acercarse a otros y no aquellas que se convierten en muros que separan, a fin de poder establecer relaciones afectivas sanas. Oremos para que la construcción de puentes pueda ser una realidad en todas las relaciones entre ellos/as y en su relación con las personas adultas.
Oremos fundamentalmente para que generemos más puentes y menos muros.
Oremos para que nuestros adolescentes, niños y niñas, puedan trabajar en la obra del Señor y puedan ser incluidos con sus dones y su alegría en la vida de la iglesia, pudiendo expresar libremente sus sentires y necesidades.
Jesús dijo, yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia juan 10:
Reconocemos que niños, niñas y adolescentes tienen derecho a vivir una vida libre de toda forma de violencia por lo que es fundamental para ellos vivir sin miedo y con sus necesidades básicas cubiertas, a fin de lograr las mejores condiciones de bienestar y el libre desarrollo de su personalidad, por lo que oremos para que esa vida digna y en abundancia que propone Jesús pueda ser vivida por cada vez más niños y adolescentes, con muchas cosas buenas para decir y compartirlas.
Sabemos que cada niño/a, cada adolescente, es especial…
Algunos pueden buscar a Dios más que otros, pero cada cual lo hace de la mejor manera que encuentra, y lo expresa como siente…
Cada cual es diferente… es especial… es único/a…
Día a día van creando, van viviendo, van sintiendo.
Ayudémosles a caminar tomándose de la mano de Dios, para
“.conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que es grato, lo que es perfecto”. Romanos 12:2