Carta Pastoral – Crisis en Chubut
Como Iglesia Evangélica Metodista Argentina presente en comunidades de fe en el Valle del Chubut y en la Cordillera, queremos expresar nuestra profunda preocupación por la crisis que atraviesa nuestra provincia.
Nos unimos en espíritu y oración a todas las personas que se ven enormemente afectadas por esta situación: docentes provinciales, empleados públicos, personas que ven seriamente afectados sus salarios en detrimento de su calidad de vida, como así también a aquellas personas que temen perder sus puestos de trabajo o que ya los han perdido.
Entendemos que el trabajo dignifica, pero esto sólo es así si el salario es justo y digno, conservándose los derechos adquiridos y conquistados a lo largo de los años.
Entendemos que hay distintos factores que nos han llevado a esta delicada situación. Algunos son factores externos y fuera de nuestro control, pero muchos otros tienen responsables locales, tanto del sector privado como de funcionarios que no han estado a la altura de las circunstancias en esta crítica coyuntura.
Las personas creyentes nos sentimos llamadas por Dios a anunciar su Evangelio en la búsqueda de su reino de amor, justicia y paz en medio de nuestros pueblos, con un profundo sentido de servicio. En ese sentido, queremos recordar que la política bien ejercida es la que se despliega con vocación de servicio, velando día y noche por el bienestar del pueblo.
A continuación compartimos un extracto de la Afirmación de Principios Sociales de nuestra Iglesia:
Afirmamos que el ser humano se encuentra alienado en todo sistema económico – social que lo transforme en instrumento del mismo, impidiendo la formación de una comunidad en la que los recursos naturales y los productos del esfuerzo humano sean aprovechados íntegra y equitativamente, en la que todo ser humano tenga acceso a las condiciones que posibilitan una vida verdaderamente humana, sea partícipe de la cultura y de la educación, y tenga la posibilidad de expresarse creativamente.
Afirmamos por lo tanto, que debemos ejercer una crítica activa, oponiéndonos constructivamente a todo sistema que esté basado en el egoísmo, la hipocresía, la represión, la injusticia y la violencia institucionalizada.
Afirmamos que es nuestra responsabilidad buscar permanentemente una renovación total que modifique el estado de cosas existente, fruto del pecado, a la luz de lo que entendemos debe ser la vida humana, cual fuera expresada en Cristo, y no limitarnos a actos de beneficencia, y mucho menos sancionar con nuestra bendición aquellas formas de supuesta caridad que degradan la personalidad humana, ni conformarnos con mejoras que no conducen al propósito de Dios respecto al destino humano. Guardar silencio frente a la necesidad, a la injusticia y a la explotación del ser humano es traicionar a Cristo.
Por todo esto, comprometemos nuestra oración de manera especial por las personas que padecen esta realidad en este tiempo, como así también por nuestras autoridades, pidiendo a nuestro buen Dios que les ilumine y de sabiduría, en la búsqueda de consensos, en ideas superadoras, transitando caminos nuevos.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
(2 Corintios 5:17)
Pastor Américo Jara Reyes,
Obispo
Pastora Mariana Beux
Superintendente
Distrito VIRCH y Pto. Madryn
Pastor Maximiliano A. Heusser
Superintendente
Distrito Cordillera